Las FFAA estadounidenses están en las inmediaciones de Bagdad. Otra cosa es conseguir ocuparla. Los británicos llegaron a las inmediaciones de Basora, la segunda ciudad iraquí, a inicios de la guerra, pero aún no se atreven a lanzar el asalto definitivo. Los aliados tienen suficiente poder bélico como para aplastar dichas ciudades. Mas, si lanzan un bombardeo total se puede generar tal destrucción y muertos civiles que haría inviables una futura paz en la región. En vez de ganar a la población iraquí la transformaría en su enemiga y empujarían a gran parte de los 150 millones de árabes y mil millones de musulmanes hacia una gran hostilidad. Irak podría transformarse en un polvorín peor que el que fuese Líbano. Washington y Londres hablan de liberar a los iraquíes para darles una democracia liberal. Precisamente por que buscan ganar a su población es que no pueden querer una política de tierra arrasada como la hecha por los rusos en Grozny (Chechenia). Saddam quiere tentar a los aliados a entrar a las ratoneras urbanas donde los equipos tan modernos no son tan eficaces frente a emboscadas y combates cuerpo a cuerpo. Camuflándose tras civiles los iraquíes crean un dilema a los atacantes. Si los aliados disparan contra la población se desacreditan pero, al mismo tiempo, pueden tornarse paranoicos ante ésta. Los aliados quieren producir un levantamiento popular anti-saddam pero temen ser desbordados por éste. Tampoco los chiítas y kurdos confían en occidente pues hace 12 años Bush padre permitió que Bagdad los aplastase pensando que era mejor mantener la estabilidad iraquí con una dictadura antes que permitir que revoluciones desintegren al país. Scott Ritter, ex inspector de Naciones Unidas y miembro del gobernante Partido Republicano, concibe que la actual ofensiva está logrando lo opuesto a lo inicialmente deseado pues un dictador tan impopular aparece simbolizando una resistencia nacional y los EEUU se están ganando la antipatía de un pueblo al que hubiesen querido ganar. Para él: "Jamás podremos hablar de instalar un gobierno pro estadounidense para el pueblo de Irak. Al final nos expulsarán. Abandonaremos Irak derrotados, de la misma manera que los rusos dejaron Afganistán". EEUU no quiere dicho escenario. Debe obrar con cautela. Su meta puede ser ir cercando a Bagdad para irla minando gradualmente con incursiones o buscando atraer sectores de su población. * Isaac Bigio. Analista Internacional