Marchar hacia Damasco?

14/04/2003
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Una vez que el régimen del Baath en Irak ha sido depuesto Washington ha indicado que el siguiente objetivo debe ser acorralar al gobierno del Baath en Siria. Tanto el Departamento de Estado como el Pentágono han coincidido en atacar duramente a Damasco. A Siria se le acusa de ser un estado paria que alienta el terrorismo. Sin embargo, los grupos armados que este país alienta son únicamente los que atacan a su tradicional enemigo (Israel). Estos son la Jihad Islámica y el Hamas palestinos, y el Hizbola libanés. Estas 3 organizaciones armadas musulmanas promueven bombas humanas y acciones militares contra uniformados, civiles y colonos israelíes. Mas, ninguna de ellas ha atacado en occidente y ambas se han distanciado de Al Qaeda. El 'Partido de Dios' (Hizbola) se ha convertido en el partido más estructurado del Líbano. Se basa en la minoría chiíta, tiene varios parlamentarios, apoya el acuerdo nacional de paz y posee una vasta red de hospitales, escuelas, centros de atención y hasta un canal satelital que transmitió la guerra iraquí. Hizbola muestra un grupo armado que mantiene una sólida y legalizada presencia en su país de origen pero que sigue enfrentándose a Israel, jactándose de ser el único movimiento árabe que le ha derrotado y obligado a salir de sus tierras. La novedad en las acusaciones contra Siria es que este país tendría armas químicas. Egipto ha rechazado abiertamente éstas diciendo que en Irak se fue a una guerra para dar con armas de destrucción masivas, que aún no son si quiera encontradas. Menos aún las tendría Damasco. Siria y diversos miembros de la Liga Árabe insisten en que el único estado que posee armas nucleares en el medio oriente es Israel, el mismo que es sindicado de poseer cientos de éstas y hasta más que alguno de los 5 miembros del consejo de seguridad de Naciones Unidas. Diversos medios británicos han hecho hincapié en que hay una política dual en dicha región. Mientras Washington demanda inspectores, sanciones y hasta intervenciones contra regímenes árabes contestatarios acusándolos de guardar armas de destrucción masivas, a Israel ni si quiera se le pide investigar y se le sigue entregando anualmente miles de millones de dólares en ayuda, pese a contar con el mayor arsenal de armas de destrucción masivas en su región. Lo cierto es que los ataques contra Siria tienen otra intención. El Baath es un movimiento que nació para promover la unificación panárabe contra las potencias occidentales y ha mantenido políticas económicas proteccionistas y estatistas, y una política exterior autónoma a occidente y de confrontación con Israel. Al estar por instaurar una administración pro-angloamericana en Bagdad el objetivo es ir desafilando o socavando a los regímenes nacionalistas de Irán, Siria y Libia. Siria ha sido escogida como la primera carta a arremeter. Algunos analistas conciben que mayor peligro para Washington sería Irán. Sin embargo, tácticamente no le es conveniente lanzarse contra Teherán. En la antigua Persia los clérigos más liberales han venido avanzando sobre los más duros partidarios del ayatola Khomeini, y éstos han ayudado a derribar a los talibanes. Irán es el único país que bordea a las dos naciones recientemente invadidas por EEUU (Afganistán e Irak) y está debajo de la convulsionada Asia Central. Es además un estado más poblado y económica y militarmente más poderoso. Siria, en cambio, se encuentra ahora atenazada entre Israel y las dos fuerzas de la OTAN en Bagdad y Ankara. Debe pagar el precio de haber sido el mayor opositor a EEUU en el Consejo de Seguridad, de haber declarado su simpatía por la resistencia iraquí, por haber dejado pasar combatientes o armas hacia Irak, por haber burlado el boicot contra Bagdad al haber hecho pasar petróleo iraquí por sus puertos como si fuera el suyo, y por ser el único vecino de Israel en permanente conflicto con éste. No parece existir ninguna intención por parte de la Casa Blanca para desencadenar una pronta invasión contra Siria. Esto, aunque el corresponsal de la BBC en Washington sugiere que el clima de guerra de Afganistán y luego Irak ayudó a levantar a Bush y podría ser necesario para levantar su imagen para las elecciones del 2004. Lo que si existe es un intento de ir doblegando a esa nación. Blair y Straw son los primeros en tratar de evitar una confrontación con Assad. El recientemente estuvo en Londres conversando con ellos y la reina, y Blair le ha ido a visitar. Para los británicos él proviene de una tradición nacionalista militante pero de la cual trata de irse distanciando para convertirse en un 'reformador'. Mas, la hostilidad de los halcones estadounidenses ha de servir para que los moderadores europeos vayan queriendo obligarle a Assad a hacer concesiones a fin de evitar correr la suerte de sus antiguos camaradas baatistas en Mesopotamia. Al arrinconar a Siria se busca cortar la posibilidad a los saddamistas para que allí encuentren una forma de refugio o cobertura. También ello es clave para lograr debilitar a los radicales palestinos y libaneses en los intentos de llegar a una solución negociada con Israel. Los 3 grupos armados musulmanes auspiciados por Damasco tienen en común negarse a reconocer lo que llaman la 'entidad sionista' y plantear que el estado de Israel sea desmantelado. Al querer debilitar al estado que les auspicia el objetivo sería buscar aislarlos para permitir que los palestinos moderados pudiesen llegar a alguna fórmula de transacción con Sharon aunque ello implicase renunciar a varias de sus anteriores demandas e incluso limitar las concesiones obtenidas en la época de los gobiernos laboristas. * Isaac Bigio, Analista Internacional
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