Las razones del Gran Hermano

06/04/2003
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
(Entrevista de Xavier Lasso en Radio Visión, 7 de de abril de 2003) Palabra Suelta, espacio que editorializa Radio Visión, ha tocado varias veces el tema de la guerra contra el Iraq de Saddam Hussein, problema que preocupa al planeta entero. Y, claro, muchas personas explican la invasión angloestadounidense a partir de la enorme riqueza petrolera que tiene ese país de Medio Oriente, al parecer poseedor de las segundas reservas más grandes del mundo. Algunos analistas, sin embargo, encuentran que la razón petrolera no es una razón suficiente del conflicto. No podemos estar indiferentes a una situación tan crítica como la que se juega en el mundo árabe. No por gusto decía José Saramago, en un texto que leyó en Madrid hace dos semanas, que había que apostar a la movilización ciudadana contra esa guerra, a la movilización de la opinión pública, para demostrar que por lo menos nos queda el pensamiento. Vamos a conversar sobre el tema con René Báez, autor de varios libros sobre América Latina y el Ecuador, ex decano de la Facultad de Economía de la Universidad Católica y catedrático del Instituto de Posgrado de la Universidad Central, doctor Honoris Causa de la Universidad Simón Bolívar de Barranquilla y miembro de la Asociación Internacional de Escritores y Artistas (IWA) con sede en EE. UU. Bienvenido, René. Gracias por estar en Palabra Suelta. ¿Cuál es la lectura que has venido haciendo del conflicto en Iraq? He venido analizando esa guerra –si se puede llamar guerra al bombardeo de un país desarmado- desde la perspectiva de la economía política, enfoque que, entre fines del siglo XIX y principios del XX, permitió a autores como Hilferding, Kaustky, Lenin y Rosa Luxemburgo avanzar en brillantes explicaciones sobre la lógica de la expansión colonial, uno de cuyos elementos básicos es la rapiña de los recursos naturales. El argumento central de los autores citados es que los operativos de expansión territorial son la consecuencia natural de la hegemonía del capital monopólico. Posteriormente, un célebre economista convencional, Joseph Schumpeter, enriquecerá esas explicaciones, introduciendo la categoría de la destrucción-creativa, que permite captar la motivación íntima del terrorismo de Estado. ¿Por qué no ha tenido continuidad esa línea de reflexión? Principalmente por la confusión que suscitara el derrumbe del "socialismo real" europeo, con el consiguiente descrédito teórico del marxismo. Pero los edificadores materiales del llamado socialismo real sustentaron sus acciones en el marco teórico del marxismo. Esa afirmación es parcialmente correcta, ya que el fondo de la cuestión sería verificar si el marxismo mantiene validez para comprender el funcionamiento del capitalismo contemporáneo; o si, por el contrario, ha devenido una pieza de museo destinada a la historia de las ideas. Más aún, pienso que el desafío intelectual mayor está en explicar el fracaso tanto del capitalismo como del socialismo histórico en tanto discursos de la Modernidad. Desde este último enfoque se ha dicho y con razón que la caída del socialismo soviético únicamente vino a anticipar la caída del capitalismo. Huelga señalar que un régimen económico-social ni se crea ni destruye en unos cuantos años, aunque la tendencia estaría marcada. ¿Por qué? Debido a que el predominio exacerbado de la ciencia positiva y el dinero –los dos ejes de la Modernidad- estaría bloqueando la solución de los problemas fundamentales del hombre y del ambiente. ¿No crees que tu afirmación sobre el derrumbe del capitalismo debería discutirse más? Si seguimos a Hardt y Negri tendríamos que decir que recién estamos asistiendo al nacimiento del Imperio, como fase superior del imperialismo tal como lo hemos conocido. El libro de Hardt y Negri es una apología subjetiva del capitalismo norteamericano, cuya notoriedad está fundada en la promoción que le ha otorgado el establecimiento y no en méritos académicos. Si miramos sin anteojeras ideológicas lo que ahora mismo está sucediendo en el planeta y, por supuesto, en Iraq, parece del todo evidente que el capitalismo internacional, en especial el estadounidense, tiene frente a sí colosales obstáculos para su reproducción "normal". ¿A qué te refieres? Estados Unidos soporta actualmente un severo problema de competitividad que incluso ha puesto en riesgo su condición de potencia unipolar, frente al creciente desafío de la Unión Europea, el Japón y estratégicamente de China. Actualmente, los soportes del poder norteamericano son básicamente de índole extraeconómica: el monopolio en la emisión de la principal moneda del comercio mundial (el dólar) y su incontestable superioridad militar. La ansiedad por preservar estos factores explica la decisión de Washington de ocupar Iraq, continuando la saga guerrerista iniciada en Afganistán, dentro de un plan geopolítico de rediseño territorial del mundo. El rompimiento de la institucionalidad internacional con el desacato de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU por parte de USA nace de la necesidad de instrumentar ese proyecto. Esta es la médula de la Justicia Infinita. La deuda de EE. UU. –la mayor del mundo- haría parte de la fragilidad de la superpotencia. ¿Qué puede suceder? El volumen de esa deuda y la continuidad de la caída del dólar frente al euro pueden desembocar en una estampida de capitales desde EE. UU., reproduciéndose un escenario similar al argentino de fines del 2001. No es un escenario de ciencia ficción. Ayer leí un artículo publicado en El País, en el cual su autor, Cooper, si mal no recuerdo, decía precisamente que son como 400 mil millones de dólares los que EE. UU. ha movido para la preparación de la guerra en Iraq y que Bush ha pedido adicionalmente 75 mil millones de dólares, que ya le fueron concedidos. El analista se pregunta: ¿Y qué después? ¿Cómo Estados Unidos va a recuperar esa gigantesca inversión? Algunos dicen que, claro, será el mismo petróleo de Iraq el que se encargará de cubrir la factura. Pero la interrogante es válida porque, se preguntaba, si se irán a sacrificar las pensiones y descuidar los servicios sociales. La guerra contra Iraq, y las que se "barruntan" contra todos los malos del mundo, tiene que interpretarse como una salida a la recesión de la economía norteamericana iniciada el 2000, que ha venido agudizándose después del fatídico 11-S. Desde una perspectiva endógena a la Unión, la Justicia Infinita tendría el sentido de sustentar un viraje de la política económica desde un keynesianismo civil, reminiscencia del New Deal, hacia un keynesianismo de guerra. En otros términos, se trataría de una decisión del complejo industrial-militar estadounidense encaminada a sepultar definitivamente el Estado del Bienestar. ¿Cuáles son los malos del mundo en los albores del siglo XXI? Los escépticos del mercado capitalista y la democracia formal. ¿Hay alternativa al mercado capitalista? Al respecto te recordaría que para autores como Chomsky el capitalismo no existe, lo que lleva ese nombre es un neomercatilismo corporativo que controla casi la mitad de la producción mundial de bienes y servicios. De otro lado, en países como Ecuador, con dólares cada vez más escasos por el dogal de la deuda y con la pobreza extendida a 4/5 de la población, resulta evidente que el mercado capitalista se está negando a sí mismo. Se ha dicho en los medios televisivos, incluso antes del actual conflicto, que hay que separar lo que son los pueblos de lo que son sus gobiernos. Hemos visto manifestaciones en Chicago y en otras ciudades oponiéndose a la guerra. Pero, de otro lado, las agencias han informado que, incluso antes de terminar el conflicto, ya la Administración Bush había asignado los contratos para la reconstrucción del país árabe. Lo último que acabas de apuntar demostraría de modo concluyente que el complejo industrial-militar está detrás de la destrucción-reconstrucción de Iraq. La duración que va teniendo el conflicto puede resultar una suerte de boomerang que va en contra del propio Bush, ya que puede ganar la impaciencia de la gente. Desde luego, ese es un efecto probable. No se tiene que olvidar que la sociedad norteamericana ha sido educada en el culto a la santidad del éxito individual (Waldo Frank) y seguramente es la más hedonista del mundo. Una guerra virtual y expeditiva le puede resultar tolerable, conforme se pudo verificar con la primera Guerra del Golfo. Pero si empieza a llegar la caravana de muertos propios, el panorama cambiaría con toda probabilidad. Es lo que aconteció en la guerra vietnamita. El Plan Colombia, para aludir a algo más cercano a nosotros, fue publicitado por el gobierno de Clinton con el lema "cero víctimas", estadounidenses se entiende. De otro lado, cabe señalar que el sistema político norteamericano está herido en su credibilidad; últimamente ha resentido la denuncia de fraude en las presidenciales del 2000 y los escándalos de corrupción corporativa que han venido jalonando al "crack" financiero y que han involucrado a figuras tan prominentes del establecimiento como George W. Bush y Dick Cheney. El hedonismo del que hablaste es una contradicción con el planteamiento weberiano. Desde luego, el capitalismo frugal, ascético y apacible al que se refiriera Weber, si existió alguna vez como modalidad predominante, es evidente que no existe más, tanto menos en el mundo de las altas finanzas. Hoy día empecé mi labor contándole a la gente algo que había visto en la televisión española referido a la muerte de Julio Anguita, un reportero de un diario español, El Mundo o El Siglo, que murió hoy, en un ataque que los iraquíes hicieron a un cuartel donde se había refugiado. El periodista era hijo del dirigente de la Izquierda Unida, Julio Anguita. España se lamentaba y todo el mundo lloraba esa pérdida. La batalla informativa también ha sido terrible. ¿Dónde está la verdad? ¿Cómo receptas este tipo de noticias? La muerte de un ser humano hiere mi humanidad, me disminuye como ser humano, atenta contra mis valores y mis creencias. Respecto de los medios, pienso que están abocados a un dilema hamletiano. Concretamente, a alinearse con los intereses neocolonialistas del eje Washington-Londres- Madrid, o a asumir una posición de independencia y objetividad. No se puede servir a dos amos simultáneamente. ¿A través de qué medios has venido informándote de lo que acontece en el frente iraquí? A través de la prensa de mayor circulación en Ecuador. La Agencia Latinoamericana de Información (ALAI) ha venido proveyendo noticias e interpretaciones muy interesantes. Naturalmente, también me he servido de algunas de las múltiples posibilidades que ofrece internet? ¿Qué opinas de internet? Internet es una inmensa paradoja: nacida como un mecanismo de control del Pentágono, ha devenido también en un instrumento de contacto y coordinación de los militantes de la "otra" globalización. ¿Cómo crees que va a proyectarse a América Latina la Operación de Liberación de Iraq? La Justicia Infinita no es nueva ni parcial. Coyunturalmente, la guerra contra el ex aliado Hussein ha sido denominadas sarcásticamente Operación Libertad, pero ahora mismo en nuestro subcontinente tiene otros disfraces: ALCA, Plan Puebla Panamá, Plan Colombia, Iniciativa Regional Andina. Se trata de un operativo que ya cumplió 500 años. ¿No podrías identificar algunas contribuciones benéficas de EE. UU. a la humanidad? Por supuesto. Si nos referimos a la política, por ejemplo, la formulación que hizo Lincoln de la democracia como "el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo" iluminó la lucha contra los resabios del esclavismo en muchos lugares. Algo similar podría decirse de la lucha y el sacrificio más recientes de Martin Luther King, un apóstol de los derechos civiles de los negros. En la misma esfera de la política, no se tiene que olvidar que la EE. UU. fue tierra de libertad y prosperidad para innumerables científicos, intelectuales y artistas que salieron de una Europa ensangrentada por el nazifascismo. A través de Poe, Whitman, Faulkner, Steinbeck, Hemingway, y tantos otros, la sociedad norteamericana ha enriquecido la estética universal. Y para los tiempos que corren, pienso que autores estadounidenses como Noam Chomsky, Susan Sontang, James Petras, Susan George…están alumbrando acaso con el mejor discurso la crítica a la globalización corporativa. (Transcripción de Yolanda Vaca)
https://www.alainet.org/fr/node/107760
S'abonner à America Latina en Movimiento - RSS