Gutiérrez-Zuquilanda: despilfarro de soberanía
05/07/2004
- Opinión
Después de la ruptura con
la CONAIE y Pachacutik en agosto del 2003, una constelación de
deprimentes episodios ha jalonado la acción diplomática del
gobierno del coronel (r) Lucio Gutiérrez de cara al eje
Washington-Bogotá. Se alude a sucesos como los siguientes:
° La designación como canciller de Patricio Zuquilanda, en
sustitución de Nina Pacari, a sugerencia de la embajadora
estadounidense Kristie Kenney, conforme reportaran distintos
medios.
° La firma de un acuerdo con Bogotá, en el marco de una visita
de Álvaro Uribe a Quito, instrumento por el cual el país cedió
al Estado colombiano la gestión de un puesto de control
migratorio. En la ocasión, el tándem Gutiérrez-Zuquilanda
retiró, de facto, una demanda para que el vecino norteño
delimite las fumigaciones en la zona fronteriza… a cambio de
que se constituya una comisión científica binacional para que
dictamine sobre los efectos perniciosos de los agrotóxicos!
° El silencio de Carondelet ante denuncias de la
administración Bush enderezadas a doblegar la moral de las
Fuerzas Armadas con imputaciones genéricas de "corrupción",
formuladas a propósito de ventas ilegales de armas a grupos
irregulares colombianos; el mutismo oficial resultó tanto más
irritante cuanto que coincidió con nuevas informaciones sobre
aprovisionamientos de material bélico a las FARC por parte de
la CIA, ventilados en el marco del "affaire" Montesinos.
° Las timoratas declaraciones de funcionarios del
"gutierrismo" cuando la norteamericana DEA, Operación
Aniversario mediante, colocó tras las rejas a narcotraficantes
de los carteles de Portoviejo y Sinaloa, entre ellos a César
Fernández, un mecenas del oficialista Partido Sociedad
Patriótica. El objetivo de Washington no era otro que
chantajear al aliado "sudaca" para lograr un mayor
involucramiento del Ecuador en la guerra civil colombiana con
la velada acusación de sustentar una "narcodemocracia".
° La pusilánime respuesta del Coronel a su colega Uribe cuando
éste, por razones de política doméstica, embistió contra los
uniformados nacionales por la supuesta entrega de un "rocket"
a los seguidores de Manuel Marulanda, arma que habría sido
utilizada en un atentado en contra del dirigente empresarial
Jorge Visbal. Lejos del enérgico rechazo esperado por la
ciudadanía, Gutiérrez se limitó a enviar a Zuquilanda a Bogotá
virtualmente a pedir disculpas al afrentoso inquilino de la
Casa de Nariño.
° La contratación a la estadounidense Dyncorp para el
suministro de asistencia técnica a la Fuerza Aérea Ecuatoriana
(FAE). La Dyncorp es mundialmente conocida por su
"especialización" en guerra química, torturas, prostitución
infantil, etc. El estupor que la noticia provocó en la
opinión pública forzó al Ejecutivo a rescindir el malhadado
convenio. No obstante, la tristemente célebre empresa
continúa operando en la base de Manta supuestamente en otros
menesteres.
° La suscripción de un acuerdo con el Pentágono para que, a
pretexto de la instalación de estaciones de acopio de
materiales sanitarios en las provincias de Guayas, Azuay y
Sucumbíos, Washington se hiciera de nuevas bases militares en
nuestro territorio, en una suerte de "sucursalización" del
mencionado fortín mantense. Desatado el escándalo en el
Congreso, el convenio fue anulado por temor a que se
reeditaran en estas latitudes acontecimientos como los que, en
Bolivia, se saldaron con la fuga a Miami de "Goni" Sánchez de
Lozada.
° Las cantinflescas posturas de personeros oficiales, incluido
el premier Raúl Baca, frente a la violación de la soberanía
perpetrada en el operativo montado por la CIA, el FBI y la
Policía "paisa" que culminó con la captura, en Quito, de Simón
Trinidad, dirigente de las FARC. El incidente, difundido por
The New York Times y Le Monde, a la par que evidenció el
elevado grado "desnacionalización" de la Policía, inauguró en
suelo ecuatoriano la segunda fase del Plan Colombia-Iniciativa
Regional Andina. Según Kintto Lucas, la nueva fase –
ulteriormente identificada como Plan Patriota- comporta "la
entrada en vigencia de la coordinación operativa entre los
servicios de inteligencia y las fuerzas militares y/o
policiales de varios países, además de la entrada en combate
en el Putumayo, primero de tres batallones del ejército
colombiano adiestrados por instructores estadounidenses… y
luego de dos batallones similares, conforme a lo dispuesto en
la Iniciativa Regional Andina". (Tintají, enero del 2004).
° La puesta en marcha de una "matriz de seguridad" fronteriza
por parte de James Hill, jefe del Comando Sur, en su visita al
país de enero del 2004. Respecto de esa instrumentación, el
ministro de Defensa, general (r) Nelson Herrera, declaró no
tener conocimiento alguno.
° La apropiación pretendidamente legal de la isla galapagueña
Baltra por parte de la FAE, como paso previo a su
arrendamiento a la potencia mundial. La presión de los medios
y un informe de la Procuraduría bloquearon la aberrante
enajenación.
° El "destape" del Plan Patriota por parte del oligárquico
régimen uribista en reciprocidad a la reivindicación de los
tradicionales postulados de la diplomacia nacional –respeto a
la soberanía, autodeterminación de los estados, solución
pacífica de los conflictos- realizada teatralmente por el
mandatario ecuatoriano en su último periplo por la capital
colombiana. En lo inmediato, el referido Plan colombo-
estadounidense se ha concretado en la movilización de entre 15
y 18 mil efectivos norteños con la misión de empujar hacia el
sur a los insurgentes de las FARC y el ELN, así como en el
"reciclamiento" de los paramilitares de las AUC.
° Una reciente denuncia de la Asociación Latinoamericana de
Derechos Humanos (ALDHU) sobre el hundimiento a cañonazos de
embarcaciones ecuatorianas desde el 2001 -ocho según la
entidad internacional, alrededor de 50 conforme a otras
fuentes- en los límites constitucionales de las 200 millas de
mar territorial ha dado pábulo a nuevos episodios indignantes.
El hecho es que, pese al reconocimiento oficial por parte de
Estados Unidos de su responsabilidad en las exacciones
impugnadas por la ALDHU, el inefable Zuquilanda ha requerido
de "pruebas contundentes" antes de elevar la protesta, y, en
una suerte de evasión surrealista, ha apuntado que actualmente
"el Ecuador se encuentra jugando en las ligas mayores de la
diplomacia y listo para ser miembro de las economías más
grandes del mundo". Cuestionado por su obsecuencia al diktat
de Washington y Bogotá, habría justificado el viraje
respondiendo que "hasta hace poco la diplomacia ecuatoriana
estuvo al servicio de intereses de otros países". (El
Comercio, 27 de junio del 2004). Afirmación que, por cierto,
le valió una severa y pública reprimenda de los ex cancilleres
José Ayala Lasso, Antonio José Lucio Paredes, Galo Leoro
Franco y Luis Valencia Rodríguez.
¿Qué dirán desde sus tumbas los anónimos héroes del Cenepa de
esta bacanal de servilismo y estulticia?
Quito, 5 julio del 2004
* René Báez es profesor de Economía de la PUCE y miembro de la
IWA.
https://www.alainet.org/fr/node/110214
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