Lima El informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), es claro en denunciar una implícita “guerra interna contra los indígenas”, que nos ha costado mas de 70,000 muertos, este terrible “costo social” fue perpetrado simple y llanamente para detener el protagonismo indígena en el Perú. Falta mucho para que pongamos término a la verdadera raíz de la guerra histórica contra los pueblos indígenas, que se expresa hoy en el racismo estructural y que se fortalece cada día que pasa; que no es la visión “light” de los que no dejan entrar a cholos y negros en las discotecas “criollo- fashion” de Lima, NO, me refiero mas bien al racismo del Congreso de la República que no permite que el reconocimiento a la existencia de los Pueblos Indígenas y sus derechos históricos entren a la Constitución, me refiero a los racistas que prefieren reciclar la Constitución fraudulenta de Fujimori, a los que quieren impedir una ASAMBLEA CONSTITUYENTE CON PARTICIPACIÓN DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS. En enero en un artículo (1) adelantaba: “... Estamos otra vez previendo situaciones graves, pero desgraciadamente crónicas en nuestro país...”, en mayo se produjo el “ajusticiamiento” del alcalde Cirilo Robles en Ilave; que fue el inicio de la irrupción de los Aymaras como un pueblo que busca desarrollo y prosperidad con la única herramienta efectiva que tienen los pueblos para conseguirlo: La autonomía. Luego vinieron las réplicas en Tilali y Ayo-Ayo, pueblos aymaras “fronterizos”, que estarán marcando el ritmo de la gobernabilidad del área andina en la etapa que se avecina. Si hacemos un recuento de los acontecimientos de gobernabilidad, muy “movidos” en estos últimos dos años en la región andina y Sud América, desde las luchas del Kollasuyu en defensa del “gas para los bolivianos”, y la expulsión por la fuerza del ex presidente “Goni” Sánchez de Lozada, hasta el triunfo reciente de Hugo Chávez en el último referéndum, la cosa política tiende a desplazarse cada vez mas a una contienda en que el factor étnico y la lucha de los pueblos indígenas esta haciéndose protagonista. Fueron los aymaras bolivianos los que con su instinto político e histórico, impidieron que el gas boliviano sirva para fortalecer a la mas fuerte y astuta burguesía criolla del subcontinente, como es el criollaje chileno. Con todo, los Aymaras, anularon “al peón del centro del tablero” con el que los EEUU pretendía desequilibrar y hasta anular las negociaciones de Brasil para construir el MERCOSUR, y que con la entrada reciente de México y el triunfo de Chávez en Venezuela, se esta consolidado. Este es el transfondo del asunto de la gobernabilidad en Sudamérica, lo demás son “juegos de guerra” entre criollos y el fracaso anticipado de Buhs en las elecciones venideras. Aunque esto de la “salida del gas por el Perú”, con Toledo en el gobierno peruano, es una lotería en manos de un presidente con apellido de Virrey, que depende mucho de “La Moneda”, que viene de Chile, de los grandes capitales mapochinos invertidos en los últimos años, tras la compra de las “baratijas” en que fue convertido por Fujimori el capital de las grandes empresas peruanas, en la década de los 90’. Sin embargo, los chilenos están ya notificados, y hace años vienen desarrollando una febril "política indigenista" dentro y fuera de su país. Hace muy poco el Gobierno chileno lanzó una Política de Estado llamada “Nuevo Trato y Justicia Histórica”, para frenar la ola de conflictos Mapuches que tuvo que afrontar el gobierno de Lagos, a pesar que en los últimos años, las acciones de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI) estuvieron bien orientadas y dirigidas a cooptar y ganar para el Estado Chileno a los dirigentes mapuches, aymaras y hasta Rapanuis de la Isla de Pascua. Tanto despliegue y eficiencia de política “indigenista” chilena, dejaría mas que pálida a la Dra. Karp, agobiada por las acusaciones de corrupción en la Comisión Nacional de Pueblos Andinos (CONAPA), tras el fracaso rotundo del PDPIA (proyecto del BM para “reforzar la capacidad de organización y gestión de los pueblos indígenas del Perú”) tras la malversación en jugosos sueldos a sus partidarios, del primer millón de dólares de los cinco comprometidos por esta agencia multilateral. Esto es mas de lo mismo que hacen los gobiernos criollos con el “Estado botín”; lo diferente es que lo haga quien aparenta ser “fanática” de los indígenas, ya que en lo que va de la República es el peor perjuicio que gobierno alguno les ha podido ocasionar a los indígenas del Perú, sin autocrítica ni rubor alguno . Ahora se apresta, con su “equipo” a desfondar el Fondo Indígena; importante organismo creado con la finalidad de promover el “desarrollo con identidad” de los indígenas de nuestro continente. Pero en lo que va de su gobierno el presunto “cholo sano y sagrado” esta haciendo quedar tan mal a los indígenas que mas le valdría emular a Michael Jackson. Esta “trapeando” y tirando por los suelos los emblemas, banderas y sobre todo la dignidad de los indígenas peruanos. ¿Metidas de pata de un inexperto...?, ¿Traición a la patria...?, ¿Desarreglos de un oportunista?, o ¿Plan premeditado?..., pronto lo sabremos. Pero ese presunto “indígena”, nunca debio de profanar el sagrado símbolo andino de la Cruz “Chakana” y la bandera de los siete colores, ahora el castigo de los Apus sera ejemplar. Regresando al territorio “fronterizo” de Ilave, Ayo-Ayo y Tilali, mas que una frontera de dos repúblicas, sus municipios son el extremo donde se tocan las fronteras de la civilización andina y la occidental. Por eso es que han estallado de esa forma. El ciudadano peruano esta harto de la clase política criolla y su Estado genéticamente corrupto, que contamina los distritos y provincias con sus Concejos Municipales que son los fortines de “los mafiosos” acriollados de los pueblitos. Los aymaras puneños que derrotaron el violentismo absurdo hace pocos años atrás, están allí otra vez donde las fronteras de civilización se rozan y chocan donde se ven “cara a cara” los Ayllus resistentes e invencibles de los comuneros indígenas, con los representantes del poder criollo de los Estados-república. Pues bien, la Comisión creada en el Congreso para investigar los irregulares procesos que han enviado al tacho a la CONAPA y al proyecto PDPIA, ha concluido en que “el Perú, no tiene una política de Estado para los pueblos indígenas”. Es decir declaran sin asco, que no saben qué hacer con los problemas de Ilave, Tilali, etc. y más perdido aun estaba el congresista aprista Patricio Mulder que declaro en la TV: “La CONAPA se hizo por un capricho de la Dra. Karp y no atendiendo a una necesidad real del país”; claro, ¿Qué necesidad tiene la clase política criolla peruana de ocuparse de los indígenas dentro de “su país”? ...mientras los Chilenos “les están robando a sus cholos en el sur”, estos criollos peruanos, están en la perfecta “luna de Paita”. Pero este es el Perú de ahora, los cusqueños ríen con sorna cuando dicen: La desgracia del país esta resumida en que nos gobierna “Un cholo que quiere ser gringo y una gringa que quiere ser chola”. Mientras los criollos celebran sus fiestas patrias, y no terminan de “repartirse la torta del congreso”; maduran en el sur, en la frontera peruano-boliviana, por lo menos seis planes diferentes que se mezclan y están en vías de negociarse: El plan Chileno, el plan Judío, el plan Japonés, el plan Brasileño, el plan USA, que según denuncia pública ya tiene varias bases militares en territorio “patrio”... y finalmente esta,...el Plan Aymara, que es el mas pobre; pero como dueño de casa y muy por el contrario a sus limitaciones representa hoy la única AGENDA o perspectiva clara para el futuro “nacional” del Perú y de la región andina, resumida en solo dos puntos: 1. Por una constitución o contrato social que incluya a todos los PUEBLOS Y NACIONES que componen el país; y 2. Por una REGIÓN AUTONÓMICA AYMARA. Esto dará capacidad para que los aymaras negocien con sus parientes “del otro lado”, –sin intervención de los criollos limeños y paceños- la creación de una “región autonómica aymara binacional”, que comience una reintegración peruano-boliviana y se constituya como pueblo aymara en una bisagra efectiva y suficiente, para dar una solución al problema de la mediterraneidad del altiplano, y finalmente para usar el gas para el “desarrollo con identidad” de todo Bolivia y del sur andino peruano, que es la región mas pobre del país. Este será el inicio del gran proyecto de LA UNIÓN ANDINA, sueño incásico-bolivariano que ya se nota alcanzable.