Guerras y ciclones son una tragedia para los pobres pero una bendición para el gran capital
26/09/2005
- Opinión
En su libro "Capitalismo, Socialismo y Democracia" (1942), el economista Joseph Schumpeter afirmaba que "el capitalismo es por naturaleza una forma o método de cambio económico" de sustitución de lo viejo por lo nuevo, a lo que denominaba "destrucción creativa" (nuevos consumidores, nuevos bienes, nuevos métodos de producción o transporte, nuevos mercados, nuevas formas de organización industrial, etc.).
La guerra sería la forma más drástica de "destrucción creativa" inherente al capitalismo. Otras formas de "destrucción creativa" que benefician al gran capital son las grandes catástrofes, como el tsunami y los ciclones.
El vicepresidente de Estados Unidos Dick Cheney fue desde 1995 hasta agosto del 2000 Director Ejecutivo de Halliburton, la más grande compañía mundial de servicios vinculada a la industria petrolera. Después asumió la Vicepresidencia pero sigue cobrando de la empresa: 194.852 dólares en 2004. Halliburton mantuvo estrechas relaciones comerciales con una empresa petrolera rusa, la Tyumen Oil Co., acusada de estar vinculada a la mafia rusa y al tráfico de drogas. Bajo la dirección de Cheney, la sociedad Halliburton, en buena parte a través de su subsidiaria Kellog Brown & Root, obtuvo contratos gubernamentales por 2.300 millones de dólares, la mayoría de ellos con el Ejército, para construir instalaciones militares en Albania, Bosnia, Kosovo y Haití, entre otros lugares (Cheney Led Halliburton to feast at Federal Trough. State Department questioned deal with firm linked to Russian mob, _www.public-i.org./story_ (http://www.public-i.org./story) ).
Después Halliburton adquirió una posición dominante en la "reconstrucción" de Irak. En marzo de 2003, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército estadounidense encargó a Kellog Brown & Root (KBR), subsidiaria de Halliburton, la reparación de las infraestructuras petroleras iraquíes según las modalidades definidas por Halliburton tres meses antes. Todo ello sin licitación. Halliburton pasó del décimonoveno lugar entre los proveedores de las fuerzas armadas estadounidenses en 2002 al primer lugar en 2003, por un total de 4200 millones de dólares, comprendido el mantenimiento y la alimentación de las tropas de Estados Unidos en el extranjero, negocio que en setiembre de 2004 representaba 8600 millones de dólares, incluyendo sobrefacturaciones, mil millones de gastos "dudosos" y 422 millones de gastos "injustificados", según un informe de la comisión política demócrata del Senado estadounidense. KBR facturaba 20.000 comidas por día y servía 10.000, incluyendo alimentos congelados vencidos después de un año. "Prácticamente todos los aspectos del contrato quedaron bajo el control de la oficina del Secretario de Defensa, Donald Rumsfeld. Eso me perturbaba". (Bunnatine Greenhouse, responsable de la atribución de contratos del Cuerpo de atribución de contratos del Cuerpo de Ingenieros). (Diario Le Monde, 30/06/2005: "Les démocrates relancent l'offensive contre les "passe-droits" accordés par l'administration Halliburton")
Katrina, como el tsunami, una "maravillosa oportunidad". El 11 de setiembre de 2005 despachos de AFP y de Reuters y el 12 el diario «La Jornada» de México informaron que la corporación Halliburton comenzaba a ser señalada en la Bolsa de Valores de Nueva York como la más probable beneficiaria de los principales contratos de reconstrucción de Nueva Orleáns, cuyo costo oscilará entre los 100 mil y 200 mil millones de dólares, según cálculos de aseguradoras y analistas.
Como consecuencia, las acciones de esta compañía, con sede en Houston, aumentaron su precio en más de 10 por ciento hasta llegar a 65 dólares por título. El incremento en su cotización impulsó al alza el índice Dow Jones de la bolsa neoyorquina.
El 3 de septiembre Halliburton anunció que una de sus subsidiarias, Kellogg Brown y Root (KBR), había sido contratada por la Marina de Estados Unidos para restablecer la energía, reparar techos y remover desechos en tres instalaciones navales dañadas por Katrina. KBR también realiza un balance de daños en otras instalaciones ubicadas en el puerto azotado por el huracán. El trabajo es realizado de acuerdo con un contrato de 500 millones de dólares firmado con la Marina en 2004, cuyo objetivo es dotar de servicios a esta rama militar, en casos de emergencia causados por desastres naturales o conflictos militares. Otra empresa, Shaw Group Inc., celebró contratos con la FEMA (Federal Emergency Management Agency) por cien millones de dólares y con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército por otros cien millones. Bechtel National Inc., también del núcleo de empresas cercano a la Casa Blanca (1), fue seleccionada por FEMA para proveer viviendas provisorias para la gente desplazada por el huracán.
Joe Allbaugh es un "lobbysta" (persona con contactos de alto nivel que se ocupa de conseguir contratos a las empresas), dos de cuyos clientes son precisamente Kellogg Brown y Root (KBR), subsidiaria de Halliburton y Shaw Group Inc.
Joe Allbaugh dirigió en el 2000 la campaña electoral del binomio Bush-Cheney y luego Bush lo nombró director de la FEMA, cargo que dejó en marzo de 2003 para dedicarse a "lobbysta".
Por si no fuera suficiente la intención gubernamental de otorgar la parte del leó
https://www.alainet.org/fr/node/113056
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