Asamblea del FMI en Singapur: La reforma es y será sin autocrítica

19/09/2006
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Se aprobó la reforma del organismo que otorga más poder a las “nuevas” potencias. Pero el futuro de la institución es incierto. Lo que carece de incertidumbre alguna es el mantenimiento de su rol de guardián del sistema financiero vigente. Unos 24 países que representan a casi la mitad de la población mundial, a casi toda América Latina, Africa y gran parte de Asia, asociados en el Grupo de los 24 (G-24) no pudieron impedir que el Fondo Monetario Internacional (FMI) introduzca la reforma impulsada por su director gerente, Rodrigo de Rato, e impulsada por las potencias económicas. Esto se debe a que el peso en materia de votos del G-24 es de sólo el 9,6 por ciento del total. Como ejemplo basta mencionar que los 90 miembros más pobres integrantes del organismo tienen sólo el 4 por ciento de los votos. Los grandes beneficiados con la reforma fueron China, Turquía, la República de Corea y México. Al incrementarse el poder de estas naciones y mantenerse el de los países desarrollados, ¿adivinen de dónde salió esa diferencia? Acertó, el G-24 perdió poder dentro del organismo creado a partir de los acuerdos de Bretton Woods, cuando la larga noche de la II Guerra Mundial comenzaba a dar paso a la claridad del alba. La votación marcó la continuidad de la división entre ricos y pobres, débiles y poderosos. Para vetar una decisión del directorio, hacen falta el 15 por ciento de los votos. Estados Unidos es el único país con poder de veto en soledad ya que dispone del 17,06 por ciento de los sufragios. Un grupo de pequeños países europeos –escandinavos, más Suiza y Holanda- suelen actuar en conjunto, por lo que, sumados, pueden vetar cualquier disposición. Compárese con el exiguo cuatro por ciento que les corresponde a las 90 naciones más pobres. Esta situación no va a cambiar porque sencillamente no existe voluntad de cambiarla. Aunque el directorio del organismo prometió realizar una segunda reforma más profunda en menos de un año, que considere el interés de todos los países. Pero el final del proceso nadie lo tiene claro. A pesar del alineamiento de México con Estados Unidos desde que el presidente Vicente Fox llegó a la Residencia de los Pinos, su secretario de Hacienda se animó a criticar a su poderoso vecino del norte. “Tener más poder no ayuda cuando hay alguien que tiene poder de veto”, dijo Francisco Gil Díaz en la ciudad-estado del Sudeste de Asia. Los países menos avanzados tienen posibilidades nulas de introducir cambios en el Fondo en tanto no se altere esta situación, que, como hemos dicho, no se quiere cambiar. Por motivos como los expuestos, un importante núcleo de países propuso alternativas que una década atrás hubieran asustado hasta a los progresistas de entonces. Las dos propuestas más firmes tienen su origen en aquella remota región y en Venezuela. Muchos ministros del Asia Pacifico se preguntan si no es hora de formar su propia institución que suplante el Fondo, que ayude a aquellos países que atraviesen crisis graves y que no quieran recibir préstamos de Washington, siempre condicionados a reformas reaccionarias. La segunda proposición, que se vincula también el Movimiento de los No Alineados (NOAL), fue presentada por el presidente de Venezuela. Hugo Chávez propuso la creación del Banco del Sur con las reservas que el Tercer Mundo posee en los bancos del Mundo Desarrollado. La situación mundial es propicia para que las naciones otrora dependientes, tercermundistas, subdesarrolladas o como queramos denominarlas creen sus propias instituciones alternativas a las manejadas por Washington, Bruselas y Tokio. Las reservas monetarias del Tercer Mundo son incalculables, el comercio Sur-Sur crece a pasos firmes, no se avizoran crisis inminentes, la inflación está controlada, la mayoría de los países disfrutan de superávits gemelos (fiscal y comercial) y quieren un comercio más abierto. Quieren exportar lo que producen, y no lo que las potencias quieren que les vendan. Las condiciones para la creación de un FMI “No Alineado”, un Banco Mundial “alternativo” y una Organización Tercermundista del Comercio (OTC) están dadas. Tomar la decisión es lo que falta. Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina
http://www.prensamercosur.com.ar
https://www.alainet.org/fr/node/117172?language=en
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