La vuelta de los “halcones”

04/11/2006
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Los israelíes suelen resistirse a tildar a sus compatriotas de racistas y más aún de fascistas. Sin embargo, cuando se trata de buscar un calificativo idóneo para Avigdor Lieberman, jefe de filas del partido “Israel beiteinu” (Nuestra Casa Israel), agrupación política que congrega a los inmigrantes provenientes de la antigua Unión Soviética, los comentaristas políticos no dudan en emplear estos vocablos. Con razón: el nuevo viceprimer ministro no se molesta en disimular su ideología radical a la hora de analizar el peligro que supone para la supervivencia del Estado judío la minoría árabe de Galilea.

Liberman es partidario de la creación de un Estado palestino en parte de los territorios ocupados. Como contrapartida, exige la expulsión de los israelíes de origen árabe hacia el nuevo Estado. Por si fuera poco, este adalid de la extrema derecha contempla la posibilidad de levantar la inmunidad parlamentaria de quienes se niegan a defender a rajatabla la política de la derecha conservadora y/o de “llevar al paredón” a los parlamentarios árabes sospechosos de haber traicionado el ideario del Estado sionista.

El reciente ingreso de Avigdor Lieberman en el ejecutivo provocó un profundo malestar en el seno de la opinión pública israelí, que no duda en calificar a este inmigrante proveniente de la ex República Socialista Soviética de Moldavia de acérrimo enemigo de los valores humanistas. Algunos políticos hebreos hacen suyas las críticas de los diputados árabes y de algunos medios de comunicación que tachan a Lieberman de un atípico Joerg Haider o Jean-Marie Le Pen, haciendo especial hincapié en su sectarismo y sus manifestaciones racistas, poco conformes con las líneas maestras del programa gubernamental, que contempla el respeto de los derechos cívicos de las minorías.

Los partidos de centro izquierda, laborismo, Meretz (izquierda radical sionista), etc., lamentaron la decisión de Ehud Olmert de acoger a Lieberman en el Gabinete. Recuerdan que el líder de Israel Beiteinu fue expulsado del Gobierno en 2004 tras oponerse al plan de retirada unilateral de los territorios ocupados ideado por el entonces Primer Ministro, Ariel Sharon. Pero las protestas pasaron a un segundo plano después del nombramiento de varios “barones” de las agrupaciones tradicionales en puestos clave de la Administración. Conviene señalar que el único político que renunció a su cargo fue el laborista Ofir Pines-Paz, titular hasta el pasado lunes de la cartera de Cultura y Deporte. Mientras la mayoría de los líderes históricos optó por hacer la vista gorda, Pines-Paz anunció su decisión de encabezar la lista renovadora en las próximas elecciones internas del Partido laborista.

La presencia de Lieberman en el Gobierno de Ehud Olmert y, sobre todo, su cargo de Ministro encargado de las llamadas “amenazas estratégicas”, reabre el debate sobre la voluntad de Israel de auspiciar junto con los Estados Unidos una campaña bélica contra el régimen islamista de Teherán. Sabido es que las autoridades de Tel Aviv llevan tiempo tratando de persuadir al actual inquilino de la Casa Blanca sobre la necesidad de acabar cuanto antes con la supuesta amenaza nuclear que representa el país de los ayatolás.

La reciente radicalización de la Autoridad Nacional Palestina supone otra “amenaza estratégica” para Israel. Incumbe a Lieberman evaluar el nivel de peligrosidad, ficticio o real, de la plana mayor de Hamas y recomendar la adopción de medidas pertinentes contra estos “enemigos” del Estado judío. Hace unos meses, cuando el “talibán anti-islámico” de la Casa Blanca, Daniel Pipes, trató de recordarle al político ruso que la casi totalidad de los ex jefes de Gobierno hebreos que se habían comprometido a no negociar con los palestinos acabaron incumpliendo sus promesas, Lieberman contestó fríamente: “descuide, esto no pasará cuando yo sea Primer Ministro”. Más claro…

- Adrián Mac Liman es escritor y periodista, miembro del Grupo de Estudios
Mediterráneos de la Universidad de La Sorbona (París)

Fuente: Centro de Colaboraciones Solidarias (CCS), España.

www.solidarios.org.es



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