Candidato presidencial aboga por reforma agraria
Fernando Lugo: una figura que sigue creciendo
19/06/2007
- Opinión
El ex obispo sigue sumando apoyo a favor de su candidatura presidencial. Cuenta con más del 60 por ciento de intención de voto. Mientras tanto, el oficialismo intenta montar una campaña en su contra.
El candidato presidencial en Paraguay, Fernando Lugo, obispo católico suspendido por el Vaticano en el ejercicio de su ministerio, abogó por una profunda reforma agraria en caso de ganar las elecciones.
Mientras el Partido Colorado -oficialismo en Paraguay desde hace varias décadas- monta una campaña en contra del candidato presidencial y obispo católico suspendido por el Vaticano, Fernando Lugo, este declaró recientemente que el añejo partido sabe ganar elecciones y tiene en sus manos todo el aparato estatal.
A su vez, Lugo explicó que los Colorados “tienen mayoría en la justicia electoral, tienen la Corte Suprema de Justicia, tienen cómo manipular los padrones, el uso de las urnas electrónicas y los jueces electorales”.
El ex obispo, en entrevista exclusiva con el diario local Página 12, se manifestó confiado en poder triunfar electoralmente a pesar de aquello, porque según su visión a los colorados les falta lo más importante: la mayoría de la ciudadanía.
"No será fácil pero no es imposible ganar las presidenciales porque la ciudadanía paraguaya está en condiciones, no de derrotar la hegemonía del Partido Colorado, pero sí de derrotar a una cúpula mafiosa que se ha adueñado de ese partido", afirmó Lugo.
En este sentido el candidato a las presidenciales recordó que esa divisa política en sus principios fundacionales es popular, servidor del hombre libre, con grandes reivindicaciones sociales.
Fernando Lugo, de 56 años y con poco más de un 60 por ciento de intención de voto en encuestas de opinión realizadas en Paraguay, advirtió que la sanción que le impuso el Papa Benedicto XVI es de “tipo moral y que, además de ser temporal tiene por objeto que pueda pensar”.
La sanción en cuestión sobrevino después que Lugo informara que decidió participar como candidato en las futuras elecciones presidenciales que se llevarán a cabo en Paraguay durante 2008.
Además, Lugo aseguró que políticamente su candidatura cuenta con el apoyo del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA); Encuentro Nacional; la Democracia Cristiana, y otros partidos pequeños.
Explicó después que con su programa económico quiere revertir los graves desequilibrios sociales existen en Paraguay donde la mayoría -de la sociedad- vive en un nivel de pobreza y el 30 por ciento en la miseria absoluta.
El ex obispo, afirmó que una reforma agraria “es ineludible en un país donde hay grandes brechas en la tenencia de la tierra, una distribución escandalosa en la tenencia de la tierra y no se puede pensar en un país serio con paz social, sin que se piense en una reforma integral”.
Por su lado, el gobierno paraguayo en una agresiva campaña insiste en que el ex obispo está inhabilitado para ser candidato a la presidencia. Los argumentos vagos que postula el oficialismo añejo, se basan en que Lugo está inhabilitado porque sigue siendo un religioso aunque esté suspendido por el Vaticano.
El ministro de Defensa, Roberto González, quien es jefe de campaña electoral del oficialista Partido Colorado, aseguró que "monseñor Lugo es ministro de la Iglesia Católica y sólo el Santo Padre Benedicto XVI le puede conceder la dispensa para abandonar la vida religiosa y hacer carrera política (...) entonces, está inhabilitado por la Constitución".
Sin embargo, esto técnicamente es incorrecto, cabe destacar que el 25 de diciembre pasado, el ex obispo del norteño departamento de San Pedro, presentó su renuncia ante la oficina local de la Nunciatura Apostólica. Días después, el papa Benedicto XVI dictó la medida disciplinaria de suspenderlo por tiempo indeterminado pero, al mismo tiempo, lo invitó a retornar al redil argumentando que un sacerdote es designado obispo para toda la vida.
Además, varios juristas paraguayos y de otras nacionalidades sostienen que Fernando Lugo, al renunciar a sus votos de ministro de la Iglesia Católica, se convirtió en ciudadano común con todas las garantías y derechos por lo que está habilitado a ser candidato a la Presidencia.
El doctor Miguel Angel Pangrazio, reconocido profesional del derecho en Paraguay, en una entrevista concedida al diario ABC, sostiene que Lugo está habilitado para ser candidato a la presidencia.
El conocido jurista se remite al artículo 235 de la Constitución Nacional, que en su inciso 5 establece como inhabilidad para candidatearse a presidente de la República la condición de ministro de cualquier religión o culto para señalar que, “a contrario sensu (en sentido contrario), el ex religioso que renunció a tal investidura - en alusión a Lugo que desistió de su calidad de obispo en diciembre pasado - se convirtió en ciudadano común con todas las garantías y derechos que le acuerda la legislación paraguaya”. “Es la situación de un sacerdote que optó por la vida civil y renunció a sus votos de eclesiástico”, afirmó al rotativo paraguayo.
A su vez, Pangrazio resaltó que por los artículos 9 y 25 de la Carta Magna “toda persona tiene el derecho a ser protegida en su libertad y a la libre expresión de su personalidad y a la formación de su propia identidad”.
“El religioso que se apartó o retiró de la función clerical dejó de ser ministro de esa religión o culto para convertirse en un ciudadano igual que sus connacionales”, resaltó el profesional del derecho. Y agregó: “Si no fuese esta la interpretación estaría discriminado y por lo tanto en trasgresión al Art. 47 de la Constitución y el 277 del Código Civil”. Puntualiza que “el ministro de cualquier religión en funciones sí está inhabilitado a candidatarse” y que “el que renunció a sus votos y ministerio está habilitado. Un código extranjero como el Canónico o el Corán no puede prevalecer sobre nuestras leyes”, dijo. Luego mencionó que el Art. 1 del Código Civil dice que “las leyes son obligatorias en todo el territorio de la República desde el día siguiente al de su publicación o desde el día que ellas determinen”.
Tanto Lugo con su movimiento Tekojojá (Igualdad, en guaraní) como el PLRA integran la denominada "Concertación", agrupación de partidos y movimientos opositores que buscan acordar una unidad programática y de candidatos para desalojar al enquistado gobernante Partido Colorado, tras 60 años ininterrumpidos en el poder.
En ese marco, y con los apoyos, no sólo de partidos o agrupaciones políticas, sino de más del 60 por ciento de la población paraguaya que tiene intenciones de votarlo como presidente, es evidente que la campaña contra Lugo que llevan a cabo los Colorados, con ayuda del Vaticano, no tiene validez dentro de las concepciones democráticas. Si la democracia es la voluntad de la mayoría del pueblo, el pueblo ya ha empezado a emitir sus primeras voces.
El candidato presidencial en Paraguay, Fernando Lugo, obispo católico suspendido por el Vaticano en el ejercicio de su ministerio, abogó por una profunda reforma agraria en caso de ganar las elecciones.
Mientras el Partido Colorado -oficialismo en Paraguay desde hace varias décadas- monta una campaña en contra del candidato presidencial y obispo católico suspendido por el Vaticano, Fernando Lugo, este declaró recientemente que el añejo partido sabe ganar elecciones y tiene en sus manos todo el aparato estatal.
A su vez, Lugo explicó que los Colorados “tienen mayoría en la justicia electoral, tienen la Corte Suprema de Justicia, tienen cómo manipular los padrones, el uso de las urnas electrónicas y los jueces electorales”.
El ex obispo, en entrevista exclusiva con el diario local Página 12, se manifestó confiado en poder triunfar electoralmente a pesar de aquello, porque según su visión a los colorados les falta lo más importante: la mayoría de la ciudadanía.
"No será fácil pero no es imposible ganar las presidenciales porque la ciudadanía paraguaya está en condiciones, no de derrotar la hegemonía del Partido Colorado, pero sí de derrotar a una cúpula mafiosa que se ha adueñado de ese partido", afirmó Lugo.
En este sentido el candidato a las presidenciales recordó que esa divisa política en sus principios fundacionales es popular, servidor del hombre libre, con grandes reivindicaciones sociales.
Fernando Lugo, de 56 años y con poco más de un 60 por ciento de intención de voto en encuestas de opinión realizadas en Paraguay, advirtió que la sanción que le impuso el Papa Benedicto XVI es de “tipo moral y que, además de ser temporal tiene por objeto que pueda pensar”.
La sanción en cuestión sobrevino después que Lugo informara que decidió participar como candidato en las futuras elecciones presidenciales que se llevarán a cabo en Paraguay durante 2008.
Además, Lugo aseguró que políticamente su candidatura cuenta con el apoyo del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA); Encuentro Nacional; la Democracia Cristiana, y otros partidos pequeños.
Explicó después que con su programa económico quiere revertir los graves desequilibrios sociales existen en Paraguay donde la mayoría -de la sociedad- vive en un nivel de pobreza y el 30 por ciento en la miseria absoluta.
El ex obispo, afirmó que una reforma agraria “es ineludible en un país donde hay grandes brechas en la tenencia de la tierra, una distribución escandalosa en la tenencia de la tierra y no se puede pensar en un país serio con paz social, sin que se piense en una reforma integral”.
Por su lado, el gobierno paraguayo en una agresiva campaña insiste en que el ex obispo está inhabilitado para ser candidato a la presidencia. Los argumentos vagos que postula el oficialismo añejo, se basan en que Lugo está inhabilitado porque sigue siendo un religioso aunque esté suspendido por el Vaticano.
El ministro de Defensa, Roberto González, quien es jefe de campaña electoral del oficialista Partido Colorado, aseguró que "monseñor Lugo es ministro de la Iglesia Católica y sólo el Santo Padre Benedicto XVI le puede conceder la dispensa para abandonar la vida religiosa y hacer carrera política (...) entonces, está inhabilitado por la Constitución".
Sin embargo, esto técnicamente es incorrecto, cabe destacar que el 25 de diciembre pasado, el ex obispo del norteño departamento de San Pedro, presentó su renuncia ante la oficina local de la Nunciatura Apostólica. Días después, el papa Benedicto XVI dictó la medida disciplinaria de suspenderlo por tiempo indeterminado pero, al mismo tiempo, lo invitó a retornar al redil argumentando que un sacerdote es designado obispo para toda la vida.
Además, varios juristas paraguayos y de otras nacionalidades sostienen que Fernando Lugo, al renunciar a sus votos de ministro de la Iglesia Católica, se convirtió en ciudadano común con todas las garantías y derechos por lo que está habilitado a ser candidato a la Presidencia.
El doctor Miguel Angel Pangrazio, reconocido profesional del derecho en Paraguay, en una entrevista concedida al diario ABC, sostiene que Lugo está habilitado para ser candidato a la presidencia.
El conocido jurista se remite al artículo 235 de la Constitución Nacional, que en su inciso 5 establece como inhabilidad para candidatearse a presidente de la República la condición de ministro de cualquier religión o culto para señalar que, “a contrario sensu (en sentido contrario), el ex religioso que renunció a tal investidura - en alusión a Lugo que desistió de su calidad de obispo en diciembre pasado - se convirtió en ciudadano común con todas las garantías y derechos que le acuerda la legislación paraguaya”. “Es la situación de un sacerdote que optó por la vida civil y renunció a sus votos de eclesiástico”, afirmó al rotativo paraguayo.
A su vez, Pangrazio resaltó que por los artículos 9 y 25 de la Carta Magna “toda persona tiene el derecho a ser protegida en su libertad y a la libre expresión de su personalidad y a la formación de su propia identidad”.
“El religioso que se apartó o retiró de la función clerical dejó de ser ministro de esa religión o culto para convertirse en un ciudadano igual que sus connacionales”, resaltó el profesional del derecho. Y agregó: “Si no fuese esta la interpretación estaría discriminado y por lo tanto en trasgresión al Art. 47 de la Constitución y el 277 del Código Civil”. Puntualiza que “el ministro de cualquier religión en funciones sí está inhabilitado a candidatarse” y que “el que renunció a sus votos y ministerio está habilitado. Un código extranjero como el Canónico o el Corán no puede prevalecer sobre nuestras leyes”, dijo. Luego mencionó que el Art. 1 del Código Civil dice que “las leyes son obligatorias en todo el territorio de la República desde el día siguiente al de su publicación o desde el día que ellas determinen”.
Tanto Lugo con su movimiento Tekojojá (Igualdad, en guaraní) como el PLRA integran la denominada "Concertación", agrupación de partidos y movimientos opositores que buscan acordar una unidad programática y de candidatos para desalojar al enquistado gobernante Partido Colorado, tras 60 años ininterrumpidos en el poder.
En ese marco, y con los apoyos, no sólo de partidos o agrupaciones políticas, sino de más del 60 por ciento de la población paraguaya que tiene intenciones de votarlo como presidente, es evidente que la campaña contra Lugo que llevan a cabo los Colorados, con ayuda del Vaticano, no tiene validez dentro de las concepciones democráticas. Si la democracia es la voluntad de la mayoría del pueblo, el pueblo ya ha empezado a emitir sus primeras voces.
Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina
http://www.prensamercosur.com.ar
https://www.alainet.org/fr/node/121790?language=en
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