Cumbre de Presidentes del Mercosur
Un bloque con más acento en lo político
06/07/2008
- Opinión
El Mercosur avanzó poco en lo comercial. Pero fueron las definiciones políticas las que sobresalieron. Buenas expectativas para el próximo semestre.
"La integración es, para nosotros, una oportunidad y una necesidad como nunca tuvimos en nuestra historia…". Esta frase de la presidenta argentina Cristina Fernández es la síntesis de lo ocurrido, debatido y rubricado durante el lunes y martes pasado en la XXXV Cumbre de Presidentes del Mercosur y Estados Asociados realizada en Tucumán. Porque los avances en materia económica no fueron lo suficientemente ambiciosos, pero sí existieron manifiestas coincidencias en el discurso político.
En la misma ciudad donde el 9 de julio se declaró la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, el presidente venezolano Hugo Chávez llamó a elaborar las doctrinas “de la nueva independencia sudamericana…”. Y en muchos sentidos las iniciativas adoptadas en Tucumán parecieran encaminarse hacia ese ideal.
En lo estrictamente económico, el Mercosur amplió la lista de preferencias arancelarias con la Unión Aduanera de Africa del Sur (SACU), integrada por Botswana, Lesoto, Namibia, Sudáfrica y Swazilandia, a la vez que se avanzó en este mismo sentido con Jordania y Turquía. Pero la expectativa inicial era firmar un acuerdo de libre comercio (TLC) con las naciones sudafricanas y con India, rúbricas que deben esperar, al menos, hasta fin de año en Brasil. Hasta el momento, el Mercosur sólo tiene en vigencia un TLC con Israel.
A su vez, la asociación vigente del bloque integrado por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay como socios plenos (Venezuela en proceso de ingreso) y Chile se extendió al sector servicios, por lo cual la nación trasandina es la más estrechamente vinculada al Mercosur. También se distribuyeron los Fondos de Convergencia Estructural del Mercosur (Focem) destinados a inversión en infraestructura física y social; un acierto del mismo fue restringir el financiamiento a empresas con sede en alguno de los países del bloque.
Los cancilleres habían resuelto crear un fondo de apoyo a las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs) y de integración productiva, hecho éste altamente elogiado aunque todavía no son de público conocimiento sus alcances.
La gran cuenta pendiente en el terreno económico es la definición del arancel externo común (AEC) para que el Mercosur se convierta en una auténtica unión aduanera, y cómo se va a repartir la renta aduanera.
Pero en fue en el terreno político donde se escucharon las mejores intenciones. Fue unánime la condena a la flamante legislación de la Unión Europea (UE) sobre inmigración. A partir de se entrada en vigencia, los 27 estados del Viejo Continente podrán detener por hasta 18 meses antes de deportar a los llegados desde el resto del mundo que no tengan la documentación en regla. Toda América Latina es una gran expulsora de población hacia el Primer Mundo.
Aunque los mandatarios más preocupados por la reactivación de la IV Flota del US Navy (Armada estadounidense desactivada en 1950 y vuelta a la vida el 1º de julio pasado) fueron Hugo Chávez y su homónimo brasileño, Lula da Silva, pudo observarse preocupación en todos los mandatarios presentes. Y no es para menos; esta flota va a desplegarse en el Caribe y en el Atlántico Sur, regiones en las cuales no existe ningún conflicto armado en la actualidad.
"¿Qué razón podría tener Estados Unidos para enviar una fuerza naval tan poderosa a una región en paz?", se preguntó Chávez y pidió a los demás presidentes pedir explicaciones a Washington.
Lula, en línea con el venezolano, dijo que instruyó a Itamarati para que analice el tema con la Secretaria de Estado norteamericana. "Descubrimos petróleo a 300 kilómetros de la costa brasilera. Queremos que Estados Unidos nos explique eso porque vivimos en una región totalmente pacífica", dijo el mandatario de la nación lusoparlante.
Alimentos y energía: la región es líder en ambas producciones, y ambos sectores pasan por un ciclo de alzas continuas en sus precios. Chávez propuso crear un fondo de emergencia para la producción de alimentos financiado por la renta del petróleo. La iniciativa prevé destinar un dólar por cada barril de crudo que exporte Venezuela, siempre y cuando la cotización supere los 100 dólares.
"Siempre que el precio esté por encima de los 100 dólares proponemos hacer un fondo. Por cada barril que Venezuela exporte nosotros proponemos donar un dólar a un fondo, eso da 920 millones de dólares al año", explicó a sus pares de Chile, Michele Bachelet, de Uruguay, Tabaré Vázquez, y de Bolivia, Evo Morales.
Cristina Fernández vinculó a la especulación financiera con la suba del precio de los commodities. "Cuando los bancos comienzan a hacer agua es cuando comienzan, precisamente, los movimientos especulativos en el sector de los alimentos. La economía casino que estaba circunscripta al ámbito financiero y al mercado de dinero comienza a transferirse al mundo de los alimentos", aseveró la dueña de casa.
Y fue en momentos previos a que Cristina entregase la presidencia rotativa del bloque a Lula en que la argentina pronunció la frase que dio inicio a este artículo, como modo de afirmar que la actual crisis mundial representa a la vez un desafío y una oportunidad para la región, pero que sólo en unidad y con el norte bien en claro se podrán alcanzar requeridos por 263 millones de sudamericanos.
Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Facultad de Periodismo y Comunicación Social, Universidad Nacional de la Plata, Argentina.
http://www.prensamercosur.com.ar
"La integración es, para nosotros, una oportunidad y una necesidad como nunca tuvimos en nuestra historia…". Esta frase de la presidenta argentina Cristina Fernández es la síntesis de lo ocurrido, debatido y rubricado durante el lunes y martes pasado en la XXXV Cumbre de Presidentes del Mercosur y Estados Asociados realizada en Tucumán. Porque los avances en materia económica no fueron lo suficientemente ambiciosos, pero sí existieron manifiestas coincidencias en el discurso político.
En la misma ciudad donde el 9 de julio se declaró la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, el presidente venezolano Hugo Chávez llamó a elaborar las doctrinas “de la nueva independencia sudamericana…”. Y en muchos sentidos las iniciativas adoptadas en Tucumán parecieran encaminarse hacia ese ideal.
En lo estrictamente económico, el Mercosur amplió la lista de preferencias arancelarias con la Unión Aduanera de Africa del Sur (SACU), integrada por Botswana, Lesoto, Namibia, Sudáfrica y Swazilandia, a la vez que se avanzó en este mismo sentido con Jordania y Turquía. Pero la expectativa inicial era firmar un acuerdo de libre comercio (TLC) con las naciones sudafricanas y con India, rúbricas que deben esperar, al menos, hasta fin de año en Brasil. Hasta el momento, el Mercosur sólo tiene en vigencia un TLC con Israel.
A su vez, la asociación vigente del bloque integrado por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay como socios plenos (Venezuela en proceso de ingreso) y Chile se extendió al sector servicios, por lo cual la nación trasandina es la más estrechamente vinculada al Mercosur. También se distribuyeron los Fondos de Convergencia Estructural del Mercosur (Focem) destinados a inversión en infraestructura física y social; un acierto del mismo fue restringir el financiamiento a empresas con sede en alguno de los países del bloque.
Los cancilleres habían resuelto crear un fondo de apoyo a las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs) y de integración productiva, hecho éste altamente elogiado aunque todavía no son de público conocimiento sus alcances.
La gran cuenta pendiente en el terreno económico es la definición del arancel externo común (AEC) para que el Mercosur se convierta en una auténtica unión aduanera, y cómo se va a repartir la renta aduanera.
Pero en fue en el terreno político donde se escucharon las mejores intenciones. Fue unánime la condena a la flamante legislación de la Unión Europea (UE) sobre inmigración. A partir de se entrada en vigencia, los 27 estados del Viejo Continente podrán detener por hasta 18 meses antes de deportar a los llegados desde el resto del mundo que no tengan la documentación en regla. Toda América Latina es una gran expulsora de población hacia el Primer Mundo.
Aunque los mandatarios más preocupados por la reactivación de la IV Flota del US Navy (Armada estadounidense desactivada en 1950 y vuelta a la vida el 1º de julio pasado) fueron Hugo Chávez y su homónimo brasileño, Lula da Silva, pudo observarse preocupación en todos los mandatarios presentes. Y no es para menos; esta flota va a desplegarse en el Caribe y en el Atlántico Sur, regiones en las cuales no existe ningún conflicto armado en la actualidad.
"¿Qué razón podría tener Estados Unidos para enviar una fuerza naval tan poderosa a una región en paz?", se preguntó Chávez y pidió a los demás presidentes pedir explicaciones a Washington.
Lula, en línea con el venezolano, dijo que instruyó a Itamarati para que analice el tema con la Secretaria de Estado norteamericana. "Descubrimos petróleo a 300 kilómetros de la costa brasilera. Queremos que Estados Unidos nos explique eso porque vivimos en una región totalmente pacífica", dijo el mandatario de la nación lusoparlante.
Alimentos y energía: la región es líder en ambas producciones, y ambos sectores pasan por un ciclo de alzas continuas en sus precios. Chávez propuso crear un fondo de emergencia para la producción de alimentos financiado por la renta del petróleo. La iniciativa prevé destinar un dólar por cada barril de crudo que exporte Venezuela, siempre y cuando la cotización supere los 100 dólares.
"Siempre que el precio esté por encima de los 100 dólares proponemos hacer un fondo. Por cada barril que Venezuela exporte nosotros proponemos donar un dólar a un fondo, eso da 920 millones de dólares al año", explicó a sus pares de Chile, Michele Bachelet, de Uruguay, Tabaré Vázquez, y de Bolivia, Evo Morales.
Cristina Fernández vinculó a la especulación financiera con la suba del precio de los commodities. "Cuando los bancos comienzan a hacer agua es cuando comienzan, precisamente, los movimientos especulativos en el sector de los alimentos. La economía casino que estaba circunscripta al ámbito financiero y al mercado de dinero comienza a transferirse al mundo de los alimentos", aseveró la dueña de casa.
Y fue en momentos previos a que Cristina entregase la presidencia rotativa del bloque a Lula en que la argentina pronunció la frase que dio inicio a este artículo, como modo de afirmar que la actual crisis mundial representa a la vez un desafío y una oportunidad para la región, pero que sólo en unidad y con el norte bien en claro se podrán alcanzar requeridos por 263 millones de sudamericanos.
Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Facultad de Periodismo y Comunicación Social, Universidad Nacional de la Plata, Argentina.
http://www.prensamercosur.com.ar
https://www.alainet.org/fr/node/128547
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