El imperialismo en términos siglo XXI significa que 70% de la humanidad vive en  pobreza y miseria y que este porcentaje se agrandará cada día más hacia arriba. Es decir que si persiste el actual orden mundial el porcentaje crecerá a 80% y 90% también. Es imperialismo porque pueblos del mundo desean fervientemente liberarse y salir del atraso económico y cultural, pero no pueden por propias fuerzas debido a que el orden económico mundial injusto liderado por EE.UU. y CE quiere todo para sí y nada para el mundo.

La última ronda OMC en Doha atestigua el fracaso de delegados de EE.UU. y Europa que tímidamente proponen dejar de subvencionar sus propias agriculturas y  agricultores pero a cambio de que todo el tercer y cuarto mundo abran sus fronteras sin impuestos a los productos industriales de alto valor agregado de estos países. Es proposición indecente por la razón económica de que el llamado tercer mundo ( países UNASUR por ejemplo ) y cuarto y quinto ( viven con un dólar o menos por habitante día como África por ejemplo ) no se encuentran todavía en condiciones industriales y tecnológicas como para comerciar productos y bienes de alto valor agregado. Se necesita ayuda y planificación interna.

La relación desigual mencionada continuaría como sucede de hecho con Chile actualmente y será igual con Perú y Colombia en el futuro con los TLC.. México mismo ha visto destruida totalmente su agro-industria con el TLC con EE.UU. y el incremento en violencia, desigualdad y narcotráfico sangriento. Excepto que previamente en países UNASUR se organice y planifique la industrialización y el mercado interior de los países de Sudamérica. No es demasiado pedir aplicar políticas de integración e industrialización, creación de mercados y nivelación de potencialidades entre países de la región.

Brasil tiene PIB de 950 mil, Argentina 350 mil y Venezuela Bolivariana 250 mil millones USD. Es decir entre los tres países progresistas de UNASUR se genera hoy un PIB de más de 1,5 trillones sajones o 1,5 billones USD europeos. Pero que apenas llega al 15% del PIB estadounidense. Entre todos los países UNASUR se sube al 20% de EE.UU. y toda América Latina y Caribe juntos al 35% en el mejor de los casos. La región sureña está atrasada geométricamente respecto al norte industrializado de América, pese a contar con población doble y diez veces más en recursos naturales no renovables. Esta desigualdad mantenida a propósito se denomina antiimperialismo en acción que lastimosamente cuenta todavía con apoyo de gobiernos regionales con el justificativo del libre comercio necesario.

En cambio existe alternativas y una de ellas es la política bolivariana de integración que hoy tiende a agrupar e integrar a todos los países UNASUR con el programa de la planificación industrial y energética endógena y la creación y agrandamiento del mercado interno regional en alimentos, viviendas, energía, industrias grandes y pequeñas, desarrollo integral y elevación de la tecno-inteligencia popular para fines prácticos. Es decir para la construcción práctica a nivel regional y mundial del tecno-socialismo siglo XXI que significa pan, trabajo, vivienda, vestimenta,  incubación empresarial, planificación energética y alimenticia, infraestructura, transporte, telecomunicaciones, valor agregado, cultura, integración, producción, productividad y competitividad.

Por ejemplo, con la política actual del Gobierno popular de Evo Morales se podría exportar fácilmente 20 mil millones USD a países que rodean a Bolivia en alimentos, energía eléctrica, materias primas con valor agregado, aceros comunes y especiales, cemento, servicios, ingeniería y turismo. Y otros 20 mil millones en quinua y textiles a Japón y CE que puede y debe abrirse más. De hecho Brasil con Lula ha planteado que 200 productos bolivianos ingresen al mercado brasileño y MERCOSUR sin impuestos, incluyendo textiles, alimentos y maquinarias simples. Bolivia debe prepararse para vender a Brasil, Argentina y Chile electricidad en cantidades, ya sea ésta de origen hidro- o termoeléctrico. 

Se trataría de un salto hacia delante con integración endógena regional que es única vía que puede achicar diferencias económicas y energéticas con EE.UU. y Europa , so pena de quedarse atrasados y entrampados en ofertas tipo TLC, OMC y acuerdos individuales.

Por tanto, iniciativa pacífica boliviana, unasurista y aún tercermundista debe ser, en mismo sentido antiimperialista que deseaba y predicaba Simón Bolívar y militares progresistas bolivianos con Gualberto Villarroel y Germán Busch desde 1937, el programa del desarrollo integral y acelerado que significa tecno-socialismo bolivariano siglo XXI.

Es decir que se trataría de potenciar el desarrollo popular endógeno acelerado conducido por YPFB, ENDE, COFADENA, ENTEL, UNIVERSIDADES, MUNICIPIOS, MPyMES, PREFECTURAS, COOPERATIVAS, SINDICATOS DE TRABAJADORES Y CAMPESINOS y EMPRESA PRIVADA INTEGRADORA. Por supuesto, dentro de la matriz patriota y socializante ya alcanzada por el Gobierno popular de Evo Morales traducida en la creación y funcionamiento a favor de Bolivia de Bancas SUR, ALBA, CAF y otras. Pero también de PETROANDINA y PETROSUR como base de la planificación y previsión energética en la región. Bolivia debe exportar energía con alto valor agregado.

Lograr estos acuerdos entre todos los actores y agentes económicos bolivianos a corto, mediano y largo plazo se denominaría Acuerdo Nacional Antiimperialista Programático. Es el desafío pendiente actual del Gobierno popular para interesar e integrar también a las poblaciones orientales todas al programa del desarrollo acelerado. Esta negociación debería ser más fácil después del triunfo masivo y nacional de Evo Morales con casi 64% y a su programa de desarrollo integrador de economía mixta, especialmente al comprobar que el apoyo popular a Evo Morales en Santa Cruz es de 42% y en Pando de 54%, por ejemplo.

La descentralización nacional necesaria y las autonomías departamentales, provinciales y municipales deberían ser populares, científicas y ante todo constitucionales. Para lograr este objetivo Evo Morales precisa del diálogo nacional conciliador y continua necesitando de la solidaridad suramericana y mundial. Factor esencial que está garantizado por las masas y porque el mundo ve que en Bolivia se está resolviendo no solamente problemas caseros sino también teorías de alcance mundial en forma pacífica, democrática y tecno-inteligente.

- Ricardo Ángel Cardona

Sociedad Escritores de Bolivia, SOBODE-SODESBO, www.redbolivia.com