Hillary Clinton llegará a San Salvador a reafirmar el militarista plan B para el ALCA que Bush rebautizó pocas semanas antes de terminar su mandato como “Caminos para la Prosperidad en las Américas” ⁱ. Horas después Clinton firmará en San Pedro Sula, Honduras, la declaración de la OEA “Hacia una cultura de la no violencia”.

Aunque más acento se ha puesto en que la Secretaria de Estado de los Estados Unidos viajará a El Salvador para la toma de posesión del Presidente electo, Mauricio Funes, un día antes de esto, el domingo 31 de mayo presidirá, acompañada de 13 ministros latinoamericanos, la cumbre de Caminos para la Prosperidad en las Américas.

Quince días antes, ante una reunión de grandes cabilderos trasnacionales del Consejo de las Américas, en Washington, había declarado:

“Creemos que la iniciativa Caminos a la Prosperidad es el tipo de una plataforma estratégica para ampliar las oportunidades económicas, promover la justicia social, y generar una competencia sana a fin de promover un progreso real. Por tanto, estoy esperando que en reunión con otros ministros en El Salvador exploremos cómo podemos llevarla a la siguiente etapa.”ⁱⁱ

La iniciativa bushiana Caminos para la Prosperidad en las Américas contiene el mismo proyecto de la Alianza de Prosperidad y Seguridad de América del Norte (ASPAN) que los tres mandatarios del TLCAN firmaron en el rancho de Bush junior en agosto de 2005ⁱⁱⁱ. Por eso las redes de la sociedad civil de los tres países emitieron en el contexto de la Cumbre de las Américas en Trinidad un llamado a los líderes de América del Norte para detener la expansión de la ASPAN al hemisferio^iv.

Dada la intención de EEUU de expander la ASPAN hemisféricamente, primero con los países que “acepten colaborar” es necesario entender su naturaleza y lógica imperial escondida detrás de los eufemismos prosperidad y seguridad.

Con la experiencia de casi cuatro años de la ASPAN que han vivido los pueblos de Canadá, EUA y México, se puede decir que es un acuerdo político estratégico para los intereses del capital trasnacional y la hegemonía estadounidense. No es un Tratado, ni siquiera un acuerdo tipo TLC, porque ni los Congresos, ni el poder judicial, ni la sociedad tienen voz ni voto en su firma, ratificación, instrumentación, monitoreo, evaluación o denuncia legal.

Se presenta como un acuerdo administrativo entre los poderes ejecutivos de los países, y se asesora de un cuerpo de elite denominado el Consejo de Competitividad de América del Norte (CCAN), en el que están representados los gerentes de 30 de las principales trasnacionales (principalmente contratistas militares, petroleras y agroidustriales) de cada país o de la región. Este “asesoramiento” ha consistido en reportes en los que el CCAN dictan a los gobiernos sus prioridades y lineamientos para políticas que les favorezcan como cambios regulatorios concretos^v.

La ASPAN se disfraza de ser tan solo un “alianza para cambios administrativos” y lograr una mayor “convergencia regulatoria” pero aborda temas referentes a la soberanía como la seguridad nacional, la energía, el comercio, la alimentación, y muchas otras áreas de la política nacional, en el que se pasa por encima de la estructura tripartita de equilibrio de poderes. Es un acuerdo que violenta las Constituciones Políticas de los Estados o el Estado de Derecho.

En su estructura, agenda, funcionamiento y evaluación, la ASPAN es privilegio (ley privada) de los poderes militares, los poderes ejecutivos y los altos mandos de las trasnacionales, donde se define la integración política subordinada de unos estados al estado hegemónico, la integración económico-financiera al capital trasnacional y el control supranacional a los mandos militares de EUA. La lógica subyacente de la ASPAN es extender el perímetro de seguridad de los EEUU a México y Canadá en el contexto de la “guerra contra el terror”, para hacer de la región “Norteamérica” la “mejor para hacer negocios”^vi.

En concreto, ¿que ha ocurrido con la ASPAN? Con sus dos caras de “Prosperidad” y “Seguridad” en “Norteamérica”, se ha acordado e instrumentado entre otros; bajo la North American Energy Initiative, la privatización de los recursos petroleros mexicanos, (otrora orgullo y fundamento de un proceso nacional frente al imperio del Norte) y consolidar el dominio sobre los recursos energéticos y el agua de Canadá. Se ha lanzado e instrumentado la expansión del Plan Colombia, bajo el nombre de Iniciativa Mérida o Iniciativa de Seguridad Mesoamericana y Caribeña, bajo control del Comando Norte de EUA. En cuanto al comercio, se han eliminado más “Reglas de Origen” (en transacciones que llegan a los 20 mil millones de dólares), eliminado así más posibilidades para que productores locales (micro, pequeñas y medianas empresas) puedan participar en las exportaciones con insumos locales y beneficiando en cambio el comercio intra – firma de las grandes transnacionales. En la en la práctica, con la ASPAN, se ha renegociado de manera privada el TLCAN (por eso también le llamamos a la ASPAN el NAFTA Plus!)

En suma, bajo la ASPAN se trata de profundizar el modelo neoliberal (esta es la “prosperidad”) y escalar y expandir la militarización de la región (esta es la seguridad) que, dado el desprestigio y rechazo a los tratados de libre comercio o al ALCA, no pasa por una negociación ni verificación de congresos, sino en una imposición política que violenta el llamado Estado de Derecho que tanto pregonan de manera retórica.^vii

¿Cual es la diferencia entre el fallido proyecto del Área del Libre Comercio de las Américas (el ALCA) y los bushianos Caminos para la Prosperidad de las Américas?

La respuesta es: casi ninguna en su propósito, pero con los Caminos bushianos … se introduce el componente de control militar bajo la careta de seguridad pública en la lucha contra la violencia y el narcotráfico.

No obstante, al ALCA buscaron negociarlo por más de 10 años como un tratado de libre comercio con carácter vinculatorio, ha ser ratificado por los poderes legislativos de cada país, hasta que fracasaron rotundamente el la Cumbre de Mar del Plata en noviembre de 2005 por la oposición histórica de los movimientos sociales y finalmente de algunos gobiernos opuestos a seguir los dictados de Washington. Ante tal rechazo, los Caminos para la Prosperidad de las Américas se concibe bajo el modelo de la ASPAN; ha ser firmado simplemente por los presidentes y ha ser avalado por los poderes fácticos (las corporaciones). Es decir, se trata de llevar a cabo la supuesta “integración” por la vía de los hechos y no del derecho^viii.

Ya lo había explicado el ex embajador Jeffrey Davidow en una reunión de información en Washington previa a la Cumbre de las Américas. EEUU no buscará más el alcanzar “engorrosos tratado internacionales” sino mediante “nuevas modalidades” podrán “colaborar con aquellos que quieran colaborar” en grupos “ad-hoc” para distintos temas particulares. Esta es la “nueva modalidad” de los Caminos para la Prosperidad de las Américas, en la que los 12 países que ya cuentan o tienen un TLC pendiente con EEUU participan. Desde Canadá hasta Chile.

¿Qué se espera de la “cumbre ministerial” comandada por Clinton”?

En la “cumbre” de los Caminos a la Prosperidad a realizarse en San Salvador, que durará pocas horas y al final los participantes brindarán una conferencia de prensa, (según un portavoz de la embajada de Estados Unidos en San Salvador), Panamá presentará su estudio de cómo ampliar la cooperación para el desarrollo y la competitividad; Perú el aumento de la cooperación laboral y ambiental y Honduras el incremento de oportunidades para estimular a los pequeños empresarios, industriales y agricultores, informaron fuentes oficiales salvadoreñas.^ix

Curiosamente, no se menciona que también Chile se había comprometido en la “cumbre” de Panamá de diciembre pasado, a presentar su propuesta de acciones específicas sobre “Profundizar la arquitectura”…que se refiere al lineamiento número 2 de la Declaración de Panamá^x que reza:

2. Fomentar y profundizar una estructura abierta para el comercio regional que sea compatible con el sistema multilateral de comercio a través de la:

a. Identificación de vías para profundizar la integración hemisférica, que complementen los esfuerzos actualmente existentes en dicha materia, que incluye las siguientes prioridades:

• Reducir o eliminar los obstáculos, incluyendo los administrativos, que impiden la inversión y el comercio de bienes y servicios en el Hemisferio. (énfasis añadido)

• Promover la cooperación en materia de la facilitación del comercio en el Hemisferio, teniendo en cuenta aquellas áreas vinculadas a la compatibilización y mejora de la gestión de nuestras aduanas y la eliminación de los obstáculos injustificados al comercio, entre otras.

• Aumentar la competitividad de la región y profundizar la conectividad económica entre nuestros mercados nacionales y regionales, incluyendo la identificación de las barreras transfronterizas que constituyan cuellos de botella. (énfasis añadido)

Tres prioridades que nada le envidian a los objetivos y metas del ALCA, y que gustoso podría presentar el presidente de Panamá y recibir el firme apoyo del presidente de Perú.

No obstante, la experiencia de pasadas “cumbres” de la ASPAN nos enseña que la verdadera agenda es la que negocian en lo obscurito con los poderes fácticos, no lo que diseñan para que aparezca en los medios adornado de “prosperidad” y “seguridad”.

Lo interesante será ver si las decisiones y la declaración que emitan de esta reunión ministerial seguirá contando con el aval de tres gobiernos: Nicaragua, Honduras y del muy recientemente inaugurado de El Salvador.

Esperando la firma y el compromiso sobre una iniciativa que surge del gobierno de Bush y que violenta el Estado de Derecho y la democracia en nuestros países y que se acuerda a espaldas de los pueblos y de sus poderes republicanos, la flamante Secretaria de Estado Hillary Clinton se aprestará a presentar en la Asamblea de la OEA, en San Pedro Sula, Honduras, el otro lado de la política de pinza hacia la región.

Los temas de la Asamblea de la OEA

Aunque, según los medios el tema central del debate será la anulación de una resolución que suspendió a Cuba como miembro de la OEA en 1962 –anulación a la que EUA ya ha anticipado su rechazo^xi - , el otro tema estratégico para la política estadounidense es avanzar en la cobertura de los planes de seguridad que se diseñan desde los aparatos militares^xii.

"Ahora, nada es más amenazador para el hemisferio, que la seguridad y el tráfico de drogas."; afirmó y recibió el respaldo de EEUU el Vicepresidente de Colombia, Francisco Santos, el mismo día y en el mismo evento en que Hilary Clinton anunció la continuación de la iniciativa de George Bush; Caminos para la Prosperidad en las Américas.

Sin embargo, la próxima XXXIX Asamblea General de la OEA, Honduras 2-3 de junio de 2009 en San Pedro Sula, Honduras pretende aprobar no una más de los cientos de declaraciones de esta institución, sino dar entrada a uno de los componentes mas anhelados por la política social contra hegemónica; la cultura de la no violencia que las clases políticas y las elites del poder se dedican a contrarrestar.

El Proyecto de Declaración de San Pedro Sula: Hacia una Cultura de la no Violencia, aprobado el pasado 19 de mayo en Washington, expresa en su primer párrafo:

Los Ministros y Ministras de Relaciones Exteriores y Jefes y Jefas de Delegación de los Estados Miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA)… Declaran:

1. Su compromiso de promover, en el marco del Estado de derecho, una cultura de paz y no violencia, entendida como el conjunto de valores, actitudes y conductas basados en el respeto a la vida, el ser humano y su dignidad, y que pone en primer plano los derechos humanos, el fin de la violencia y la adhesión a los principios de libertad, justicia, democracia, solidaridad y tolerancia y el respeto a la diversidad. (Énfasis añadido)

Más allá de que lo anteriormente declarado ya es una obligación de los Estados ante el Derecho Internacional y sus instituciones, es evidente que la política estadounidense hacia Latinoamérica -y los gobiernos subalternos que la cobijan- dice una cosa y hacen otra. La coherencia política sigue siendo en los tiempos de la nueva administración de Obama una práctica pendiente.

A.Villamar / Manuel Pérez-Rocha

29 de mayo de 2009

Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio (RMALC)