Terremotos, cambios climáticos y biodiversidad

Jesús Chucho García

25/01/2010

Opinión

^-A ⁺A

Si el año 2009 fue el de la gran crisis económica, que aún perdura, tenemos que el 2010, abriendo la primera década del siglo XXI, es el año de los terremotos y los efectos del cambio climático, lo que significa que debemos pensar, repensar y accionar en cómo salvarnos, pues el planeta está dando señales de querer expulsarnos de su órbita y mandarnos a todos y a todas al mismísimo infierno.

Si nuestro asiduo lector toma el mapa de la tierra, observará que desde el año pasado y ahora este mes de enero, diferentes rincones del planeta están siendo sacudidos por terremotos, aparentemente naturales. Esos indicadores están demostrando que -aunque usted no lo crea- lo que ocurre tiene que ver más que con fallas geológicas, con el factor de cambios climáticos. Allí se conjugan estos dos factores que están incidiendo en los países menos favorecidos como Haití y las islas del Pacífico. En menos de una década, ese fenómeno combinado ha afectado a Honduras, Venezuela (Vargas), Perú, Colombia, Estados Unidos (New Orleáns) y ahora contundentemente a Haití, lamentablemente en zonas geoestratégicamente habitadas por afrodescendientes, que sumarían en total casi 200 mil muertos Huracán Mitch, Katrina, tragedia de Vargas, terremoto en zona afro de Perú y ahora Puerto Príncipe. No es un secreto para nadie que el nivel del mar seguirá aumentando y que muchas islas y ciudades o pueblos a orilla del mar tenderán a desaparecer, debido al calentamiento global, por la emisión de gases contaminantes, agregándole a ello los depósitos tóxicos y radiactivos que las grandes potencias depositan en los mares del mal llamado tercer mundo.

La reciente Cumbre del cambio climático fue un monumento a la irresponsabilidad por parte de Estados Unidos y los países occidentales. Estos hicieron caso omiso al acelerado proceso de destrucción del planeta y no aceptaron bajar sus cuotas de contaminación en más de un 50 % para los próximos veinte años. La década que se inicia será bastante peligrosa para el planeta. Por los vientos que soplan, la ola de terremotos continuarán al compás del aumento del nivel mar, sumándole a eso el fenómeno del Niño, el efecto invernadero y sus consecuencias en la seguridad alimentaria, la falta de agua y oxígeno.

La intervención deshumanizada en la naturaleza

No descartamos que las pruebas de armas secretas que están experimentando las potencias occidentales, así como las detonaciones de los efectos de los cementerios nucleares en mares y océanos, hayan causado esos desastres como el tsunami hasta esa tembladera que sacude al planeta. Hay que investigar cuántos cementerios nucleares existen en el Caribe, África y los mal llamados países del tercer mundo, de los cuales son responsables tanto los gobiernos receptores como los gobiernos emisores. Aun así, con todo esto, si existiera voluntad política por parte de los altos gobernantes más poderosos del planeta, y mirando hacia la experiencia de los nuevos referentes modelos convivenciales socio-diversos como Venezuela, Bolivia, Ecuador y Cuba, pudiera darse una batalla para salvar el planeta y responder, no como un espectáculo ante situaciones como la haitiana ( ésta triste tragedia pareciera un largometraje de Hollywood con la gran protagonista Hilary Clinton, esposa de Bill Clinton, quien en el pasado le jugó sucio al pueblo haitiano, pues los invadió en 1994), sino más bien con el gran sentido de la prevención, para evitar las grandes tragedias naturales.

Biodiversidad contra cambio climático y terremotos

La Asamblea General de las Naciones Unidas decretó el 2010 como el año de la Biodiversidad, advirtiendo que si las cosas siguen marchando irresponsablemente como van, no tendremos qué comer en una década, ya que miles de especies vegetales y animales desaparecerán. Entre los objetivos de este año internacional sobre la biodiversidad destacan: aumentar la conciencia conservacionista; difundir las amenazas latentes y constates que afectan la biodiversidad; estimular a personas y organizaciones sociales a la protección biodiversa. En la medida que podamos prever el avance acelerado del cambio climático, así como la denuncia de los cementerios de desechos tóxicos, evitar la deforestación y cambiar el patrón de consumo, pudiéramos predecir los grandes males de la década que se apertura con grandes amenazas y consecuencias irreparables para el género humano.

Tips barloventeños

** Desde San José de Barlovento y el Mango de Ocoyta nos escriben que más de 300 Kilogramos de chocolate y otra gran cantidad de productos duradero de la planta procesadora de plátano fueron enviados al pueblo haitiano. Gracias a los gerentes de dichas plantas y a las iniciativas de Elvyns Rincón y “Morocho” Machado de la Red Afrodescendientes de Barlovento.

** El pasado lunes 18 se reunió el Consejo Popular de Productores de Cacao Cimarrón Guillermo Rivas, en la planta procesadora de cacao. Allí tocaron asuntos de vital importancia para profundizar la envergadura de esa empresa social. ¡Adelante carajo!

** La promesa de la construcción de la Casa de África en Barlovento, proyecto al cual el Presidente le puso “la rabo de cochino” (la firma y ejecútese) hace casi dos años, se ha quedado paralizada. El Ministerio de la Cultura le debe una respuesta a los países africanos y a la comunidad barloventeña. Reactivar esa obra sería un reconocimiento para el aniversario del Viceministerio para África.

- Jesús Chucho García / La Voz de Afroamérica

https://www.alainet.org/fr/node/139031