Y se nos vino el lodo de nuevo!
08/02/2010
- Opinión
Ya son demasiadas las voces que han advertido sobre el nuevo desastre que vendrá con la próxima elección de Congreso para creer que es paranoia, puritanismo o preferencias políticas. Casi todos los editorialistas de los periódicos nacionales y regionales, decenas de columnistas, organizaciones de derecha, de izquierda y de sin-lado, y hasta candidatos, han denunciado a los cuatro vientos dineros furtivos que fluyen a borbotones, apoyos de grupos ilegales y de grupos legales con intereses económicos concretos, y extraños movimientos indicadores que ya comenzó la marcha a paso de vencedores de inmensos fraudes y vicios contra la libertad del sufragio.
A la par con lo sucedido en la campaña presidencial de Samper, uno de los episodios que más ha enturbiado la historia de nuestra democracia ha sido el de la parapolítica, con la diferencia de que éste es continuado y al parecer sin fin hasta ahora. Ha sido el culmen y el colmo de una vieja tradición clientelista y marrullera de la democracia colombiana, que con lo ocurrido, denunciado y parcialmente castigado a raíz de las dos últimas elecciones para Congreso, llegó a su nivel máximo de descaro. Sin embargo, está más que anunciado por muchos que esto se repetirá en casi todo el país y se elegirá un Congreso igual o más espurio que el actual con muy honrosas excepciones.
¿Quién está impidiendo que se repita esta vergüenza? Sólo el clamor sordo de algunos se alcanza a oír entre el ruido destemplado y cómplice de campañas huecas. Lógicamente que los primeros en impedir esta avalancha de lodo mefítico deberían ser los avalistas (antes llamados “partidos políticos”), pero a pesar de advertencias y promesas nada hacen.
La ASI, Compromiso Ciudadano, Mira, el Partido Verde y el Polo, más otros pequeños grupos medio fugaces y sectoriales, son los únicos que no han sido denunciados, pero obtendrán escasa representación porque las grandes maquinarias movidas con dinero, coacciones, favores y burocracia se los tragarán vivos. Es triste pero así será.
Los dos grandes electores históricos y los emergentes se hicieron los de la vista gorda con varios de sus candidatos, y basados en triquiñuelas de testaferros y disculpas abusando del “principio de inocencia” urdieron señuelos para pescar votos en cualquier acequia.
Estamos frente a la viva crónica de un desastre anunciado y volverá el mismo escándalo: denuncias, detenciones, juicios y más celdas en la Picota; y el Congreso con los mismos en el Capitolio o en la cárcel o en los matorrales o en las empresas o en las alcantarillas, qué más da.
A estas alturas ya sólo queda el pueblo para izar el último dique el mismo día de las elecciones votando por candidatos limpios y capaces, pero desgraciadamente la mayoría desconoce la diferencia entre el escaso oro y la escoria abundante, y tampoco sabe bien para qué sirve el Congreso en su real concepción. Sus miembros son para muchos sólo unos intermediarios que por un tiempo les dan algunos puestos y contratos, o un dinero el día de elecciones, pero de resto piensan que buenos y malos de nada les sirven, y que mejor pájaro en mano que cien volando.
Hace poco un gran amigo, metido por cierto con valentía en las lides políticas y con una hoja de vida intachable y un futuro aún mejor, me escribió para decirme que notaba cierta rabia en algunos de mis escritos. Es una forma de verlo, pero cuando se tocan estos temas es inevitable dejar de ser firme y crudo, lo cual es diferente a la rabia. Se trata de mi país, nada más y nada menos.
A mi amigo y a muchos otros no les gustará que yo sea ave de tan mal agüero, pero mi deber como columnista es decir lo que pienso como lo veo. Ojalá pudiera escribir esto de otra manera y decir cosas positivas sobre el tema, ¡qué más quisiera yo que equivocarme!
En fin, pensemos y digamos pues que la esperanza es lo último que se pierde…
- Álvaro González Uribe es Abogado y columnista; miembro del Centro de Investigación en Gobierno y Políticas Públicas de la Universidad del Magdalena. Santa Marta.
Fuente: Semanario Virtual Caja de Herramientas Nº 193, Corporación Viva la Ciudadanía. www.vivalaciudadania.org
https://www.alainet.org/fr/node/139319?language=en
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