Lugo celebró dos años de gobierno con los ojos en la elección de noviembre

Cambiamos el rostro del país

06/05/2010
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Rubicón: al frente de un gobierno revitalizado por una creciente movilización popular pero conmovido por dos años de acciones despiadadas de la derecha, el presidente Fernando Lugo dijo que el segundo aniversario de la victoria del 20 de abril deja “mucho para festejar”. Frente a una multitud reunida en Asunción, llamó a la unidad para conseguir la victoria electoral en las elecciones municipales de noviembre próximo. Con todo, el mandatario aseguró que “ya no hay marcha atrás” en el proceso de cambios inaugurado en 2008.
 
“En apenas dos años del nuevo gobierno el rostro del país cambió y hay mucho que festejar”, dijo el presidente Fernando Lugo y despertó los aplausos de alrededor de 50 mil personas que se congregaron en las históricas plazas del Congreso en Asunción para celebrar aquella victoria electoral del 20 de abril de 2008 que inauguró el difícil proceso de cambios que se vive en el país.
 
En su discurso, el Presidente insistió en la necesidad de consolidar la unidad de la alianza electoral entre el Partido Liberal y los partidos de izquierda agrupados en el Frente Guasu para consolidar el rumbo del gobierno, con una victoria electoral en las municipales de noviembre. “Ojalá la memoria de los ganadores siga fresca, viva y palpitante. Ojalá sepamos abrir la puerta de los municipios con la mejor herramienta”, dijo.
 
mejor herramienta”, dijo. “Para que el proceso no se interrumpa, en el 2013 les quiero ver unidos. Este pueblo heroico no va a entregar sus conquistas, no daremos marcha atrás, ya no volveremos a los cuartelazos ni a los golpes ni a la interrupción del proceso”, agregó.
 
Se refirió también los logros de su gobierno, principalmente haber abierto el camino para hacer efectivas las reivindicaciones paraguayas en la represa binacional de Itaipú, donde Brasil se comprometió a pagar 350 millones de dólares más por el uso de la energía que Paraguay está obligado a venderle a precio de costo por el leonino tratado que firmaran los dictadores Alfredo Stroessner y Emilio Garrastazu Médici en 1973.
 
Otro tema que destacó el presidente Lugo es la gratuidad de los servicios de salud, una histórica decisión que desató un número récord de consultas en los consultorios médicos públicos. Al crecer la demanda, quedó al desnudo la escasa capacidad presupuestaria del Estado para hacer efectiva la gratuidad porque siguen faltando médicos y suministros en los hospitales y puestos sanitarios.
 
Lugo afirmó que la economía del país es “saludable a pesar de la peor crisis financiera de la historia”, aunque los indicadores dan cuenta de un proceso que marcha hacia la recesión. Mencionó la ampliación de la asistencia para familias carenciadas y destacó las acciones de su gobierno en materia de transparencia: “Quién iba a pensar en el fin de la corrupción escandalosa en las oficinas públicas”, reflexionó.
 
El discurso fue muy criticado por los opositores al Gobierno y por la prensa empresarial que coincidió en apuntar “la falta de autocrítica” y calificar como “autoelogioso” el discurso del Presidente. Apuntaron también la ausencia en el acto, del que participaron los adherentes del Partido Liberal y del Frente Guasu, de Camilo Soares, responsable de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), organismo de asistencia a sectores cadenciados. El funcionario pidió permiso para afrontar una imputación que se le hiciera por una presunta sobrefacturación en la compra de panificados populares conocidos en Paraguay como “coquitos”.
 
Bastó este dato para que la oposición y las empresas de comunicación aseguraran que Soares es un “ejemplo” de la corrupción gubernamental, aunque todavía no existe condena sobre el funcionario. Todo esto, en medio de una campaña de prensa donde tuvo poco espacio en los medios para defender su postura.
 
Frente a semejante ofensiva, el acusado advirtió que él no es el centro de la campaña, sino el propio mandatario paraguayo: “Muchos no apuntan a Camilo, el objetivo es el presidente Lugo. Pero a pesar de los pesares vamos a seguir adelante. Yo soy un soldado de la causa del socialismo”.
 
Durante su discurso ante la multitud, Lugo hizo referencia a las acusaciones sobre corrupción, al sostener que su gobierno “no roba” y alentó al pueblo a que no se deje amilanar por este tipo de campañas. “Que no nos corran con la vaina del ‘chaque” (cuidado, en guaraní), dijo.
 
Para el pueblo
 
Otro tema central en el discurso del Presidente para hacer un balance de sus dos primeros años de gobierno fue el de la armonía política y la unidad de los paraguayos. “Por más esfuerzos que hagan los libretistas de la discordia que querrían vernos enfrentados con los medios, con los empresarios, con el Parlamento, con nuestros opositores, no lo lograrán, porque este es un gobierno que ha llegado para unir a la gente y no para dispersarla”, apuntó.
 
Otro tema central en el discurso del Presidente para hacer un balance de sus dos primeros años de gobierno fue el de la armonía política y la unidad de los paraguayos. “Por más esfuerzos que hagan los libretistas de la discordia que querrían vernos enfrentados con los medios, con los empresarios, con el Parlamento, con nuestros opositores, no lo lograrán, porque este es un gobierno que ha llegado para unir a la gente y no para dispersarla”, apuntó.
 
Recordó entonces la serie de desacuerdos políticos a la interna de su alianza electoral e incluso los acalorados contrapuntos que mantiene con los opositores del Partido Colorado y de Patria Querida.
 
Lugo dijo que, en su consideración, “todos están en un pie de igualdad” y puso como ejemplo su relación con los trabajadores del Estado: “nuestros compañeros de trabajo son del Partido Colorado y nadie les ha molestado”.
 
El Jefe de Estado insistió en la necesidad de que la gente participe “porque somos un gobierno de y para las grandes mayorías; un gobierno que nace del pueblo, se asienta en el pueblo, gobierna con el pueblo y en su momento rendirá cuentas al pueblo”.
 
Sobre el final de la jornada, hubo música y una celebración moderada. La necesidad de iniciar la Reforma Agraria y de reactivar la economía son elementos que no pasan desapercibidos en la mayoría que llevó al gobierno de Fernando Lugo al poder, campesinos pobres y sin tierra y trabajadores pobres de los conurbanos de las grandes ciudades. Todavía queda mucho por hacer.
 
Deudas pendientes
 
Algunos referentes del Frente Guasu, el flamante movimiento popular que acompaña al presidente Lugo, asumieron esas deudas pendientes: “La tarea más importante es profundizar la unidad en defensa del proceso de cambio conquistado por el pueblo hace dos años”, dijo el senador Sixto Pereira, uno de los dos legisladores que apoya al Gobierno de un cuerpo de 45 miembros. “A todos los de la Alianza Patriótica, los que están en el Gobierno, quiero hacerles una convocatoria especial: Es el momento de levantarnos unidos. Nuestros compatriotas esperan mayor profundización, mayores resultados en cuanto a medidas sociales y económicas”, agregó.
 
El otro senador que respalda a Lugo, y pre candidato a intendente de Asunción para las elecciones de noviembre, Carlos Filizzola respondió a quienes cuestionan por inacción al Gobierno: “el programa Abrazo sacó a miles de niños de la calle y el programa Tekoporã sacó a miles de familias de la extrema pobreza”. Y se lamentó que son logros que “no publica la prensa”.
 
El secretario general de la presidencia, Miguel López Perito, apuntado por la oposición como el monje negro del gobierno, asumió los errores y las cuestiones irresueltas, como la no concreción del proceso de reforma agraria y la falta de puestos de trabajo. Pero dijo que, en orden de prioridades, lo primero era consolidar el equipo gobernante, tarea que todavía sigue adelante: “No habrá otro Honduras en el corazón de América… Es momento de renovar nuestro compromiso”, señaló.
 
Festejo aparte
 
El vicepresidente de Paraguay, Federico Franco, festejó los dos años del triunfo electoral descubriendo una placa frente al local del Partido Liberal, del que dijo “fue el buque insignia de la APC (Alianza Patriótica para el Cambio)”, ayudando a “hacer realidad el sueño de cientos de miles de paraguayos”.
 
Franco, enfrentado con Lugo tras su confesada intención de asumir el poder, dijo que “esta es la hora de la unidad y de buscar consenso, mañana hablaremos de otra cosa”. Pero la retórica del vicepresidente tuvo pocas horas de vida. Pese a que el acto del Partido Liberal se realizó por la mañana y que el evento central del Gobierno fue por la noche, Franco estuvo ausente en la fiesta popular de las plazas del Congreso.
 
En su discurso ante miles de personas, el presidente Lugo dedicó unos párrafos para responderle al segundo en la sucesión del mando al frente del Ejecutivo: “Creo firmemente en la vocación de cambio de los paraguayos y paraguayas. Y por sobre todo confío en que más temprano que tarde sabremos superar las pocas cuestiones que nos dividen y subir al viaje triunfal de tantas cosas que nos deben unir. Juntos vamos a celebrar esta fiesta, los que están aquí y los que no vinieron, los que están de acuerdo y los que disienten”, remarcó en alusión a su vicepresidente.
 
América XXI, Año VIII, No. 61, mayo de 2010
https://www.alainet.org/fr/node/141237
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