Conservadores al gobierno en Inglaterra
11/05/2010
- Opinión
Se realizaron elecciones generales en Gran Bretaña -cuna del parlamentarismo y del sistema de gobierno y oposición-, que como en todo sistema parlamentario son para elegir al único órgano del Estado que cuenta con una legitimidad derivada del voto popular: el Parlamento. A diferencia de los regímenes presidenciales, como el nuestro, en los que existe una legitimidad paralela, el Presidente tiene su legitimidad producto de la elección directa y el Congreso igualmente tiene la propia al ser igualmente elegido por los ciudadanos, en los regímenes parlamentarios, como el inglés, el Parlamento es el único poder que tiene origen en la voluntad popular.
Era evidente que el gobierno de los laboristas ya contaba con la fatiga normal de los gobiernos que se prolongan en el tiempo, pero adicionalmente con el costo político a cuesta de haber apoyado la aventura de George W. Bush en Irak, avalando de paso las versiones falsas que dio ese presidente norteamericano para justificar su invasión a ese país –costo que ya está pagando Tony Blair, el anterior Primer Ministro, que debió abandonar el cargo en beneficio de Gordon Brown para suavizar una eventual castigo político a los laboristas-; adicionalmente los efectos negativos de la crisis económica que la termina pagando el gobierno de turno, no importa si es o no el único responsable. Todo lo anterior explica el triunfo del opositor Partido Conservador liderado por David Cameron, pero no lograron una mayoría absoluta. De 650 escaños en la Cámara Baja obtuvieron 305, los laboristas 298, los liberales-demócratas 57 y otros grupos minoritarios sumaron 28 cupos.
En un régimen parlamentario el gobierno proviene del Parlamento, en cabeza de un Primer Ministro quién representa la mayoría parlamentaria. Para ello el partido de gobierno o la coalición de partidos gobernantes deben contar por lo menos 326 escaños, situación que hasta el momento no cumple ninguno de los dos tradicionales partidos británicos, conservadores y laboristas. Esta situación coloca en una posición privilegiada al Partido Liberal-Demócrata, que con sus 57 escaños se vuelve determinante para construir la mayoría necesaria para formar gobierno; situación similar han vivido en su momento los liberales alemanes, o los socialistas en Italia, que sin ser mayoritarios obtienen un peso en el gobierno determinante; es lo que algunos analistas de los sistemas parlamentarios denominan ‘partidos aldaba’.
Los liberal-demócratas de Nick Clegg, que se creyó durante la campaña que podían ser el fenómeno político que iba a romper con el tradicional bipartidismo inglés, finalmente terminó desinflado en los resultados electorales, en parte por el sistema electoral y en parte por disminución de las expectativas inicialmente generadas. Pero aún así este partido, relativamente pequeño, tuvo un margen de negociación importante y en conversaciones con los conservadores lograron un programa común que les permite formar gobierno, dentro del cual han colocado como prioritario una reforma al sistema electoral. Igualmente habían iniciado contactos con los laboristas para estudiar la posibilidad de formar una coalición progresista, previendo que las conversaciones con los conservadores no llegaran a feliz término.
El Primer Ministro saliente, Gordon Brown, planteó la tesis que al no tratarse de un sistema presidencialista, no era automático que la primera mayoría necesariamente estuviera autorizada para formar gobierno, sino lograba conformar la coalición mayoritaria y anunció su disposición a renunciar como jefe de su partido, el laborista y en esa medida dejar de ser Primer Ministro, para eliminar un obstáculo que habían planteado los liberal-demócratas, para formar una eventual coalición.
Pero la situación política ya se aclaró, la Reina, como Jefe de Estado, ha nombrado a David Cameron como Primer Ministro y conservadores junto con liberal-demócratas formaran un gobierno de coalición con una mayoría confortable que les permite a los ingleses contar con un gobierno estable y con el Primer Ministro más joven de su historia.
- Alejo Vargas Velásquez es Profesor Universidad Nacional
https://www.alainet.org/fr/node/141342
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