Por qué suben los precios de los alimentos?
28/09/2012
- Opinión
Las últimas escaladas en los precios del maíz, el trigo y la soja han puesto al mundo nuevamente en una crisis alimentaria. Al igual que en 2008, los precios internacionales de los alimentos se disparan debido a la especulación financiera en los mercados de commodities. Urge regulación.
Tal como pasó en el 2008, justo antes de la quiebra del Lehman Brother, los precios de los principales commodities alimentarios como el trigo, el maíz y la soja se han disparado. Y eso ha traído el alza de varios productos derivados como la harina y el aceite, y de otros que los requieren como insumos como es el caso de la leche (por el alimento de las vacas), o la carne de pollo. En países como el Perú eso se nota bastante pues no producen trigo y son deficitarios en maíz.
Nuevamente, como en ese entonces, los principales medios de comunicación a nivel mundial (de donde se alimentan la mayoría de los medios locales) recogen explicaciones tales como que la demanda mundial de alimentos es cada vez mayor por el crecimiento económico chino, o que una parte importante de los cultivos se van para la producción de “agro” combustibles como biodiesel o etanol. Al menos esas dos causas fueron las más sonadas en el 2008, antes de que explote la crisis global.
Pero ahora ya no se puede decir eso, pues la economía china ya no tiene la velocidad como para justificar el alza, y además, Europa y Estados Unidos están estancados. Por eso nos han venido con el cuento de que la crisis alimentaria se debe al cambio climático.
Si bien, todos estos factores, de alguna manera pueden impactar los precios, no explican el paquetazo internacional de los alimentos.
Especulación financiera
Los precios de los alimentos suben porque los banqueros e inversionistas usureros e irresponsables necesitan ganar cada vez más dinero. Eso es todo. ¿Qué hacer? Se requiere regular eficazmente estos mercados, poner límites fuertes al intercambio de futuros y derivados financieros de estos commodities y buscar otras opciones para fondear el mercado alimentario.
La real causa del alza de los commodities alimentarios tiene que ver con lo mismo que ha originado la crisis global: especulación financiera a toda máquina con poco o nada de regulación.
Para empezar, los alimentos (al igual que el oro, la plata y otras “materias primas”), son considerados mercancías y transados en grandes mercados mundiales. El más conocido y usado es el Chicago Board of Trade.
El problema reside, en que además de ver a los alimentos como una mercancía más, en su negociación ya no solo operan productores, consumidores o distribuidores, sino inversionistas que nada tienen que ver con el negocio alimentario y solo quieren ganar plata más rápido, especulando con los contratos de futuros de los commodites alimentarios, o con los contratos de derivados de los mismos. Es decir, ni siquiera compran físicamente el alimento, sino futuros y opciones de mercado.
Index Funds
Los llamados fondos índice (Index Funds) que reúnen plata de varios lados, entran en estos mercados tal cual lo haría un jugador de póker cuando entra a un casino. Empiezan a apostar y con ello mueven las expectativas actuales.
Claro, si viene un jugador que mete miles de millones de dólares en contratos de futuro de un determinado producto genera inmediatamente expectativas alcistas. Porque si se percibe que el precio subirá en el futuro, entonces muchos se protegen subiendo el precio en la actualidad. Es un juego perverso, pues estamos hablando del hambre en el mundo.
Y esto es un fenómeno del siglo XXI, porque justamente es entre el 2002 y el 2008, que los precios de los principales commodities se triplicaron (trigo) o quintuplicaron (arroz). A eso se le llamó crisis alimentaria, pero resulta que en ese periodo, según un estudio del Greenberg Center for Geoeconomic Studies, el crecimiento demográfico no se había acelerado, con lo cual la demanda relacionada con el consumo de las familias no explicaba el incremento de precios.
Oferta y Demanda
Según este estudio, lo que se había incrementado más bien, era la demanda de entregas futuras de alimentos, siendo el arroz, el maíz, la soja y los aceites los más negociados. Esas transacciones habían aumentado exponencialmente. Basta decir que solo en el periodo 2006-2008, esas transacciones habían crecido en 66 por ciento.
Eso hizo que el propio Banco Mundial reconozca que la especulación financiera no tenía un rol menor en este problema como había afirmado previamente.
Los precios de los alimentos suben porque los banqueros e inversionistas usureros e irresponsables necesitan ganar cada vez más dinero. Eso es todo. ¿Qué hacer? Se requiere regular eficazmente estos mercados, poner límites fuertes al intercambio de futuros y derivados financieros de estos commodities y buscar otras opciones para fondear el mercado alimentario. Es decir, acabar con la especulación.
- Carlos Alonso Bedoya esPeriodista y abogado, asesor de la Red Latinoamericana sobre Deuda, Desarrollo y Derechos y columnista del diario peruano La Primera.
https://www.alainet.org/fr/node/161390?language=en
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