Malestar en las Fuerzas Armadas

19/02/2015
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Una aproximación a las causas
 
En el Enlace Ciudadano No. 410 del sábado 7 de febrero del 2015 (1), el presidente de la República Rafael Correa calificó al sistema de cesantía de las FF.AA. de caótico e inequitativo, entre otras cosas señaló que: “los más pobres están financiando a los más ricos, al revés de lo que se tiene que hacer” “los soldados y policías de bajo rango se están perjudicando”. Se presentó una lámina de ppt con el título ¿Cómo funciona la cesantía? donde se graficó la cesantía que reciben los oficiales que se retiran con cinco, entre cinco y diecinueve y más de veinte años de servicio, y por ejemplo, refiriéndose a los oficiales que se retiran con cinco años de servicio, el presidente de la República dijo: “pero si se retira antes de los cinco años, no lo devuelven nada, (...) al menos su aporte le tienen que devolver, increíble, y esa plata sirve para financiar la cesantía de los altos oficiales ...”.
 
No vamos a analizar, además no lo podríamos hacer, los aspectos específicamente técnicos que abarcan el tema o problema, entre otras razones, porque carecemos de toda la información que se requiere. Vamos a examinar los efectos prácticos que el anuncio presidencial ha provocado en las filas de las Fuerzas Armadas e incluso de la Policía Nacional.
 
Consideramos que la forma en que fue presentada la cuestión fue inoportuna e inadecuada. Entre otros aspectos, se soslayó el contexto, recordemos que alrededor del tema de la seguridad social de militares y policías se ha desplegado toda una trama de desinformación y manipulación, en donde se han puesto en juego maniobras políticas, algunas de carácter desestabilizador, por actores interesados, tanto nacionales como extranjeros. Luego de la reciente y enérgica aclaración del Primer Mandatario en el marco de la conmemoración de la gesta del Cenepa, en el sentido de que no desaparecerá el Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas – ISSFA, el anuncio inesperado realizado en el mencionado Enlace Ciudadano, removió innecesariamente el avispero, como se suele decir. Entre paréntesis, nos llamó la atención que en dicho evento la banda militar toque la ‘Pantera Rosa’, ¿cuál fue la intención de aquello? ¿hubo algún mensaje en eso? Al menos creemos que esa acción resto solemnidad a la ceremonia.
 
En especial, coroneles y generales han interpretado el anuncio presidencial como una clara intención de dividir a los miembros de la institución y afectar su institucionalidad. De hecho, un efecto práctico de esa medida va a ser la pérdida de cohesión de una institución que por su naturaleza debe mantenerse cohesionada, un ejército sin cohesión sencillamente no puede operar o combatir. Algunos dirán, pero ya se firmó la paz con el Perú. No es así, el escenario internacional se muestra muy inestable. Pero esto es materia que merece otros análisis. El caso del Estado ecuatoriano es particular, pues incluso con la firma referida, nuestra Nación enfrenta amenazas materializadas por la presencia del crimen organizado transnacional, el narcotráfico, los efectos negativos que se derivan del problema interno colombiano y la necesidad de ejercer en el territorio nacional la autoridad del Estado junto  con otras instituciones, lo que impone la necesidad de contar con fuerzas militares con alto sentido de la disciplina en oficiales y suboficiales (esta es la denominación para caracterizar al componente de profesionales que jerárquicamente están bajo la oficialidad, y es así como se los debe denominar, pues al nombrarlos como tropa, no se está haciendo uso del término con propiedad, pues tropa es un término genérico que alude a todo un grupo independiente de su grado jerárquico. Por otra parte, tropa, es un sustantivo que ha dado paso a una degeneración peyorativa).
 
Al parecer, el presidente de la República y las autoridades civiles de la defensa, desconocen el alto grado de movilidad social que históricamente ha permitido la institución militar. Hoy mismo, gran parte de los cadetes que se forman en la Escuela Superior Militar son hijos de suboficiales. Entonces la medida propuesta también les va a afectar a ellos.
 
Como en toda medida que se instituya, habrá perjudicados y beneficiados, y como lo señaló el presidente Correa, la intención es favorecer a los militares y policías de bajo rango. Pero nos preguntamos, ¿es eso obligatoriamente equitativo? Si nos atenemos a las lecciones que nos dejó el ‘socialismo real’ el igualitarismo no es necesariamente justo y equitativo. En ese enfoque está una de las causas de su fracaso, no todos somos iguales desde varios puntos de vista.
 
Lo que sí debe ser un compromiso es que todos los seres humanos de una comunidad nacional, deben tener iguales oportunidades para su desarrollo personal y laboral.
 
Los efectos a la vista
 
Todas las instituciones y organizaciones sociales del planeta están jerarquizadas, es parte de nuestra naturaleza humana, y supuestamente deben llegar a las más altas jerarquías los más capaces y esforzados o que reúnen valores y características para ocupar esas funciones. La vida militar no es fácil, y esa es una de las razones por las cuales algunos oficiales se ven en la situación de salir de la institución, antes de alcanzar las más altas jerarquías, por motivos de proceso de selección rigurosos. La carrera militar es piramidal.
 
Otro efecto práctico del anuncio presidencial es que ha puesto a pensar a muchos oficiales sobre la posibilidad de solicitar su disponibilidad o su baja antes de que se aplique la medida para no verse perjudicados monetariamente. Esto traerá como consecuencia la pérdida de valiosos cuadros militares para la institución. No se ha considerado que la ‘vida útil’ de un oficial es menor a la de cualquier profesional, es decir, un médico o un ingeniero puede trabajar en donde y hasta cuando su libre deseo y condiciones de salud lo permitan. Eso no sucede indefectiblemente con los militares y policías, el desgaste de la profesión es mayor y están expuestos a más accidentes o riesgos propios de su actividad. Antes de quedarse sin ‘vida útil’ y sin recursos para realizar un emprendimiento que permita solventar la economía familiar, algunos oficiales preferirán salir de la institución. Si se quiere comparar, algo similar sucede con los deportistas de élite.
 
Lo anterior tiene su explicación en el hecho de que las características de la profesión militar, exige por su propia naturaleza elevadas competencias físicas, intelectuales y psicológicas que a medida que pasa el tiempo, especialmente lo físico va perdiéndose.
 
La exigencia de la disponibilidad permanente, la dedicación exclusiva, la alta rotación en diferentes escenarios geográficos, los cursos de especialización y ascenso, las evaluaciones permanentes, la presencia por largos periodos en destacamento, lejos de sus familias, ejercicios de campaña con altos riesgos generan un desgaste y un nivel de tensión que obliga a que los componentes operativos sean fundamentalmente jóvenes, de ahí que la ‘vida útil’ es relativamente corta. (Esa es la razón de la analogía con deportistas de competencia). Pero lo que más preocupa de los efectos prácticos del anuncio presidencial, es el surgimiento de brotes de insubordinación. Se escuchan cosas como: “el presidente se ha metido con nuestro honor”, “los gringos nos pueden ayudar”, “si el alto mando no nos defiende, desconoceremos al alto mando”, etcétera, etcétera. Es decir, hay un serio malestar a lo interno de las Fuerzas Armadas y se pueden generar condiciones para quienes quieran pescar a río revuelto, si antes no se dialoga y se establece un proceso que permita aclarar los alcances de la propuesta presidencial.
 
Incluso esto ha derivado en la publicación en la web de una página, supuestamente activada por personal de voluntarios del Ejército, con expresiones de irrespeto a la oficialidad, afectando negativamente a la unidad que necesariamente debe existir en un cuerpo armado.
 
A manera de conclusión y recomendación
 
Se puede y se tiene que evaluar integralmente el funcionamiento de la seguridad social de militares y policías, pero estableciendo un proceso claro y ordenado, no anunciándolo en enlaces ciudadanos. Entre las cosas que se podrían revisar está el factor de ponderación, qué recibe el personal como cesantía aun cuando se retire con cinco años de servicio, como en el ejemplo expuesto en el Enlace Ciudadano; se puede revisar cómo se conforman los directorios para que tanto militares y policías estén debidamente representados; se pueden fijar con mayor transparencia cómo se deben llevar a cabo los temas de administración, auditoría y control, etcétera, etcétera.
 
Si hay alguna norma que sea realmente injusta o inequitativa, se tiene que analizar y corregir. Pero entendemos que todo sistema de seguridad social para que funcione tiene reglas básicas. Si cualquiera de los afiliados a la seguridad social normal, decide salirse antes de cumplir ciertos requisitos, los beneficios no van a ser los mismos. Así, para jubilarse con todos los derechos el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social – IESS, exige a sus afiliados la edad mínima de 60 años y 25 años de aportes.
 
Muchas veces el presidente de la República Rafael Correa ha hablado de los intangibles del desarrollo, hay cosas que no se pueden medir, como se puede hacer con los kilómetros de carreteras construidos. Instituciones como las FF.AA y los deportistas de élite nos dan esos intangibles que la unidad nacional requiere, nos dan autoestima y el orgullo nacional, imprescindibles para el desarrollo de una Nación.
 
Nota
 
(1)   Para quienes quieran escuchar los expresado por el señor presidente Rafael Correa, lo puede hacer en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=Gmd2U28F77k ; a partir de 1h26’
 
Mario Ramos es director del Centro Andino de Estudios Estratégicos (CENAE), 15/02/2015
 
https://www.alainet.org/fr/node/167650
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