Sun Tzu, el arte de la guerra y los “tanques de pensamiento” del imperio

Guerra política y económica en Venezuela

09/12/2015
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  • Opinión
 maduro nos mata de hambre
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En las elecciones parlamentarias de Venezuela, la oposición no sabe cómo ganó y el “chavismo” no tiene idea de cómo perdió. Ambos no se la creen. Los unos ganaron más de lo que pensaban y los otros perdieron más de lo calculado. Pronto los asesores de Primero Justicia, pagados por la NED y la USAID, reclutados por los “tanques de pensamiento” de Miami, Madrid y Bogotá (de Santos, no de Uribe) le explicarán a Capriles, Borges y Ocariz, que fue lo que ocurrió. Maduro algo sospecha.

 

Los gringos utilizaron las mejores herramientas y enseñanzas de Sun Tzu. “Someter a tu enemigo sin combatir”. Esa es la meta del excelente guerrero. Es el colmo de la habilidad.

 

Seis estrategias y enseñanzas de Sun Tzu

 

Primero, desde el marco internacional armaron una estrategia propagandística de amplio espectro e impacto. Utilizaron a Lilian Tintori para convertirla en una celebridad, una víctima del oprobioso régimen “chavista” o “castro-comunista”. Era la punta de lanza mediática usando la imagen de mártir de su esposo encarcelado. Claro, el gobierno bolivariano dio ese tremendo “papayaso” y el imperio no lo iba a desaprovechar. Ella y “sus hijitos” iban a ser la imagen de la injusticia y la dictadura. “Sustituye las banderas y estandartes de tu enemigo” enseña el estratega chino

 

Segunda estrategia. Hacerle creer al gobierno “chavista” que iban a hacer una campaña nacional al estilo tradicional. Con vallas, propaganda televisiva y demás, para convertir esa jornada en un plebiscito destituyente. Por eso no firmaron el acuerdo para aceptar los resultados. Amagaron con repetir la “vieja” estrategia de cantar el fraude electoral si perdían. Con ello obligaron a Maduro a encabezar una campaña nacional de tipo plebiscitario cuando ellos sabían que si el PSUV hubiera hecho una campaña centrada en cada candidato de distrito o por lista, ellos perderían. Un Maduro desgastado por la “guerra económica” era el peor acompañante para los candidatos “chavistas”. Es decir, jugaron con la fuerza del gobierno: “Atrae a tu enemigo al terreno que escojas”, dice Sun Tzu.

 

Tercera estrategia. Invisibilizarse. Desaparecerse del escenario mediático nacional. Hacer ver –por contraste– el poderío propagandístico de los candidatos del gobierno, que todo el mundo sabe o se imagina que son financiados con dineros del Estado, mientras ellos fungían como unos menesterosos candidatos que no tenían con qué pagar cuñas televisivas ni vallas publicitarias. Cada cartel, valla o cuña, era una ofensa para el pueblo cansado de hacer colas y de buscar productos de primera necesidad. Ellos sabían que el “auto-bombo” mediático que usa canales públicos o monopolizados siempre se vuelve contra el gobierno, la fuerza política o la empresa que lo utiliza. Es otro precepto del Arte de la Guerra: “Hacer ver a tu enemigo falsamente poderoso y atacarlo desde la sombra”.

 

Cuarta estrategia: Las encuestadoras temprano empezaron a jugar su papel. Al principio para tratar de generar triunfalismo. Cuando Maduro cerró las fronteras con Colombia todos los medios y encuestadoras anunciaron la buena aceptación conseguida por el gobierno, al mostrar mano fuerte y decisión. Pero poco a poco fueron apretando con bajas cifras de aceptación de Maduro. Su objetivo era desesperarlo, obligarlo a hacer lo que hizo: extralimitarse en amenazas usando la famosa frase de “hay que ganar como sea” pero además empujarlo a utilizar las dádivas (taxis, viviendas, etc.) para ganar electores. Esas actitudes enardecían mucho más a la gente y la radicalizaban contra el gobierno. “Toda guerra se basa en el engaño” dijo Sun Tzu.

 

Quinta estrategia: Darle importancia a las regiones y a los partidos minoritarios de la Mesa de Unidad Democrática MUD. Pelear cada distrito y municipio por municipio. Con el aliciente de usar los problemas de inseguridad, desabastecimiento, corrupción gubernamental y la inflación, además de todo lo ganado en la campaña mediática de liberación de los presos políticos, los candidatos se concentraron en utilizar varias herramientas tecnológicas usando las redes sociales, los teléfonos móviles y una serie de programas para sistematizar la información y garantizar un trabajo casa a casa, barrio a barrio, pueblo a pueblo. Silencioso y metódico, bien planificado. El voz a voz era otro elemento muy práctico en un ambiente donde la gente se sentía atemorizada por las presiones de algunos funcionarios torpes y otros militantes fanáticos que amenazaban a la población con quitarles sus trabajos o sacarlos de los programas sociales. Hacían concentraciones donde era conveniente pero no fue la táctica más usada. Además, el PSUV impuso desde Caracas muchos candidatos y ello generó mucho malestar y desánimo entre las bases “chavistas”. “No mostrar la fuerza sin necesidad” recomienda Sun Tzu.

 

Sexta estrategia. El discurso. Desde el principio los principales dirigentes de la oposición tenían claro que el objetivo era ganarse al conglomerado de la población denominada como “ni-ni”, que de alguna manera simpatiza más con el “chavismo” pero que está frustrada por la situación actual. Son personas que no quieren identificarse con la oposición por sus posiciones golpistas y violentas impulsadas en las llamadas “guarimbas”. Pero también rechazan a los “colectivos bolivarianos”. Quieren paz y convivencia, están cansados de agravios y peleas. Por eso, en esta ocasión no tuvo protagonismo el movimiento estudiantil opositor. Y ellos saben que ese es el discurso que deben mantener para seguir desgastando a Nicolás Maduro y a Diosdado Cabello después de haber ganado las elecciones. Provocar y provocar más bravuconadas y amenazas, fue su estrategia. Usar a expresidentes de otros países, al secretario de la OEA, a todo el que pudiera generar reacciones calenturientas y agresivas de los diversos funcionarios del “chavismo”, especialmente el presidente Maduro. Decía Sun Tzu: “Si su contrincante tiene temperamento colérico, procura irritarlo”.      

 

Algunas consideraciones a tener en cuenta

 

  1. En Venezuela no sólo se desarrolla una “guerra económica”; en lo fundamental se impulsa una guerra política en la que intervienen fuerzas imperiales desde 2002.

 

  1. Su principal objetivo geo-económico es recuperar el control de la más grande y estratégica reserva petrolera del mundo en disputa con Rusia y China.

 

  1. Su objetivo geo-político complementario es profundizar el declive político de los gobiernos progresistas, derrotar las alianzas regionales como Mercosur, Unasur, Alba  y Petrocaribe, y recuperar su hegemonía continental. 

 

  1. Las agencias estadounidenses han puesto todas sus esperanzas en una estrategia “democrática”, “pacífica” y “civilista”, aprendiendo de los errores de las “guarimbas” de 2013.

 

  1. Han diseñado para la región una variante de su teoría del “Paternalismo liberal”[1]  dado que en la región Sudamericana no tienen formas de promover guerras interétnicas o entre países que les permitan hacer intervenciones armadas “humanitarias”.

 

  1. Todas las fuerzas del capital están confabuladas para derrotar al “chavismo”. Las derechas de todos los colores se juntaron pero ahora bajo la nueva estrategia de la “paz y la convivencia”.

 

  1. El partido Primero Justicia de Capriles, Borges y Ocariz sale fortalecido de esa campaña, y aunque no logran moderar totalmente a Henry Ramos Allup y al “alter ego” de Leopoldo López, ya han logrado hacer entrar en razón a María Corina Machado.

 

  1. El gobierno de Maduro-Cabello no logró desentrañar la estrategia de la oposición. Sus principales asesores no avanzaron más allá de la teoría del “golpe fascista”, el supuesto desconocimiento de los resultados que iba a hacer la oposición y la utilización de la violencia generalizada. De allí que no vieran otras opciones.

 

  1. La llamada “guerra económica” no ha logrado ser derrotada. El problema es que ella encaja muy bien con todas las políticas económicas del gobierno “chavista” y con sus necesidades político-electorales inmediatas. El desabastecimiento, la especulación, la escasez de productos de primera necesidad y el fenómeno del “bachaqueo” sólo son consecuencia de esa “guerra”, como lo es la inflación, el contrabando y demás problemas relacionados con el manejo cambiario. Realmente la “nueva guerra económica del imperio” está en el campo del auto-abastecimiento temporal de hidrocarburos, la destrucción total de los acuerdos de la OPEP y la batalla monetaria mundial (revaluación del dólar), en la cual Venezuela es un jugador menor.

 

  1. La estrategia va a continuar en la misma línea. Respeto máximo de la institucionalidad existente con la convicción de que pueden gobernar con la Constitución Bolivariana y el desmonte gradual de la política “chavista” sin correr o asustar a los “ni-ni” ya ganados y por el contrario, avanzar a ganar más “chavistas frustrados”.

 

  1. Por ello no han planteado la renuncia de Maduro como era lo esperado por los teóricos del “golpe”, ante un triunfo tan rotundo (64% frente a 32%). Van a ir paso a paso. La amnistía para los presos políticos y acabar con los compromisos de Petrocaribe son las propuestas más visibles para empezar a desgastar al gobierno, pero lo van a hacer con “altura de estadistas”. Es la línea trazada desde el imperio como la que ejecuta Santos a la perfección con las FARC en La Habana.

 

  1. Es probable que la oposición trate de aprovechar el peso mayoritario adquirido en la Asamblea Nacional para impulsar otras iniciativas que le generen problemas al gobierno. Sin embargo, tal como lo prevemos, lo harán con mucho tacto y cautela. La estrategia –tal como lo muestran sus declaraciones– están dirigidas a consolidar su fuerza electoral y no lanzarse a aventuras. Tratar de controlar el Tribunal Supremo de Justicia y otros órganos de los otros poderes, entre ellos el electoral, está entre sus propósitos. Si la crisis económica se hace insostenible, no dudarán en impulsar la destitución del presidente Nicolás Maduro siempre y cuando vayan sobre seguro.

 

Los dilemas de gobierno “chavista”

 

Desgraciadamente el gobierno pareciera no reaccionar. Las declaraciones inmediatas a la derrota electoral del 6D, tanto del presidente Maduro, y Diosdado Cabello muestran que ellos confían todavía en recuperar, a partir del “núcleo duro” del “chavismo”, las fuerzas populares para evitar o ganar el referendo revocatorio que ya la oposición tiene en mente y que tendrán casi un año para preparar e impulsar. La Canciller Delcy Rodríguez confía en que “Hay un bloque consolidado en conciencia" (http://bit.ly/1lMxf93).

 

Es indudable que el gobierno tiene un margen de maniobra pero deberá enviar señales inequívocas de que va a colocar por encima de su proyecto histórico, o sea, el Socialismo del Siglo XXI –que está fuertemente averiado–, los intereses del conjunto de la población. La forma como lo haga, la disciplina que muestre la militancia del PSUV y demás colectivos “chavistas”, los objetivos que se trace y la capacidad comunicacional, lo decidirán todo.

 

Retroceder en orden, reorganizar las fuerzas, reflexionar con mucha honradez y fluidez, aceptar profundamente la derrota parcial, y actuar con diligencia en el campo de la economía y la seguridad, es lo que uno –desde la distancia– observa que podría hacer.

 

Paralelamente iniciar un proceso sostenido de transferir poder a las comunidades organizadas para mostrar que está decidido a apoyarse en el pueblo para arrinconar y vencer en forma contundente la corrupción y el burocratismo incrustado en el gobierno, que a veces hace más daño que la acción de la misma oposición. Es un lastre que jala hacia atrás.

 

No la tiene fácil el presidente Maduro pero el sólo intentarlo ya es una actitud ética y revolucionaria que los luchadores del pueblo venezolano, latinoamericano y mundial están esperando y demandando.

 

Desde Colombia enviamos las mejores energías porque ello se concrete dada, la importancia que tiene el proyecto bolivariano en la lucha contra el imperio y por la integración regional latinoamericana. El presidente Chávez, desde donde esté, hará fuerza para que acierte.  

 

Conclusión

 

Todo apunta a que la derecha latinoamericana - incluida la mayoría de la oposición venezolana - se ha separado de la línea golpista (Uribe-Leopoldo López), y van a jugar con la táctica “pacifista” y “civilista” diseñada por los “tanques de pensamiento” estadounidenses.

 

Intentarán reemplazar a los gobiernos “progresistas” con “golpes suaves” de carácter electoral y gobernar con las institucionalidades existentes para desmontar los logros sociales de una forma moderada y paulatina.

 

La guerra económica va por debajo. Es la mano invisible de la estrategia imperial. Hoy el precio del petróleo está por debajo de US$40 y el dólar cada vez más caro.

 

Popayán, 8 de diciembre de 2015

 

E-mail: ferdorado@gmail.com / Twitter: @ferdorado     

 

http://aranandoelcieloyarandolatierra.blogspot.com.co/2015/12/guerra-politica-y-economica-en-venezuela.html#.VmgXXvnhC1s

 

 

[1] El término “paternalismo liberal” o “paternalismo soft” fue acuñado por el economista conductual Richard Thaler y el abogado Cass Sunstein. Hoy es parte del ideario del presidente Barack Obama y sirvió de base teórica para diseñar las supuestas “intervenciones humanitarias” en Libia y Siria. Su principal impulsora en el gabinete presidencial es la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Samantha Power (Notas del Autor).

https://www.alainet.org/fr/node/174128?language=en
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