Chávez… ¿Qué hacer?

25/01/2016
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A

En reiteradas ocasiones el Presidente Nicolás Maduro ha afirmado: “la crisis post-capitalista que vive Venezuela, nos brinda la oportunidad para avanzar en un nuevo modelo económico centrado en el ser humano”. En foros internacionales como el G-77 (2014); en la Asamblea General de la ONU (2015), el Presidente venezolano, inspirado en el Plan de la Patria, nos ha solicitado trabajar en un nuevo proceso civilizatorio. Este proceso debe cambiar las sociedades hacia adentro y las relaciones de poder en el mundo. Un proceso civilizatorio que tenga la solidaridad y la inclusión como ejes esenciales para acabar con la pobreza y la miseria; garantizar el derecho a la educación inclusiva, pública, gratuita y de calidad; a la salud; a la vivienda; a un ambiente sano; y avanzar así, en los objetivos y metas del milenio.

 

Mientras tanto, la guerra económica inducida contra el pueblo venezolano continúa, poniendo en riesgo la sobreviviencia misma del proceso revolucionario. El decreto de emergencia económica, acompañado de la movilización popular y de la conformación del Consejo Nacional de Economía Productiva (CNEP) son las últimas medidas contundentes que el ejecutivo ha tomado. El CNEP, en particular, está conformado por un calificado grupo de personalidades provenientes de diferentes sectores productivos, con la altísima responsabilidad de avanzar del “rentismo petrolero” a una “economía productiva”.

 

Apoyando y trabajando en las propuestas económicas que el CNEP está ensamblando, no entendemos por qué no se debaten y al parecer ni se mencionan, las salidas alternativas a la crisis postcapitalista en que estamos inmersos. Pareciera y luce contradictorio, tratar de encausar los torcidos caminos hacia una economía productiva, teniendo su asiento o asidero en una crisis capitalista global.

 

Es de recordar que hace 10 años en Paraná, Brasil—cuando, oportunamente, surge el Manifiesto de las Américas—es Chávez, el primer presidente en denunciar la degradación ambiental del continente; allí hace un llamado mundial en defensa de su diversidad biológica y cultural. Como lo reafirma, Correggia (2015). Allí aparece cada vez con mayor decisión y visión en una sinergia entre diversas experimentaciones: a) el camino hacia el Socialismo del siglo XXI que pone en primer lugar la moral (“el primer rasgo es el moral” dijo Chávez más de una vez); b) el Buen Vivir de los pueblos andinos; c) el desarrollo de las Comunas; d) lo que podríamos llamar el “Ecosocialismo práctico especial de Cuba”.

 

Chávez sigue teniendo razón: la opción ecosocialista a nivel planetario, como parte de la construcción progresiva de ese nuevo “contrato social civilizatorio”, nos viene brindando importantes aportes teóricos y prácticos. Lo que no quiere decir, que no vamos a profundizar en nuestras propias tesis productivas, elevarlas, debatirlas para que nos permitan avanzar en sólidas propuestas, para la transición definitiva del modelo rentista-capitalista a uno productivo-Ecosocialista basado en el proceso social del trabajo. Todo ello toma su tiempo y espacio, y nos convoca a sumar esfuerzos. De allí que Chávez CLARO COMO LA LUNA LLENA lo exige en el 5to. Objetivo Histórico de la Ley Plan Patria. Se llama, a la construcción de un modelo económico productivo ecosocialista, basado en una relación armónica con el ser humano y la naturaleza, la cual nos garantice el uso y aprovechamiento ambientalmente sustentable de los recursos naturales, valorando y respetando los procesos y ciclos de la naturaleza, ratificando la defensa de nuestra soberanía del estado venezolano, sobre las eco-bases materiales naturales para la preservación de la generaciones futuras.

 

Aunque muchos no lo crean o no puedan discernirlo, en Venezuela se vienen construyendo propuestas que apuntan a fuertes matices de despliegues Ecosocialistas. Por ejemplo: en el caudal de recursos naturales que todavía tenemos—a los que debemos darle un tratamiento no extractivista; en varias propuestas productivas alternativas ya consolidadas; en las bases constitucionales y jurídicas que le dan una inmensa fortaleza a los procesos participativos—cumpliendo así con uno de los principios básicos Ecosocialistas. A todo ello, se le articula, la construcción de 1433 comunas, de las cuales 503 fueron estructuradas en el 2105; y de 45407 consejos comunales, 1375 sólo en el año 2015.

 

Aunque no todos aprecian estos logros, irónicamente, en otros países del mundo, los movimientos populares desearían tener un avance jurídico y de organización del tejido social, como el que se tiene en Venezuela. En aquellos espacios de participación se han consolidado procesos socio-productivos eco-tecnológicos, los cuales conforman el sustrato de una economía sana y compenetrada con la finitud de nuestros recursos naturales.

 

Debemos entender, que el legado de Chávez—en la construcción de ese complejo y nuevo “contrato social”—se contextualiza y visualiza constitucional y orgánicamente. Nos queda, defender todos los logros que hemos venido hilvanando en nuestro proceso revolucionario y de inmediato aceleradamente trabajar, en las articulaciones técnico-políticas. Para ello se hace necesario desplegar un sinfín de iniciativas. Estas últimas deberán priorizarse para su ejecución; deberán someterse a cambios y adaptaciones según el entorno concreto donde se aplican; deberán estar sujetas a redefiniciones y reacomodos en base a los diferentes procesos socio-productivos que se han de implementar.

 

A continuación incorporamos—para su debate, mejoramiento y aplicación—un conjunto de propuestas para el Consejo Nacional de Economía Productiva. Es nuestra esperanza, que ellas nos van a ayudar a impulsar distintos procesos productivos en la construcción de ese nuevo modelo económico, que urgentemente se esta requiriendo. Propuestas de trabajo que van de lo individual, familiar, colectivo e institucional:

 

  1. Crear un proceso universal de declaración de ingresos y propiedades, no importa cuán pequeños sean, y vincular a través de sistemas de redes de computadoras, las cuentas bancarias, los ingresos declarados, las propiedades y bienes, los créditos y préstamos a terceros que las personas puedan poseer. Esto, unido a una fuerte campaña publicitaria, nos permitiría superar la corrupción, los testaferros, el bachaqueo, el martilleo, y el lavado de dinero, en función, de crear una sociedad más corresponsable al trabajo y a la producción que al negocio y a la trampa.

 

  1. Superar la hegemonía de los valores sociales rentistas, que estimulan la acumulación, el excesivo e innecesario consumismo y el crecimiento económico desmedido.

 

3) Detener los distintos impulsos de las políticas especulativas, mercantilistas y financieras. En esta materia existen reflexiones de interés a debatir en diferentes niveles y escalas con la visión puesta en la transición económica poscapitalista.

 

4) Reflexionar sobre la calidad de la educación en todos los niveles, en particular sobre la transformación universitaria, donde el tema ambiental debe atenderse con urgencia. Muy particularmente debe abordarse el tema de la calidad educativa, la cuál tiene que ver con los contenidos, con la estructura de los programas nacionales de formación y con la conformación de currículos, programas de estudios, planes, programas y proyectos. La educación alternativa y sus proyectos por aprendizajes tienen mucho que aportar en los avances formativos.

 

5) Superar el predominio del modelo neo-extractivista productivo nacional, energética y ecológicamente inviable.

 

6) Prioritario e Inmediato: Avanzar en la confección inter-institucional de políticas para la cosecha de aguas.

 

7) Ejercer presión social para que las políticas ambientales tengan peso real en el conjunto de las políticas públicas sectoriales. Necesariamente deben tener una visión holística y una interconexión efectiva con lo social, lo económico y lo político.

 

8) Iniciar, crear y debatir políticas públicas en concordancia con los límites actuales de los recursos naturales.

 

9) Precisar y racionalizar, sustentablemente, lo que nos queda de recursos naturales y preservarlos para las generaciones venideras.

 

 10) Reducir progresivamente la dependencia del uso de energía fósil e impulsar la producción y consumo de energías alternativas apropiadas al medio natural y cultural. Comenzar a valorar lo gratis de nuestra energía solar (paneles solares para las viviendas de la Gran Misión VIvienda).

 

11) Superar definitivamente lo aciago de la agricultura empresarial, orientada por los caducos patrones de la revolución verde. Esta última es impulsada por el capital transnacional en el contexto de una fuerte dependencia agroalimentaria. Se exige cerrar “los ciclos” de despilfarro de recursos de todo tipo, y el uso de energías alternas y renovables.

 

12) Consolidar la revolución productiva agroecológica y cerrarle el paso a la bio-revolución de la transgenia, que sin necesidad y con conocimiento de causa, los sectores de la oligarquía alimentaria nos quieren imponer.

 

13) Defender y promover el derecho a una alimentación sana, de alto aprovechamiento biológico, en correspondencia con el potencial agroecológico que la agrobiodiversidad local presenta en los diferentes territorios. Avanzar en la consolidación de las eco-redes agroalimentarias.

 

14) Urgentemente progresar en la nueva formación ideológica-política ecosocialista.

 

15) Impulsar las investigaciones, innovaciones y desarrollos científico-tecnológicos sobre las virtudes terapéuticas del trópico.

 

16) De inmediato incorporar las nuevas ecotecnologías, para desplazar el improductivo y obsoleto parque industrial, excesivamente contaminante y desfasado de la realidad científica y tecnológica emergente. Es de señalar, que desde esta propuesta como de otras se están organizando brigadas internacionalistas, quienes están dispuestos a venir a colaborar en distintos procesos socios-productivos para la generación de nuevos empleos y fuentes de trabajos alternativos.

 

17) Revalorización permanente de nuestra diversidad cultural e integrarla a nuestros procesos formativos.

 

19) Fomentar el cumplimiento de los derechos colectivos y difusos.

 

20) Propiciar los valores de la ecociudadanía en función de la corresponsabilidad y convivencialidad social, fomentando y construyendo la participación.

 

  1. Darle uso racional a los medios de comunicación, redes y espacios virtuales promoviendo las bondades de los avances que en diferentes áreas del conocimiento se han manifestado.

 

  1. Centralizar y automatizar los recursos informáticos para mejorar las comunicaciones interinstitucionales y entre el pueblo y los organismos públicos. Esto además permitiría, obtener información oportuna y veraz de manera activa y no esperar a que los funcionarios preparen los informes; evitar la duplicación y el pago excesivo por el desarrollo de aplicaciones; mejorar las capacidades de almacenamiento de información y hacer esta información más valiosa y multidisciplinaria con el aporte de las diferentes instituciones del Estado; optimizar los costos de compra de equipos y estandarizar los procesos y los mecanismos de seguridad. Entre otros múltiples beneficios que propicien mejor comunicación y apoyo mutuo para los diferentes procesos productivos.

 

23) Vivir despierto entre los cambios sociales, los cuales han de comenzar en uno mismo, sabiendo encantar y contagiar a nuestros colectivos.

 

            Las ideas anteriores se están asumiendo en otros espacios, comunidades, territorios y regiones con resultados y avances significativos. Son propuestas, como otras tantas, orientadas hacia la vida, que en nuestros espacios de relación podemos impulsar y encontrar sus niveles de trascendencias, en la edificación de ese nuevo “contrato social”.

 

            Es claro que la suma de esfuerzos individuales, familiares y comunitarios, le dará fuerza y coherencia a los distintos procesos de construcción de nuestro Ecosocialismo. Es el ¿Qué hacer? Del cuál, estamos seguros—por su coherencia en la visión estratégica que siempre le caracterizó—Chávez hubiese ya impulsado.

 

 

Referencias Bibliográficas

 

 Maduro Nicolás Discurso ONU (2015) (Crear un nuevo modelo económico http://www.notiminuto.com/noticia/maduro-ofrece-discurso-en-la-asamblea-general-de-la-onu/

 

Manifiesto de las Américas: En defensa de la naturaleza y la diversidad biológica y

cultural Los pueblos indígenas desarrollaron durante siglos la biodiversidad (2016)

enlinea http://www.nacionmulticultural.unam.mx/movimientosindigenas/docs/decl_051.pdf

 

Corrigglia, M. (2015) El Arbol Maestro. Hugo Chávez: Resistencia al Imperialismo Bélico, Solidaridad Internacionalista, Camino hacia el Ecosocialimo. Pensamiento y Obra Socialista “TRISOLALBA”.

 

@17MiguelAngel

https://www.alainet.org/fr/node/174997?language=es
S'abonner à America Latina en Movimiento - RSS