Pensamiento crítico
- Opinión
Antes de abordar la cuestión, quiero establecer que no estoy haciendo referencia a pensamiento crítico en un sentido genérico. Es decir, que pueda ser definido desde cualquier disciplina, teoría o perspectiva. Que también tendrá su validez. En este artículo tomaré partido sobre la cuestión desde una determinada tradición, la que ya cuenta con una amplia bibliografía científica al respecto.
Definición
Por Pensamiento Crítico entendemos aquella facultad intelectual que posibilita la problematización del conocimiento y la acción para la emancipación. El conocimiento surge de la sensibilidad y el entendimiento (Kant). En base a estas dos facultades, entonces, tenemos la capacidad de pensar. Lo de crítico, es una inclinación a enjuiciar. Una definición sólida en esta línea es la de Alberto Saladino García, quien señaló que, el Pensamiento Crítico busca “generar cuestionamientos, juicios y propuestas orientadas a la promoción de cambios y transformaciones en beneficio de la humanidad.” Dicho esto, lo que busca el Pensamiento Crítico es que el ser humano pueda valerse de su propio conocimiento, que lo enriquezca y sea propositivo. Ese fue el programa propuesto por Kant cuando dijo “atrévete a pensar.” Así se concibe la Bildung.
El componente social
Luego de establecer una definición de Pensamiento Crítico, podemos avanzar sobre sus características fundamentales, a partir de la bibliografía científica. La mayoría de las ediciones, compilaciones, artículos, libros y congresos realizados recientemente sobre Pensamiento Crítico, denotan constantemente un componente, el de lo social, el cual se manifiesta de forma heterogénea, pero que está de telón de fondo.
Desde la primera generación de la Teoría Crítica, y sus nuevas formulaciones, como la crítica a la “aceleración social” que es el control del tiempo de los seres humanos de Hartmut Rosa; hasta el pluriverso de propuestas críticas, vemos que el común denominador es lo social.
En esta ocasión, por razones de espacio, me referiré sucintamente a tres esfuerzos colectivos que abordan propiamente la cuestión. Que sirven de referencia para quienes quieran profundizar en el tema.
El primero son los tres volúmenes de Pensamiento Crítico Latinoamericano. Conceptos fundamentales, coordinado por Ricardo Salas Astrain, y editado por la Universidad Católica Silva Henríquez. En estos tres volúmenes se encuentran decenas de conceptos desarrollados por autores y autoras que conciben el Pensamiento Crítico sui géneris como lo hemos definido. Para la fundamentación de todo cuerpo teórico sistemático es fundamental empezar con la definición conceptual. Por lo que impera tener claro que entendemos por cada concepto, para que a partir de ello desarrollar toda la crítica.
El segundo, es el enorme esfuerzo del Clacso, con la colección Antologías del Pensamiento Social Latinoamericano y Caribeño, que tiene una Antología del pensamiento crítico contemporáneo por países. Pablo Gentile señaló que esta colección es para “hacer del conocimiento un bien común, y con la promoción del pensamiento crítico como un aporte para hacer de las nuestras, sociedades más justas y democráticas.” Esta colección está compuesta por autores que desarrollaron su labor científica con un compromiso con las transformaciones sociales.
En tercer lugar, el esfuerzo de la Red Internacional de Pensamiento Crítico coordinada por Jorge Vergara y Xabier Insausti. Ya tienen varios libros editados, y los encuentros se realizan cada dos años. En los trabajos publicados es clara su “crítica [sistemática - inmanente] de la sociedad contemporánea.” Retomando el legado de la primera generación de la Teoría Crítica, en particular de Adorno & Horkheimer, y entablando un fecundo diálogo con los filósofos críticos contemporáneos como Giorgio Agamben, Alain Badiou y Slavoj Žižek entre otros. Además de ser puente entre latinoamericanos y europeos.
Re-constitución
Para una re-constitución del Pensamiento Crítico, tomando en cuenta los esfuerzos señalados, partimos de Franz Hinkelammert, que tiene como péndulo el pensamiento vivo de Marx.
Desde los Grundrisse Marx trazó un camino. Empezando por el método, el que consiste en hacer un largo recorrido empezando por lo concreto. Por ejemplo, si analizamos el capital se requiere empezar por el análisis de las condiciones materiales del trabajador, hasta llegar a las “abstracciones cada vez más sutiles […..] Llegado a este punto, habría que reemprender el viaje de retorno.”Así, se llegaría a lo concreto en el método para la crítica de la economía política, en donde “lo concreto es concreto porque es la síntesis de múltiples determinaciones, por lo tanto, unidad de lo diverso.”
Más adelante en El capital, Marx afinó la crítica, descubrió por un lado la plusvalía, y por otro, el carácter fetichista de la mercancía, lo que dejó desnudo al ser humano ante la vorágine de las relaciones capitalista. En ese sentido, el ser humano quedó determinado por esas relaciones. Cuando no pueda pagar por una determinada mercancía, o algún servicio, que tiene un “valor de cambio” por dinero, entonces, será humillado y despojado por el propio sistema que lo ha condicionado.
Engels, dijo que Marx “descubrió la ley del desarrollo de la historia humana: el hecho, tan sencillo, pero oculto hasta él bajo la maleza ideológica, de que el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión etc.”
Hinkelammert retomó esto como el principio material del Pensamiento Crítico, lo que llamó una “fenomenología de la vida real.” Que es algo simple, sencillo – diría Engels –, de partir de lo que se observa, pero más importante de lo que se vive bajo determinadas formas de explotación, que varían según el contexto en las relaciones capitalista.
Entonces, como señaló Hinkelammert, “todo pensamiento, que crítica algo, por eso no es pensamiento crítico. La crítica del pensamiento crítico la constituye un determinado punto de vista, bajo el cual esta crítica se lleva a cabo. Este punto de vista es el de la emancipación humana.”
Muchas veces se queda en el camino lo concreto de la vida, desdibujándose el horizonte de la emancipación humana. En esa medida, el Pensamiento Crítico tiene que encarar esta realidad a partir de investigaciones empíricas que brinden las evidencias y herramientas para realizar los cambios necesarios.
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