La espada y la cruz en la conquista de México

14/09/2016
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 independencia dolores
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El México prehispánico, se encontraba en un período en que el imperio azteca ejercía el dominio por sobre los demás pueblos mexicanos, sólo aquéllos que se situaban en el norte del vasto territorio nacional vivían en una situación distinta o ajena a las culturas del centro y sur del país.

 

Esto hizo que tal situación en la que vivían los pueblos aledaños a Tlatelolco y Tenochtitlan vivieran disconformes con el triste destino de ser avasallados por grupos superiores de los que ejercían gobierno.

 

De entre los pueblos sometidos, los españoles encontraron aliados, lo que les facilitó la barbarie más terrible, pero pronto, sin distingo de aliados o no, todos los mexicanos quedaron bajo el dominio de la misma fuerza opresora, bajo la violencia más atroz y el despojo de sus bienes y tesoros, de sus creencias y tradiciones, destruyendo su gran cultura, sus códices y las ciudades; hundiéndose cada vez más, en la terrible esclavitud.

 

El móvil de la avaricia por el oro y la plata hizo que los españoles acentuaran todavía más el grado de explotación de los mexicanos, en las minas y en la formación de infraestructura, caminos, casas e iglesias para los amos y misioneros, la gran Tenochtitlán fue convertida por la fuerza, en la cabecera principal de la Nueva España, estableciéndose un nuevo régimen político, el de la espada y la cruz para someter la resistencia de los mexicanos.

 

La riqueza generada sólo favorecía a una pequeña minoría peninsular, es decir para los españoles nacidos en España, no para los criollos, españoles nacidos en América que junto con mestizos,  indios, negros y los pequeños grupos de artesanos, sólo recibían opresión y miseria por parte del régimen colonial. El régimen de latifundio, de esclavitud inmisericorde en las minas, de los monopolios del comercio, de las prohibiciones o estancos, de las alcabalas o impuestos, de la corrupción de los tribunales de justicia, de la viciada política y de la intolerancia que ejercía la Santa Inquisición, la persecución del libre pensamiento y del sometimiento del gobierno civil a la oscurantista Iglesia Católica, salvo algunas excepciones.

 

Bajo el régimen colonial había una constante violación a las leyes en perjuicio del pueblo mexicano, hasta antes que estallara la GUERRA DE INDEPENDENCIA la queja o molestia seguía siendo la misma, el incumplimiento de la ley, el incumplimiento del mandato del rey, del Consejo de Indias, la de algunos virreyes; la realidad se tornó insoportable.

 

Pronto la población mestiza empezó a crecer numéricamente, conviviendo con los mexicanos blancos y los criollos despreciados por el solo hecho de haber nacido aquí, en América, donde   todos ellos empezaron a convivir y vivir su propio mundo, demostrando un talento mucho más amplio e incluso superior al de la Península española.

 

El régimen colonial actuó de acuerdo a sus intereses, demasiado lejos se encontraba el otorgamiento de ciertos derechos y posibilidades de inclusión de  los  criollos y mestizos en la dirección del país; la división estaba hecha entre los poseedores de la riqueza y los desposeídos, razón por la cual el rector del Colegio de San Nicolás en Valladolid, hoy Morelia, Miguel Hidalgo y Costilla desde  el púlpito de la Iglesia de Dolores, Guanajuato, hizo un llamamiento al pueblo mexicano a luchar por la Independencia,  contra el imperio español dándose  entre sí una profunda lucha de clases enfrentando al régimen colonial, a la miseria, a la opresión y entonces,  al grito de ¡Viva México independiente! el 16 de Septiembre de 1810, da inicio la lucha por una patria libre.

 

Poco tiempo después, Hidalgo decretó la abolición de la esclavitud en México.

 

La reacción del alto clero, es decir, de los más altos jerarcas de la iglesia católica condenaron a Hidalgo tachándolo de herejía, pero la razón era por la de encabezar la lucha por la independencia de México; pero los mexicanos llamaron a Hidalgo, Padre de la Patria, él mismo hizo ésta declaración desenmascarándolos tal como son:

 

“Abrid los ojos, americanos, no os dejéis seducir de nuestros enemigos; ellos no son católicos sino por política su Dios es el dinero, y las conminaciones sólo tienen por objeto la opresión…” “El móvil de todas esas fatigas –de los españoles por venir a México- no es sino una sórdida avaricia; ellos no han venido sino para despojarnos de nuestros bienes, por quitarnos nuestras tierras, por tenernos siempre avasallados bajo sus pies…” “Rompamos, americanos, estos lazos de ignominia que nos han tenido ligados tanto tiempo; para conseguirlo, no necesitamos sino unirnos. Si nosotros no peleamos contra nosotros mismos, la guerra está concluida, y nuestros derechos a salvo. Unámonos, pues, todos los que hemos nacido en este dichoso suelo; veamos desde luego como extranjeros y enemigos de nuestras prerrogativas a todos los que no son americanos.”

 

Habrá que decir que el padre Hidalgo, antes de ser condenado a muerte fue excomulgado por el Santo Oficio, a través del obispo Manuel Abad y Queipo de Michoacán. El decreto de excomunión contra Hidalgo es un documento lleno de odio, perversidad, maldad y repleto de maldiciones, que solo cabe en este grupo deshonesto y de la más elevada ignorancia.

 

Aplicando el terror “los gachupines” españoles, -en señal de escarnio- para los insurgentes, hicieron presos a Hidalgo, Allende, Aldama y Jiménez, haciéndoles un juicio en Monclova, Coahuila, después fueron llevados a Chihuahua donde fueron fusilados cortándoles las cabezas, exhibiéndolas hasta llegar a la Alhóndiga de Granaditas, Guanajuato donde fueron colgadas por mucho tiempo.

 

Después de la muerte de Hidalgo y demás capitanes insurgentes, encabeza el movimiento por la Independencia José María Morelos y Pavón, quien dio un realce a la lucha decreta la desaparición de las divisiones de los mexicanos por motivos raciales, es decir, que los indios, los mulatos, los mestizos y todas las demás variantes fueron nombrados, “americanos”. Iniciándose la lucha contra el latifundio y los privilegios. Elabora un documento donde plantea la confiscación de los intereses de europeos y americanos allegados al gobierno español.

 

Los insurgentes revolucionarios, lucharon contra los monopolios materiales y políticos imperantes en la Nueva España, encontraron inspiración en las ideas democráticas que corrían por el mundo, atemorizando a los imperios y en especial al español: la Revolución Francesa que llegó a tener varios lectores entre los teóricos del movimiento por la Independencia.

 

Conforme avanzan las ideas revolucionarias surgidas en México de manera exclusiva, los principales caudillos hallaron apoyo en los enciclopeditas, dándose con ello mayor impulso en lucha que libraban los Insurgentes.

 

Surgen poco después las primeras instituciones del derecho público mexicano, Morelos elabora de manera oportuna un documento firmado en Chilpancingo, Guerrero el 14 de septiembre de 1813, llamado LOS SENTIMIENTOS DE LA NACIÓN, que serviría más adelante, en la elaboración de la primera Constitución de la República en octubre de 1824.

 

La consumación de la Independencia de México fue en el año de 1821, es decir tras 11 años de lucha inclaudicable.

 

Bibliografía

 

Colección Biblioteca del Militante. Historia de México. Vicente Lombardo Toledano.

 

https://www.alainet.org/fr/node/180262
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