Juan Manuel Santos ha sido galardonado con el Premio Nobel de la Paz 2016. Se trata de la mayor distinción simbólica y política a escala mundial. El presidente de Colombia recibe este premio en un momento crucial en la historia de su país y significa un reconocimiento y un apoyo de la comunidad internacional al proceso de Paz que él ha encabezado.

Este premio señala que el Affaire Colombia ha dejado de ser, hace mucho, un problema nacional para devenir un asunto de interés global. Más allá de las tensiones internas que han quedado de manifiesto en el estrecho resultado del plebiscito y el triunfo del rechazo a un Acuerdo de Paz firmado en Cartagena de Indias, lo cierto es el mundo entero espera y reclama poner fin a una guerra interna que se prolonga por más de cincuenta años.

La figura del presidente Santos se agiganta, otorgándole una estatura mundial a su persona y a su gesta. Sin embargo, al mismo tiempo, el Premio Nobel de la Paz es un reconocimiento a todas las víctimas de una cruenta guerra que ha significado muerte de inocentes, desplazamientos y sufrimientos. Esta distinción al presidente Juan Manuel Santos es más que merecida y oportuna, pues está indicando la urgencia de culminar con éxito el actual proceso hacia una Paz justa y duradera.

El Premio Nobel reconoce en Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, al protagonista y artífice de un proceso de Paz que comenzó hace cuatro años y que se ha convertido en principio axial de su gobierno. Un premio que debe ser entendido como un respaldo, como un anhelo y como una esperanza en un pueblo que anhela la pacificación y un gesto de confianza y reconocimiento a su líder que ha buscado con valentía una salida política para todos los involucrados. El mensaje es claro, el mundo entero observa y espera: Colombia no está sola y su lucha por la Paz nos concierne a todos.

Álvaro Cuadra es Doctor de la Université Paris-Sorbonne. Paris. France