Emmanuel Macron se ha impuesto en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Francia con un 65% de los votos. Se trata de un resultado que sin ser sorpresivo –todas las encuestas anunciaban su triunfo-, posee una gran trascendencia más allá de la política doméstica gala. La figura de Macron se erige como una derrota histórica de la extrema derecha, representada por el Front National y su candidata Marine Le Pen (35%).

Recordemos que este resultado ha sido posible a pesar de la distancia marcada por la izquierda populista de Mélenchon que se abstuvo de apoyar la candidatura Macron. Para este sector de la izquierda, el grito ha sido: “Ni patrie ni patron: Ni Le Pen ni Macron”; con ello se ha querido denunciar el carácter claramente fascistoide de la extrema derecha francesa y el perfil neoliberal del candidato triunfador.

El futuro presidente de Francia se ha presentado como un candidato de centro y de ideas socioliberales, no olvidemos que ha sido parte del gabinete del actual presidente socialista François Hollande. No es casual que días antes de la elección haya recibido una llamada del ex presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. La figura de Macron ha inspirado confianza entre republicanos y socialistas, que apoyaron explícitamente su candidatura. Asimismo, el próximo presidente cuenta con las simpatías de Angela Merkel y todos quienes anhelan fortalecer la Unión Europea.

Es interesante hacer notar que el aplastante triunfo de Emmanuel Macron viene a relativizar la ola populista de corte xenófobo y proteccionista que ha caracterizado la política reciente en el mundo anglosajón, como es el caso de Donald Trump en Washington y la señora Theresa May en Londres. Finalmente, pareciera que la tradición socioliberal tiene –todavía– algo que decir en la política contemporánea y es capaz de convocar a las mayorías.

En el actual escenario –histórico y geopolítico- el próximo gobierno de Francia adquiere un inusitado protagonismo y un claro liderazgo que le hará enarbolar con fuerza la bandera de la Unión Europea. Durante los próximos años, la Francia de Macron se enfrenta al desafío y a la oportunidad de convertirse en un faro fundamental de la política internacional, tanto a nivel regional como mundial.

En una época en que las ideas democráticas y liberales parecen opacarse al Este y al Oeste de Europa, el triunfo de Emmanuel Macron constituye una noticia alentadora para muchos en el mundo entero.

Álvaro Cuadra es Doctor de la Université Paris-Sorbonne. Paris. France