¿A que le tiras mexicano? (XIV)

20/03/2018
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Décimo cuarto

 

En Brasil el proceso contra Lula Da Silva –ex presidente de la República- es el tema de mayor relevancia en el país y uno de los de mayor interés para la Región. El asunto tiene varios meses y últimamente se vinculó –seguramente sin buscarlo- con temas del Día internacional de la Mujer, dado que la presidenta del Supremo Tribunal Federal (STF), ministra Carmen Lúcia, dijo que no va a someterse a la presión para “pautar” una acción que lleve a la revisión de la prisión, tras la condena en segunda instancia.

 

Esto ocurre al participar en un debate sobre la cuestión de género en la Justicia de Brasil, patrocinado por el diario Folha de S. Paulo, en Sao Paulo, en donde la ministra celebró las conquistas de las mujeres en las últimas décadas en Brasil, pero que aún queda mucho por hacer –subrayó-.

 

Carmen Lúcia -la segunda mujer en llegar al STF (2006) hizo remembranza de varios casos donde tuvo su competencia cuestionada a priori, sólo por su condición de mujer, como “cuando prestó concurso para procuradora del Estado de Minas Gerais, en 1982”. Consideró, que los evaluadores de la banca tenían preferencia por procuradores varones. Ese tipo de apremio aún sobrevive dentro del Poder Judicial nacional –señaló- camuflado bajo formas más o menos sutiles. En ese contexto la presidenta del Supremo Tribunal Federal (STF), ministra Carmen Lúcia, declaró que no se somete a la presión, para poner en votación las acciones que pueden llevar a la Corte a reevaluar el entendimiento de la ejecución provisional de la pena, después de la segunda instancia: “…simplemente no me someto a la presión", de políticos para poner en pauta el tema, en el plenario del STF.

 

La declaración se hizo un día después de aceptar una petición de audiencia con Sepúlveda Pertence, abogado del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, misma que se había hecho semanas atrás. Por su parte el Partido del Trabajo (PT) que postula a Lula, afirmó que "No aceptaremos mansamente" (Gleisi) la detención de nuestro candidato. Hay la posibilidad, entretanto, de un nuevo juicio que pueda revisar la jurisprudencia del tribunal, que permite la detención tras condena en 2ª instancia, si bien la última decisión es reciente -finales de 2016-. (1)

 

Recuérdese que la justicia acusa a Lula de recibir un apartamento en la playa, como soborno de la constructora OAS, a cambio de beneficiar a la empresa con contratos de Petrobras. “Si cometí un crimen que me lo presenten, y si me lo presentan, desisto de la candidatura”, insistió Lula durante un mitin, en el que se repitieron las consignas de “Lula presidente” y “Elección sin Lula es fraude”. Se busca que pueda dar comienzo a la campaña presidencial (octubre), en la que es favorito en los sondeos.

 

“La decisión hasta la respeto –espetó- lo que no acepto es la mentira por la que ellos tomaron la decisión. Saben que no cometí el crimen. Estoy condenado otra vez por un apartamento que no tengo, que no es mío. Si me condenan, que me den por lo menos el apartamento. Que me den una escritura”, insistió. Pidió a sus correligionarios: “Quiero que no bajen la cabeza. Nada de decir pobre Lula. Levanten la cabeza”, dijo el ex presidente (2003-2010), convencido de que la izquierda se unificará y “vamos a volver, no sólo a gobernar, sino a cuidar del pueblo brasileño como se merece”. “Sólo me van a sacar de la lucha cuando muera”. En el mitin estuvo, entre otros, el líder del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo, Guillherme Boulos, quien convocó a los partidarios de izquierda, a tomar las calles.

 

En San Pablo, unas 10.000 personas, muchas ataviadas de rojo y llevando pancartas, se convocaron en la Plaza de la República -corazón de la capital económica de América Latina- para apoyar al legendario dirigente de la izquierda, que gobernó Brasil (2003 a 2010). “Ni condena, ni detención”, se leía en las banderolas que descollaban en la “marea roja”. “Salimos a la calle porque defendemos a Lula con uñas y dientes y porque lo consideramos el mejor presidente de Brasil”, precisó Albingo Barzi, uno de los jóvenes en la manifestación. Estas expresiones de apoyo a Lula se multiplicaron por todo el territorio de Brasil, con consignas similares.

 

Entretanto y tras 10 horas de sesión, los tres jueces que integran la octava sala del Tribunal Regional Federal, de la 4ª Región de la ciudad de Porto Alegre, decidieron elevar la pena de nueve años y medio de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero -de julio pasado contra el ex mandatario en 1ª instancia- a doce años, en el marco de la operación Lava Jato.

 

“Hay prueba, encima de lo razonable, de que Lula fue uno de los articuladores, si no el principal, de la trama de corrupción” que operó en la estatal Petrobras, afirmó el juez Joao Pedro Gebran Neto, instructor del caso, durante la lectura de su voto. En general los jueces tuvieron un acento rudo contra el líder del Partido de los Trabajadores (PT) usando expresiones destructoras que barrieron los argumentos de su defensa al considerar que las “violaciones” fueron “gravísimas”. “Lula fue beneficiario personal y directo de los sobornos puestos a disposición del PT”, aseguró el juez Leandro Paulsen. La defensa solicitará precisiones o aclarará dudas (recurso de declaración). Pero la sentencia no puede revertirse. Los abogados defensores de Lula denunciaron las irregularidades del proceso, en el Comité de Derechos Humanos de la ONU. La decisión al respecto se prevé será emitida para el mes que corre (marzo) del 2018.

 

Si los recursos de 2ª instancia se perdieran y la reacción de la Comisión de Derechos Humanos (ONU) se retrasase, los abogados de Lula tienen un recurso especial, ante el Supremo Tribunal de Justicia (STJ -instancia previa al Supremo Tribunal Federal-) consistente en 15 días para ofrecer un recurso especial, en el que se pida discutir el mérito de la acción o su nulidad. No prevé discutir hechos nuevamente. Posteriormente, ante el Supremo Tribunal Federal (STF-Corte Suprema): la defensa cuenta con otros 15 días para cuestionar la condena o pedir la nulidad del proceso, también con un recurso extraordinario. La aceptación del pedido de nulidad en esta instancia, obligaría a realizar un nuevo juicio de primera instancia.

 

La prisión podría dictarse al agotarse todos los recursos de 2ª instancia. De encararla, Lula podría gestionar un habeas corpus ante el STJ y recurrir ante el Supremo Tribunal Federal STF. Conforme al marco jurídico brasileño, la condena en 2ª instancia lo inhabilita electoralmente (ley de “Ficha Limpia”). Pero podría iniciar la campaña gracias a una medida cautelar del Tribunal Supremo Electoral (TSE). (2)

 

El plazo para inscribir candidaturas parte del 20 de julio al 15 de agosto. Si la candidatura fuese contradicha, el Partido de los Trabajadores (PT) puede proponer a quien ocupe el lugar de Lula, hasta el 17 de septiembre, veinte días antes de la 1ª vuelta del 7 de octubre. Si continúa en la lucha y gana, su toma del cargo estará en manos de la evolución judicial del caso y los recursos legales que sostengan su candidatura. Aún, si sale victorioso en las elecciones de octubre, Lula deberá obtener el beneplácito de la Justicia Electoral, a mediados de diciembre, para asumir la presidencia. Su elección podría ser impugnada, por lo que asumiría el Gobierno su eventual vice presidente. Si su victoria no fuera invalidada, el proceso podría “congelarse” hasta concluir su gestión. Constitucionalmente en Brasil un presidente no puede responder por crímenes previos a la ejecución de sus funciones.

 

Conforme avanzan los tiempos, más se precisa que el Poder Judicial y el protagonismo del juez de 1ª instancia, Sergio Moro, muestran artimañas de la Justicia, para echar a pique la candidatura del dirigente con mayor intención de voto. La causa –como la lleva la justicia brasileña- vulnera varios de los principios del debido proceso: no se respeta el derecho del acusado a una defensa amplia e irrestricta, se usan pruebas ilícitas, hay un bombardeo mediático con fake news, para manchar la imagen de un “acusado” cuyas pruebas en su contra, no son ciertas ni evidentes.

 

Las encuestas sugieren que el líder del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) gana apoyo en los últimos meses y encabeza la competición para elecciones presidenciales de octubre. La firma Datafolha da en diciembre a Lula 36% de intenciones de voto, escoltado por el ultraderechista Jair Bolsonaro, con 18%.

 

El ex presidente seguirá libre hasta que se juzguen los recursos presentados por su defensa al tribunal de apelaciones, pudiendo recurrir a instancias superiores de justicia, en nuevos intentos por revertir la condena. Analistas consideran que el apoyo a Lula no caerá tras la sentencia. Los jueces de Porto Alegre resolvieron que las pruebas en su contra son "absolutamente verosímiles" y "resistieron las críticas", como expresó uno de ellos. (3)

 

La perspectiva es incierta. La marcha de Lula a la Presidencia es cada vez más turbia. Todos los “demonios” se confabulan para ponerle rocas en el camino a quien fue capaz de elevar a 30 millones de brasileños por encima del umbral de la pobreza, sumándose a la economía de mercado. Solo su fortaleza física y espiritual (73 años) junto a un pueblo que le sigue porque le conoce y con él cambio la imagen de un Brasil con un alto nivel de pobreza, a niveles de vida de los más prominentes en la Región, le permiten continuar incansable su empeño por seguir impulsando el bienestar de su pueblo. (4)

(Continuará)

 

Notas

 

1)Ver: http://www.gazetadopovo.com.br/eleicoes/2018/nao-me-submeto-a-pressao-diz-carmen-lucia-sobre-manobra-para-salvar-lula-2pegxjzdc8vsxhhs3x4o96420?utm_source=facebook&utm_medium=midia-social&utm_campaign=republica

 

(2) Ver: https://www.alainet.org/fr/node/190642

 

(3) Ver: http://www.celag.org/brasil-lula-los-vericuetos-la-justicia/

 

(4)Ver: http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-42812596

 

Puebla, Pue. 18-marzo-2018.

 

Correo electrónico: v_barcelo@hotmail.com

 

 

 

 

 

https://www.alainet.org/fr/node/191710
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