Obrador: Innecesarios descuidos

16/07/2018
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A

Las primeras dos semanas laborales de Andrés Manuel López Obrador posteriores a la extraordinaria victoria como candidato a la Presidencia de la República, aunque ya surgieron los que pretenden adornarse al presumir que lo previeron, son impecables, como bien enunció en televisión uno de sus más persistentes y agudos críticos, sólo que ahora más equilibrado por desgracia o por la pauta publicitaria.

 

La “visita de cortesía” de cuatro de los pesos pesados del gobierno de Donald Trump es el más reciente capítulo de los varios que no enlisto porque no es el propósito de esta nota, pero es ineludible mencionar el encuentro con Enrique Peña Nieto y los posteriores pronunciamientos de colaboración y respeto del presidente en funciones, así como el desayuno y deliberación con el Consejo Mexicano de Negocios, los 50 dueños de México, camuflados como Consejo Coordinador Empresarial, su base social de operaciones político-empresariales, y otras reuniones posteriores.

 

La materia es ponderar los excesos innecesarios cometidos por el virtual presidente electo con una votación sin precedente en términos absolutos y relativos porque antes de 1982 se contaban al gusto del candidato presidencial del Partido Revolucionario y por el simple hecho de serlo, sabíamos que sería “el jefe de las instituciones nacionales”, como le llamaban los columnistas del tipo de Francisco Cárdenas Cruz.

 

Justo porque es sin precedente el triunfo de Obrador, surgió, permanece y amplía la preocupación legítima por los contrapesos que tendrá como presidente porque dispondrá de mayoría absoluta en el Legislativo, incluso calificada para reformar la Constitución, previos acuerdos sencillos de armar con grupos parlamentarios de partidos ajenos a la coalición Juntos Haremos Historia. Además de que la “cargada” con el virtual presidente electo está a la orden del día y adquirió formas grotescas con la plutocracia y ahora en la Conferencia Nacional de Gobernadores.

 

Legítima o interesada la preocupación poco importa, el hecho es que las formas de operación política adquieren importancia y no basta con recitar el lugar común que se le atribuye al liberal y autoritario de Jesús Reyes Heroles, “en política la forma es fondo”.

 

Lo cierto es que no existió ninguna necesidad para designar a Ricardo Monreal como coordinador de la bancada de Morena en el Senado sin que todavía sea instalada la nueva legislatura, sesione y asuma el tema, con todo y que López Obrador aclaró que sólo es una propuesta y los senadores del Movimiento Regeneración Nacional la valorarán y decidirán en libertad.

 

Y menos aún proponer públicamente al sacerdote Alejandro Solalinde para encabezar la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, cuando formalmente es un órgano autónomo respecto de los tres poderes de la Unión, amén de que el sacerdocio o los pastores de cualesquiera religiones no son compatibles con encabezar órganos del Estado y menos cuando éste y las iglesias están separadas por la laicidad. Al parecer ni siquiera se consultó a Solalinde Guerra previamente y el historiador y psicólogo se dio margen para hacer una contrapropuesta.

 

Naturalmente que cada titular del Ejecutivo federal, o en vías de serlo, tiene su estilo personal de gobernar, como lo llamaba don Daniel Cosío Villegas, pero los ejemplos mencionados, entre otros, revelan desaseos innecesarios en las formas de hacer política, máxime que en el centro de la atención de la opinión pública y publicada permanece el quehacer político y hasta el privado de López Obrador.

 

http://forumenlinea.com/nuevo/

https://www.facebook.com/forumenlinea

@IbarraAguirreEd

forum@forumenlinea.com

 

 

https://www.alainet.org/fr/node/194116?language=es
S'abonner à America Latina en Movimiento - RSS