Venezuela, el PSUV va a congreso, en el cumpleaños del comandante

30/07/2018
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Banderas que impulsan al asalto cuando pesan las piernas o el corazón. Banderas en la cima de una fábrica recuperada, que ahora produce sin explotar. Banderas que unen cuando el enemigo presiona. El Rojo de las banderas en el IV Congreso del PSUV. En las revoluciones, los símbolos son importantes. Necesitamos héroes por ejemplo y para la batalla de ideas... El congreso se abre en el día en el que el Comandante habría cumplido 64 años, el 28 de julio. En Caracas, las plenarias proseguirán hasta el domingo.

 

Ya una década desde el primer congreso fundacional, casi veinte años de aquel diciembre de 1998 cuando el pueblo ha querido a Chávez como presidente. Luego de su muerte, el PSUV ha escogido a Nicolás Maduro, renovando desde entonces la confianza sea a él como también al vicepresidente, Diosdado Cabello. Dos presidentes “feministas”, recuerda el Libro Violeta, presentado por las militantes del PSUV. Este año estará disponible junto al Libro Rojo, que en cada congreso actualiza los puntos programáticos del partido.

 

El Libro Viola propone una hoja de ruta para actualizar la avanzada Constitución Bolivariana, escrita en los dos géneros y aprobada en el 1999, incorporando leyes, conquistas y adquisiciones de la “revolución feminista”. La lucha a la violencia contra las mujeres -dicen las feministas- debe ser asumida como un problema de Estado, para combatirla en todas sus formas: incluidas aquellas simbólicas, impuestas en los medios o en la política. La división sexual del trabajo, como “expresión concreta y cotidiana del patriarcado -escriben- exclusivamente asigna a las mujeres el trabajo de casa y hasta el cuidado de las personas más vulnerables en la familia. En cada país, las mujeres trabajan más horas al día que los hombres, porque al trabajo remunerado se añade al cuidado de las personas, no pagado”.

 

En el capitalismo, las mujeres “son las más pobres entre los pobres”. Por esto, las feministas proponen ampliar el artículo 88 de la Constitución, que ya reconoce el valor social del trabajo doméstico, para garantizar el derecho al salario para las amas de casa. Además, quieren añadir un artículo que ponga en claro “el empeño del Estado, de las instituciones educativas y de los medios de comunicación contra el patriarcado, para favorecer la construcción de una sociedad democrática, participativa, con plena igualdad y equidad de género”. En una sociedad basada “en la democracia participativa y protagónica, el cuidado de las personas -dicen- es responsabilidad de las mujeres y de los hombres, de toda la comunidad”.

 

Y por eso es “de suma importancia” que la prospectiva de género atraviese todas las políticas públicas de la Revolución Bolivariana. Es inaplazable “profundizar el proceso de descolonización del patriarcado, de toda la sociedad y del Estado venezolano”. En el capítulo sobre los derechos sociales y reproductivos, el tema de la autodeterminación de las mujeres es definido en el concepto pero no en el detalle: en el sentido de que no es nombrada la palabra “aborto”, pero de la que se discute animadamente en el país. Esta agenda – advierten por otro lado las feministas- es todo lo contrario de un documento cerrado. Más bien, está abierto a la compleja composición del movimiento de las mujeres hoy, y es apenas “un primer acercamiento a las contribuciones que podemos dar al debate popular constituyente”.

 

El debate que se está desarrollando desde hace un año dentro de la Asamblea Nacional Constituyente por otro lado, ha llegado a un punto crucial, y se afecta en pleno en las 7 propuestas en discusión en el Congreso: 7 claves cuyo principal objetivo, en el complejo cuadro geopolítico mundial, es el de “desmontar la guerra económica orquestada por intereses externos aliados a aquellos de lacayos locales que quieren adueñarse de los enormes recursos de Venezuela”.

 

El punto 3, Construcción de un Nuevo Modelo Económico – Productivo Socialista como Garantía de la Igualdad Social, entra en el mérito y hace de base a los “15 motores productivos” alrededor de los que se está trabajando desde hace meses en el equipo de gobierno.

 

Las propuestas recientes para la institución de un nuevo sistema monetario y para el anclaje del bolívar al petro (la criptomoneda basada en el oro venezolano) son algunos de los detonadores para eludir las sanciones de los Estados Unidos y de la Unión Europea.

 

La relación entre el gobierno y el partido, otro punto sobre la mesa, promete ser bastante caliente, en el cuadro de un debate que no ha escatimado críticas a las burocracias y a los beneficios de posición de quien se inscribe al partido para cuidar mejor sus propios negocios. Una práctica favorita – dicen algunas corrientes de base- de la naturaleza demasiado “abierta” del PSUV, el más grande partido de América Latina. El tema de la formación permanente de los cuadros, regresa también esta vez, golpeado y advertido por las traiciones, deserciones, y contestaciones.

 

¿Partido de masa o partido de cuadros? Ambas cosas, dice el Libro Rojo, que detalla 24 principios fundacionales: anticapitalista, antimperialista, marxista, bolivariano, defensor de la igualdad y de la equidad de género, defensor de la Madre Tierra... El debate se reitera, en modo pertinente pero no ocioso para un partido que mueve las esperanzas de millones de personas: las esperanzas de aquellos sectores populares excluidos que, en Italia, hoy marchan detrás de falsas banderas de la xenofobia. También esta vez, la presencia de los pueblos indígenas que llevarán sus propuestas, será masiva.

 

Miles de asambleas se han desarrollado en los meses precedentes en todo el país. Está llegando a la capital una memorable marcha de campesinos militantes que recuerdan cuanto camino todavía se deba recorrer en un país seguramente que ha afectado a las relaciones de propiedad, pero que no las ha replanteado en profundidad.

 

Finalmente, el punto 7 representa una verdadera novedad. Se titula Fortalecimiento y Expansión de la Red de Relaciones Políticas y Sociales de la Revolución Bolivariana para la Construcción de un Mundo Multicéntrico y Pluripolar. Se refiere a la articulación de las relaciones sur-sur dentro del cuadro regional, pero también “la formación y la presencia de cuadros del partido en importantes países del mundo; compañeras y compañeros que tendrán la responsabilidad de articular con las organizaciones políticas y sociales que allí hacen vida, con el fin de desarrollar y ampliar la solidaridad con nuestra Revolución”.

 

¿Para una nueva internacional de los movimientos populares? Tal vez los tiempos son maduros.

 

Están así hasta hoy nuestras banderas.
El pueblo las bordó con su ternura,
cosió los trapos con su sufrimiento.

Clavó la estrella con su mano ardiente.

Y cortó, de camisa o firmamento,
azul para la estrella de la patria.

El rojo, gota a gota, iba naciendo.

 

(La poesía de Pablo Neruda aparece en exergo a mi libro

Después de Chávez. Cómo nacen las banderas, coeditado por el perro y la rana y Vadell hermanos)

 

28-07-2018

 

Traducción Gabriela Pereira

 

 

https://www.alainet.org/fr/node/194393
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