• América Latina y el Caribe, de las regiones más desiguales del mundo

• Igualdad, productividad y democracia son complementarios

Alicia Bárcena, Secretaría Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), presentó en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el informe La ineficiencia de la desigualdad 2018. Se trata de un documento de 268 páginas donde se esgrime como tesis fundamental que la igualdad es un principio ético irreductible que impulsa el desarrollo a largo plazo y que contribuye al aumento de la productividad y la sostenibilidad ambiental.

Bárcena recordó que América Latina y el Caribe, después del Sub Sahara, sigue siendo la zona más desigual del mundo, pese a que es una región rica en recursos naturales.

“La desigualdad es injusta, ineficiente, insostenible y genera instituciones que no promueven la productividad ni la innovación”, indicó. Además “reproduce y lleva a sus últimas consecuencias la cultura del privilegio”.

Propuso analizar los verdaderos costos que genera la desigualdad. ¿Por qué le cuesta tanto a la sociedad, en términos de salud, educación, inclusión y revolución tecnológica?, preguntó.

La investigación se centra en tres ejes de acción: una macroeconomía para el desarrollo, un estado de bienestar basado en derechos y aumento de la productividad, y la descarbonización de la estructura productiva, las ciudades y las fuentes de energía.

Ante la presencia de estudiantes, académicos y el rector de la UNAM, Enrique Graue, la funcionaria de Naciones Unidas sostuvo que igualdad, productividad y democracia son bienes complementarios y estratégicos. Las economías que están en las fronteras del desarrollo tecnológico, como los países nórdicos, agregó, combinan estos factores en gran medida.

“La igualdad es condición esencial para avanzar en un modelo de desarrollo centrado en el cierre de brechas estructurales.

“Se trata de igualar para crecer. No solamente crecer para igualar. Se ha crecido en la región, sin igualar; pero éste no es un crecimiento sostenido, con inclusión social. Por ello, igualar para crecer es el camino. Ir de la cultura del privilegio al de la igualdad”.

La igualdad genera instituciones inclusivas. Premia innovación y esfuerzo. Permite acceder a una mejor educación.

La igualdad fortalece a la democracia cuando hace que la sociedad luche por la provisión de bienes públicos y externalidades positivas que exigen el cambio tecnológico.

Publicado originalmente en La Habana, Cuba, en La ineficiencia de la desigualdad 2018, se sugiere también avanzar en la inversión de energías renovables, potenciar el mercado interno (incluso con la promoción del consumo masivo de bienes básicos), blindar la inversión pública, implementar una nueva generación de políticas fiscales (con énfasis en el combate de la evasión y elusión fiscal y los fondos ilícitos), así como incentivar los sectores intensivos en conocimiento.

En síntesis, se propone un nuevo paradigma de desarrollo con igualdad y sostenibilidad como motores del crecimiento económico en la región. Además de una nueva ecuación entre Estado, mercado y sociedad.

Por otro lado, para la CEPAL no basta con la suma de acciones nacionales para enfrentar los desequilibrios financieros globales, las migraciones internacionales, la irrupción geopolítica de China y el cambio climático; es necesario, a la vez, impulsar la cooperación internacional con un enfoque multilateral.

El documento respalda la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (suscrito en el seno de Naciones Unidas en 2015).

Finalmente, Bárcena consideró que México debe voltear la mirada al sur, a la complementariedad con países como Argentina y Brasil en materia alimentaria, y hacia una verdadera integración con Centroamérica.

El informe La ineficiencia de la desigualdad 2018 está disponible en:

https://periododesesiones.cepal.org/37/es/documentos/la-ineficiencia-la-desigualdad