Se cierra el círculo alrededor de Venezuela

03/09/2018
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Análisis
-A +A

El 5 de septiembre Almagro intenta otra vez. Y Trump no excluye ninguna operación: con Colombia de Iván Duque en primera fila.

 

Sin vergüenza. El nuevo presidente colombiano, Iván Duque, ha afirmado que, a causa de Venezuela, la América Latina se encuentra al borde de “una de las peores crisis humanitarias contemporáneas”, por lo que ha pedido el apoyo de toda la región. Concluyendo una visita al Municipio El Socorro, en el Departamento de Santander, ha insistido que se trata casi ciertamente de la “crisis migratoria más grande que haya tenido la América Latina en su historia más reciente”. Afirmaciones provenientes del jefe de Estado del país que produce uno de los más altos números de desplazados internos y de refugiados en el exterior del todo el mundo: muchísimos de los cuales (5,6 millones de un total de 6,5 millones de inmigrantes) viven en Venezuela, donde gozan de todos los derechos. ¿Por qué se quedan si el país ha provocado una tremenda “crisis humanitaria”? ¿Todos masoquistas?

 

En una conferencia de prensa mantenida por Delcy y Jorge Rodríguez –Vicepresidente y Ministro de Comunicación, respectivamente - el gobierno bolivariano ha rechazado el uso político de la poderosa campaña sobre la presunta crisis humanitaria en las fronteras de Venezuela. Los dos Rodríguez – hijos de un militante asesinado bajo tortura durante los años de las democracias camufladas de la IV República, a las que las derechas quisieran regresar – han contrarrestado las mentiras mediáticas dando otros datos, provenientes de ACNUR y apoyados por la lógica.

 

Una situación confirmada también por las numerosas peticiones de retorno que llegaron a las embajadas y a los consulados de Venezuela en América Latina por parte de aquellos ciudadanos que, luego de haber sido víctimas del bombardeo mediático de oposición, han palpado de cerca lo que significa vivir en países que ponen al centro las ganancias y no los derechos de los trabajadores como en Venezuela. El Gobierno ha organizado el retorno de un centenar de conciudadanos, sea del Perú como de Brasil y continuará trabajando para organizar otros retornos, en el ámbito del plan de recuperación económica establecido. Un plan que puede dar un duro golpe a la guerra económica y que apunta a redimensionar fuertemente el poder del dólar, y que es la verdadera apuesta en este nuevo, peligrosísimo ataque, al país rico en recursos.

 

Nosotros – ha dicho Delcy Rodríguez – a los inmigrantes no les ponemos en los campos para fotografiarlos y para especular políticamente sobre su piel. Venezuela tiene una tradición de acogida ampliamente certificada en los años, es el segundo país de Suramérica por número de migrantes recibidos.  También ha respondido al ataque de la alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini,  que Europa vive una verdadera crisis que ha llevado a la muerte – sólo en este año – a 1600 migrantes en el Mediterráneo, provenientes de aquellos países, de África o Medioriente, que han sufrido las agresiones imperialistas, anteriores y recientes.

 

Una peligrosa doble moral que corre el riesgo de distorsionar el sentido del derecho internacional, si en la ONU y la OEA - donde Almagro ha convocado a una reunión para el 5 de septiembre – se sigue la línea orquestada abiertamente por  Estados Unidos: aquella de la invasión “humanitaria”, interpuesta por Colombia y sus compadres del llamado Grupo de Lima.

 

“A Venezuela le quedan tres amigos en la región, el espacio alrededor se está haciendo muy pequeño”, ha dicho sin medios términos Carlos Trujillo, embajador de los Estados Unidos en la OEA a propósito de la resolución de condena contra el gobierno bolivariano, aprobada por la Asamblea General del organismo dirigido por Luis Almagro. Un mecanismo para activar la Carta Democrática que legitimaría la intervención externa en Venezuela en cuanto “Estado fallido, narcotraficante y protector de terroristas”.

 

En una entrevista a la CNN, Trujillo ha dejado entender que Trump no excluye ninguna opción y que, también para Nicaragua, se están preparando nuevas sanciones que van en la misma dirección: Maduro – ha afirmado el embajador – no se irá solo, entonces será necesario organizar su derrocamiento a cargo de manos militares. ¿El consenso de la población? Pequeñeces, se puede prescindir, evidentemente, apuntando a una aventura análoga a aquella cumplida en Irak o en Siria. Pero, una aventura que, como ha repetido Maduro, para los Estados Unidos podría transformarse en un nuevo Vietnam.

 

Y por esto – dicen los movimientos populares, de América Latina y Europa, - Venezuela es nuestra trinchera. En el siglo pasado – ha afirmado Delcy Rodriguez – el enemigo principal era la Unión Soviética, ahora somos nosotros.

 

Traducción de Gabriela Pereira

https://www.alainet.org/fr/node/195108
S'abonner à America Latina en Movimiento - RSS