Para aquellos que (sobre todo en Europa, pero no sólo) se deleitan con categorías sociológicas - "desde abajo", "desde arriba", etc., etc. - buscando definiciones malévolas para el socialismo bolivariano, proponemos que vengan a observar de cerca este caleidoscopio inventivo y propositivo: el poder popular organizado, en una dialéctica animada pero rentable con un gobierno revolucionario, con la intención de destruir el estado burgués que aún persiste.

Varios congresos están en marcha o acaban de concluir, días de intenso debate y de propuestas. Señales que acompañan el trabajo de la Asamblea Nacional Constituyente votada el año pasado después de la propuesta del presidente Nicolás Maduro con la cual se confiaba a una instancia superior y fundamental, el poder originario, una nueva fase de paz con justicia social.

Después de un primer e importante resultado, que acabó con el período de violencia desestabilizadora provocada por las derechas venezolanas financiadas por Estados Unidos, desde agosto del año pasado, la ANC comenzó a trabajar, lo que llevó a discutir a los representantes electos de todos los sectores sociales.

Por esta razón, el encuentro de dos días de la Comunicación Popular, organizado por el Ministerio de las comunas, dirigido por Blanca Eeckhout, contó con la participación de la vicepresidenta de la ANC, Tania Díaz, periodista y también vicepresidenta de la Comisión de agitación y propaganda del PSUV.

En la reunión debatieron comunicadores populares de los Estados Vargas, Miranda, Aragua y Carabobo, y el Distrito Capital de los Altos Mirandinos. Un debate que ha recogido las indicaciones del Congreso de las Comunas y el de la Mujer, donde el presidente Maduro instó a crear "un poderoso sistema de comunicación popular" para contrarrestar la guerra mediática.

En la sede del Centro Nacional de Formación Socialista Simón Rodríguez, radios y televisiones comunitarias, comunicadores del CLAP (los Comités locales de abastecimiento y producción), voceros de la Comisión de propaganda y agitación del PSUV, el movimiento de grafiteros, movimiento muralista y la red de twiteros de la parte central del país animaron la discusión en tres grupos de trabajo, presentando algunas propuestas compartidas en la plenaria.

La discusión tomó los puntos críticos del Sistema Nacional de Comunicación Popular, decidió declararse en emergencia ante los efectos producidos por la guerra económica traída desde afuera y desde adentro contra el gobierno bolivariano, pero también ante el sabotaje interno producido por la corrupción o la burocracia. Para las y los comunicadores populares, el camino hacia el estado municipal, hacia el autogobierno del territorio, es el de la democracia participativa y protagónica, en contra del latifundio mediático y para la aplicación completa del artículo n.38 del reglamento que define, en la Ley de medios, la Comunicación popular y alternativa, y que es objeto de profundización en la discusión de los constituyentes.

Entre las propuestas, la fiscalización de las empresas de telecomunicaciones (Movilnet, Movistar, Digitel) por parte del poder popular y el establecimiento permanente de consejos estatales y municipales de comunicación popular. En el centro, la refundación del espíritu político y participativo originario de la comunicación popular y alternativa, una fuerza impulsadora detrás de la revolución bolivariana. De hecho, los medios comunitarios son lugares políticos donde se expresan las experiencias productivas autorganizadas, que inventan cada día nuevas fórmulas frente a la falta de medios técnicos, agudizados por la guerra económica que impone altos costos al gobierno o bloquea los pagos al extranjero.

Por esta razón, en la mesa donde debatieron los periódicos alternativos, se propuso “crear una fábrica de impresoras, ya que sólo se creó una empresa de computadoras, crear fábricas de tintas, realizar investigaciones sobre cómo realizar la tinta. Aprender a reciclar, mirar la experiencia de otros países en el tema del reciclaje”. Un paquete de propuestas que trasciende la dimensión local para consolidar un nuevo paradigma: el de la democracia participativa y protagónica que se centra en el poder popular organizado con la propuesta de Hugo Chávez: "Comuna o nada".

Revisión Gabriela Pereira