La respuesta del presidente electo que tomará posesión el próximo sábado, rompe con la costumbre de lo “políticamente correcto” cuando entra al debate con el bloque de gobernadores de Acción Nacional y Enrique Alfaro que asumirá la gubernatura de Jalisco como “apartidista”, aunque fue postulado por la franquicia de Dante Delgado, el Movimiento Ciudadano, al que le dijo muchas gracias, pero siguen con el juego de las apariencias.

Al grano fue Andrés Manuel López Obrador con ese estilo que tanto irrita, genera escozor en muchos de la comentocracia: “Que quede claro, ya no va a haber partidas de moches. Ya no es de que ‘a ver, vamos a negociar, me quedo callado, no crítico, pero me vas a dar un presupuesto especial, un trato especial’. Ya no se va a manejar el presupuesto de manera discrecional”.

Podría deducirse sin forzar lecturas que si López Obrador hace tal referencia es porque algunos gobernadores le pidieron trato preferencial, lo cual no sería extraño con las actuales reglas no escritas del sistema político, aceitado como nunca por el dinero con Carlos Salinas (quien removió gobernadores a su antojo y el PAN guardó cómplice silencio bien pactado y pagado) y ahora con Enrique Peña Nieto para comprar votos de legisladores para sus reformas estructurales.

Más el amo y señor de “los moches” (comisiones) de los alcaldes y diputados del PAN para asignarles recursos públicos, Marko Cortés, enseguida tuiteó: “El presidente electo @lopezobrador_se equivoca, no es chantaje, es la defensa legítima y con la ley en la mano del federalismo y el equilibrio de poderes. En #AcciónNacional lo decimos fuerte y claro: colaboración SÍ, sometimiento y centralización del poder NO”.

Ojalá (Alá quiera) para el presidente del PAN y su dirigencia sea el federalismo lo que más interesa, ya que enmudecieron cuando Luisa María Calderón despachaba como súper delegada de Felipe Calderón en Michoacán.

Hasta los analistas más equilibrados, como José Antonio Crespo, observan que Alfaro busca convertirse en el líder de la oposición en contienda con Javier Corral, el gobernador de Chihuahua que resultó un fiasco frente a la inseguridad. José Antonio percibe a Alfaro Ramírez como un fuerte suspirante a candidato presidencial para 2024. Hablamos de grilla, pues.

En todo caso AMLO los exhibe con ironía: “No es que los gobernadores estén ahora protestando, presionando, para ver si los llamamos, nos sentamos a negociar y que tengan ellos presupuestos extraordinarios. No, eso se acabó. Ya no hay esos acuerdos, esas transas que se hacían”.

La exministra de la Suprema Corte, aún senadora y secretaria de Gobernación a partir del primer segundo del sábado, recuerda a los gobernadores “en rebeldía” que de los 60 delegados actuales en cada estado se pasará a uno para reducir sustancialmente el costo presupuestal. Que construye un diálogo con Alfaro, pues éste asegura que no se tomaron en cuenta sus propuestas para elaborar el presupuesto de 2019, cuando todavía falta que la Cámara de Diputados lo apruebe. Muy demócrata, pero quiere garantías sobre su exigencia. “Están nerviosos”, jura Mario Delgado, líder de Morena en San Lázaro.

Lo que no aporta al debate y/o a la grilla política en curso, sino más bien los enrarece, es el desplante de Félix Salgado Macedonio sobre los que no acaten las disposiciones constitucionales motivarían la desaparición de poderes. Sería plausible que algunos legisladores reflexionaran sus declaraciones antes de hacerlas públicas.

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