Venezuela, contra las mentiras de Amnistía, se difunde la solidaridad internacional
- Opinión
Entre los muchos enemigos poderosos que enfrenta la Venezuela socialista y bolivariana, están las multinacionales del humanitarismo que, como Amnistía Internacional, utilizan la retórica de los derechos humanos como arma de guerra. La ONG ha vuelto al ataque en estos días con un nuevo informe (des) informativo emitido por su sección en Venezuela, que siempre ha estado abiertamente orientada por la derecha que se opone al gobierno de Maduro.
Y como una verdadera propaganda de guerra debemos entender el video titulado Que está pasando en Venezuela, producido por Dorian Pérez. La secuencia de imágenes construidas con arte y acompañadas de una banda sonora útil para aumentar el tono del drama a cada tema propuesto y distorsionado, induce un mensaje único: el socialismo bolivariano es un desastre de hambre y represión, una "catástrofe humanitaria" por lo que debe ser eliminado por cualquier medio. ¿No siguen “sobre la mesa todas las opciones” establecidas por el imperialismo estadounidense y sus títeres que inspiran a las grandes multinacionales del humanismo unilateral?
Con base en esta propaganda, las responsabilidades de quienes manejan los hilos de los múltiples ataques lanzados en estos veinte años contra el socialismo bolivariano y que se intensificaron hasta el paroxismo después de la muerte de Hugo Chávez y la elección como presidente de Nicolás Maduro desaparecen. Desaparece el reclamo arrogante y criminal de los halcones del Pentágono pronunciado inmediatamente después del sabotaje a la red eléctrica que trató de poner de rodillas al país. En el video, por otro lado, se produce un efecto al revés: una tremenda serie de explosiones asusta al espectador, lo que sugiere que el "colapso de la energía" (el ataque) es obra del colapso de la "dictadura".
Inmediatamente después, escuchamos las declaraciones de una enfermera que acusa al gobierno de no haber establecido un sistema de emergencia en quirófanos. El video sigue con las imágenes unidireccionales de enfrentamientos y violencia, de los cuales desaparecieron los crímenes cometidos por los "guarimberos" que quemaron personas vivas e incendiaron preescolares, pero siempre fueron pintados como "manifestantes pacíficos que luchan contra la dictadura". En Venezuela, dice el video de Amnistía, "hay una política de represión sistemática y generalizada que pisotea los derechos civiles y políticos, mientras que una grave emergencia humanitaria ataca los derechos económicos y sociales. Cuatro millones de personas han huido de violaciones masivas de los derechos humanos, que incluyen ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias y el colapso de la atención médica y el acceso a los alimentos. Justicia para Venezuela".
Sin vergüenza, se colocan imágenes de protestas que muestran a algunas personas gritando en camisetas norteamericanas y que deberían representar la "democracia". Justicia para la oligarquía, deberían haber dicho. En cambio, el video sirve para apoyar el llamado de "una coalición de 11 organizaciones venezolanas e internacionales" pidiendo al Consejo de Derechos Humanos de la ONU que "establezca una comisión de investigación sobre Venezuela durante la 42ª sesión en Septiembre de 2019". Otro accesorio para agregar a las mentiras del Informe Bachelet, que ha omitido culpablemente datos y testimonios de víctimas del fascismo financiado por Washington: solo para después mostrar lágrimas de cocodrilo por el sufrimiento impuesto al pueblo venezolano por las sanciones de Trump y sus vasallos.
Las mentiras de los medios hegemónicos, corroboradas por las grandes multinacionales del humanitarismo que utilizan la retórica de los derechos humanos como arma de guerra, también se abre paso en los países europeos, donde estas agencias intervienen con su poderoso aparato. Pero incluso en los países capitalistas, donde se siente más la crisis estructural del capitalismo, que pesa sobre los sectores populares, hay quienes ven a Venezuela como un ejemplo concreto de una alternativa al modelo capitalista.
La campaña # No+Trump está recibiendo apoyo y unificando los movimientos en la defensa del derecho de los pueblos a la autodeterminación. Un nuevo internacionalismo está ganando impulso contra el bloqueo económico-financiero impuesto por Trump a Venezuela y Cuba.
En Ventimiglia, una ciudad fronteriza con Francia, una gran audiencia de jóvenes, que vinieron a discutir sobre migración y los riesgos de una sociedad disciplinaria debatieron en el bar de Delia, un lugar de intercambio y solidaridad, y después firmaron contra el bloqueo económico-financiero impuesto por Trump a Venezuela, reconociendo la importancia del socialismo bolivariano en las batallas contra muros y fronteras.
Y también en Imperia (Liguria, Italia), la sede histórica del Arci Camalli, se organizó un debate sobre Venezuela, que reunió a una gran audiencia de artistas y militantes de varios grupos y asociaciones políticas durante las cuales se recogieron las firmas de la campaña en respaldo al socialismo bolivariano.
-Revisión del castellano Gabriela Pereira
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