Trump y el derrocamiento de Evo Morales: ¿vínculos directos?

20/11/2019
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
protestas-bolivia.jpg
-A +A

“Pidiendo democracia instalaron una dictadura”

 

 (Tuit de Evo en su cuenta personal el lunes 18.11.2019)

 

El contexto global del derrocamiento de Evo

 

Tan importante como los factores internos (locales) que actúan como causales directas del golpe de Estado contra Evo Morales (el papel anti-constitucional de las Fuerzas Armadas; la conspiración de la oligarquía tradicional; la traición de ciertos sectores y capas medias beneficiarias de los programas sociales del gobierno progresista; y la “contratación” de agitadores y sicarios del lumpen proletariado que actúan como grupos de choque), lo es también el peso determinante de los factores externos, en especial, el rol de Estados Unidos.

 

Así ha sido, así es y así será por un buen tiempo en Latinoamérica, donde los golpes de Estado de oligarcas y militares han sido alimentados por la tradición conspirativa y patrocinadora de los EEUU. Así sucedió con Árbenz en 1954; con el derrocamiento del Movimiento Nacional Revolucionario (MNR) en la Bolivia de 1964; con Allende en 1973 y ahora con Evo Morales, dirigente principal del MAS.

 

En todos estos casos aparece la sombra del imperio, ayer protegiendo los latifundios de la UFCO en Guatemala, el cobre boliviano explotado por las corporaciones gringas, las minas de estaño chileno en manos de la ITT, y ahora, el litio boliviano codiciado por las compañías de Donald Trump (1).

 

Hay ahora sin embargo un ingrediente adicional en el contexto global de inicios de este siglo XXI, que marca una diferencia sustancial con la vieja tradición injerencista de EEUU sobre América Latina, tal y como experimentamos en la segunda mitad del siglo XX.

 

Se trata de un nuevo “reparto del mundo”, en el cual el proyecto de la “Gran Eurasia” (encabezado por China y Rusia como potencias motoras), dejan a EEUU en una posición de desventaja, acentuando por una parte el declive norteamericano iniciado a fines de los años sesenta, pero, por otra parte, agita la necesidad del imperio por “recuperar terreno”, en particular, en su tradicional traspatio latinoamericano y otros rincones del mundo.

 

En base a esta perspectiva, es válido plantear que el derrocamiento de Evo Morales constituye una especie de “segundo debut” de la nueva “guerra fría” en su versión latinoamericana, constituyendo el primero, al menos desde mi visión particular, el enjuiciamiento y posterior encarcelamiento de Lula en Brasil, el producto de una extensa, compleja y sofisticada trama que lo dejó fuera de la contienda electoral.

 

Como una de esas curiosas paradojas que la vida y la historia nos dan a menudo, mientras Lula estaba saliendo de prisión, Evo se preparaba también para su salida, en este caso, del gobierno, a través del virtual golpe de Estado que se materializaría en su contra, tan solo unas cuantas horas después.

 

Lula ahora está en libertad, pero al imperio ya no le importa, al menos por ahora. Y ello porque lograron, al igual que en la Bolivia de hoy, instaurar una nueva dictadura sobre la base de supuestos reclamos “democráticos”, sustentado el golpe, como es tradición gringa, sobre las bayonetas de los militares y los capitales de la oligarquía criolla anti-nacional.

 

Evo, por su parte, sigue vivo, expectante y a miles de kilómetros de distancia monitorea los brutales acontecimientos de su golpeado y traicionado país. Y eso tampoco le importa mucho al imperio, siempre y cuando el dirigente principal del MAS se mantenga en un plano secundario.

 

Para Estados Unidos lo importante ahora (y siempre), son los negocios. Y como Rusia y China también están en la misma puja, no les importa mucho quien sea el nuevo gobernante en Bolivia (2). Lo importante para ellos es no quedar fuera de la jugada.

 

Pero esto tampoco es nuevo. Fidel lo expresó de manera pública más de una vez; “Las potencias no tienen amigos, solo intereses”.

 

Notas:

 

1. “Poco antes de las elecciones presidenciales, Ivanka Trump visitó la localidad de Purmamarca, en el noroeste de Argentina, en los límites con Bolivia, parte conocida como el “triángulo del litio”, porque también abarca a Chile. El triángulo del oro blanco concentra el 75 por ciento del total de ese elemento en el mundo” (“Caí en la trampa; el golpe se urdió en la embajada de EU: Evo” (entrevista realizada por el periodista Miguel Ángel Velásquez, el sábado 16.11.2019, en la Ciudad de México).

2.

https://www.jornada.com.mx/ultimas/politica/2019/11/16/cai-en-la-trampa-el-golpe-se-urdio-en-la-embajada-de-eu-evo-3185.html

 

3. Sputnik. (14.11.2019). “Moscú reconoce a Jeanine Áñez como la presidenta interina de Bolivia hasta las elecciones”. Citado por Fernando Dorado, en su artículo; “Golpes de Estado y (contra) revoluciones: lucha de clases y/o guerra entre potencias”. https://www.alainet.org/es/articulo/203290

 

Sergio Barrios Escalante

Investigador social independiente. Escritor. Activista por la niñez y adolescencia en el Proyecto ADINA. Editor de la revista virtual RafTulum.

 

https://revistatulum.wordpress.com/

 

 

 

 

https://www.alainet.org/fr/node/203378?language=en
S'abonner à America Latina en Movimiento - RSS