El Instituto Tricontinental de Investigación Social publica un nuevo dossier sobre la situación social y política reciente en Colombia a la luz de la contraposición entre la paz y la guerra en el país.

La paz en Colombia ha estado en la agenda política del continente desde hace décadas. Las guerras híbridas en la región desarrolladas a través de golpes “blandos”, guerras judiciales (lawfare) y la llamada asistencia al desarrollo (softpower), se expresaron en Colombia bajo la forma de “guerra contra las drogas” encubriendo su verdadero propósito de sofocar las luchas populares y disponer sin problemas de los recursos minero-energéticos y de la biodiversidad andino-amazónica.

Las fuerzas de ultraderecha que encarnan en ese país la ofensiva neoliberal conservadora siguen empeñadas en sostener la guerra como escenario ventajoso para sus intereses económicos y políticos. El gobierno colombiano incluso actúa en contra del Acuerdo de Paz utilizando mecanismos institucionales y burocráticos porque este implica desmontar el sistema de dominación cimentado en la coacción, la represión y la estigmatización del movimiento popular que llevan adelante desde hace décadas.

La implementación del Acuerdo de forma completa y eficiente podría abrir posibilidades para fortalecer una alternativa política y económica en Colombia, dado que dotaría de garantías a las fuerzas populares y constituiría un polo de disputa política y del modelo económico.

Así es que pese a los esfuerzos populares, el contexto actual es de creciente violencia y está signado por numerosos asesinatos de lideresas y líderes sociales comunitarios y por un discurso oficial de ataque a la Venezuela Bolivariana sobre la cual se promueven acciones desestabilizadoras que, al menos discursivamente, anuncian una posible intervención militar y un escenario de guerra transfronteriza.

Texto completo en el PDF adjunto