“El desempleo generado por la crisis económica por el covid-19 ocasionará el aumento del trabajo infantil”[1], es la primera frase en un análisis erróneo del incremento del trabajo infantil en el país. De esa manera la evidencia empírica muestra que, en diciembre de 2019, antes de la pandemia, el trabajo infantil alcanzó al 8,3% del total de niños y niñas entre 5 y 14 años. En efecto, se trata del porcentaje más alto en 12 años, un retroceso total después de un periodo de disminución consistente que ni en la crisis económica del 2015-2016 (por la caída del precio del petróleo, apreciación del dólar, entre otros factores) dio como resultado el acelerado crecimiento del trabajo infantil. Por lo tanto, el aumento del trabajo infantil es el resultado de las políticas económicas del Gobierno de Moreno y Martínez pro élites y desigualdad, que ha enriquecido a pocos y situado en vulnerabilidad a las mayorías, incluyendo a la población infantil.

Gráfico 1. Trabajo infantil en Ecuador (5 a 14 años) 2007-2019 (%).

Fuente: INEC-ENEMDU 2007-2019

Elaboración: Propia

Por otra parte, también existe no solo un incumplimiento del objetivo 1.6 del Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2017-2021 que decía “erradicar el trabajo infantil de 5 a 14 años, reduciendo del 4,9% al 2,7% al 2021” sino una regresión total con el aumento de casi el doble de este indicador. Aquí es pertinente observar que del total de indicadores del PND se observa esta misma situación en 10 de 14 indicadores laborales[2] y lo mismo en otras dimensiones con los otros objetivos.[3] Desde esa perspectiva, es claro que el plan de gobierno ganador en la urnas fue remplazado por el “Plan Prosperidad” impulsado por el ministro de economía Martínez, pero que al parecer se trata de prosperidad para las élites pero degradación para las mayorías como muestran los datos presentados y que transgreden el original PND.

Finalmente, que se quiera atribuir a la emergencia sanitaria el aumento del trabajo infantil es quitar la responsabilidad del Gobierno que, con sus políticas neoliberales de ajuste: despidos, desinversión del sector público, autoemboscada fiscal para quedarse sin ingresos (ley de fomento productivo en articulación con la Asamblea),[4] ha provocado el deterioro de las condiciones de vida de la población ecuatoriana incluyendo la población infantil. En efecto, se observa cómo los grupos económicos de la comunicación distorsionan la causalidad y es imprescindible que los análisis rigurosos de investigación muestren lo que ocurre en la sociedad. Un proceso que no se puede llevar a cabo sin el respectivo financiamiento a las instituciones públicas de educación superior, mismas que también han recibido el ineficiente recorte de sus recursos. En fin, el manejo de la emergencia sanitaria por el Gobierno de Moreno y la indefensión en que dejó al sector trabajador con la serie de despidos desde el Ministerio de Trabajo liderado por Poveda lo que hizo fue exacerbar el daño ya realizado previamente y la continuación de la vulneración de la población.

Notas

[1] https://www.elcomercio.com/actualidad/aldeas-infantiles-alerta-infantil-desempleo.html.

[2] https://coyunturauceiie.org/2020/02/02/el-retroceso-en-los-indicadores-laborales-del-plan-nacional-de-desarrollo-2017-2021-incluyendo-el-trabajo-infantil/

[3] https://coyunturauceiie.org/2019/06/06/evaluacion-del-plan-nacional-de-desarrollo-del-ecuador-toda-una-vida/

[4] https://coyunturauceiie.org/2020/03/10/escenario-complicado-para-ecuador-caida-del-precio-del-barril-de-petroleo-ley-de-fomento-productivo-y-participacion-de-las-exportaciones-nacionales/

Fuente: https://coyunturauceiie.org/2020/07/13/el-trabajo-infantil-mas-alto-en-12-anos-se-registra-en-el-gobierno-de-moreno-antes-de-la-pandemia-del-covid-19/