Tercera guerra mundial y oligarquía financiera globalista

Estamos ante una clase dominante objetivamente obsoleta en la historia de la humanidad, por su papel cada vez más improductivo y especulativo en el ámbito económico, aislado en lo político y cada vez más retrasado en lo técnico-militar.

01/07/2021
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La cumbre de la OTAN, en junio de 2021, realizó una evaluación de la situación donde considera que: Rusia es una "amenaza aguda" y China es un "desafío sistémico" para el proyecto de Mundo Unipolar Financiero Global y para la Oligarquía Financiera Global.

 

Esto es observable en los hechos, China es claramente una potencia mundial en ascenso estratégico y con iniciativa. Que ha propuesto una "alternativa" exitosa para el Sur Global y que ha sido aceptada por ellos en primer lugar. Lo cual implica un contragolpe al interminable “cerco o trampa histórica” de subordinación, sumisión y exterminio que es y significa, para el Sur Global[1], la llamada Deuda Externa. Instrumento que “ordeno” la relación de poder de las naciones que son la periferia de las potencias imperiales[2] y sus instrumentos institucionales transnacionales centrales primero, y globales luego, como son el FMI y el Banco Mundial de las últimas décadas.

 

Subordinación, sumisión y exterminio es el modo de definir cómo se diseñó la Deuda Externa, dinero por subordinación. Donde la Deuda Externa es el observable que permite invisibilizar la relación social de dominación que el Acreedor imperial impone sobre los Deudores. Para que éstos permanezcan siempre subordinados y reducidos a ser deudores, que es la forma que asume la dominación. Y, además, a pagar eternamente entregando riquezas, especialmente entregando soberanía y dignidad al renunciar a tener una política, un plan económico y social de soberanía que los reconozca como iguales en la comunidad de naciones unidas.

 

Pero, además, la Deuda Externa como idea fuerza y con toda esta carga simbólica, permite ocultar la relación de dominación que se ejerce sobre las naciones. La Deuda Externa como “mecanismo” no solo implica la devolución de lo prestado, más los intereses a tasas “irracionales” que condenan a permanecer en la condición de deudor. Sino que los gastos del dinero prestado, también estaban subordinados a un plan de inversiones “acordado” con las instituciones acreedoras. Que la mayoría de las veces significaba incluso poder imponer las empresas extranjeras que las realizaban.

 

Hacer frente al desafío que conlleva concretamente la Iniciativa Multipolar de la Nueva Ruta de la Seda (comercial, industrial, transporte, ciencia y tecnología) para el poder global unipolar, fue el “planteo” a ser “ratificado” formalmente primero en la Reunión de G2 (Biden – Johnson o EUA – Gran Bretaña) y luego en el G7 (EUA, GB + Alemania, Francia, Italia, Japón y Canadá). Este planteó que es necesario mantener a Estados Unidos “adentro” (con todas sus contradicciones internas subordinadas y alineadas a la iniciativa estratégica Globalista); a la UE Industrial-científica-tecnológica de Alemania-Francia-Italia-España subordinada al Globalismo, e.d. al vocero Joseph Borrell[3] quien oficia como canciller de la UE, representando a los intereses transnacionales financieros globalistas. Y que India, Japón, Corea del Sur debían quedar “incluidos” dentro de este esquema.

 

Todo esto en función de poder tener un volumen de “juego” que le permita “contener” estratégicamente a la Rusia y China multipolar. Manteniéndolos “lejos” de India, de África, del Asia-pacifico, e.d. Japón, Vietnam, Corea del Sur, Indonesia, Malasia, Singapur, Brunéi, Filipinas, Tailandia, Laos, Birmania, Camboya –RCEP-. Y lejos de la CELAC[4], e.d. la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños[5]. El patio trasero de EEUU, integrado por 32 países de América Latina y el Caribe, que reúne a más de 600 millones de personas[6] y productor estratégico de: energía de origen fósil y de enquisto, agro-alimentos, litio y otros minerales, biodiversidad, etc.

 

Incluye también el estratégico paso oceánico, entre Suramérica y la Antártida, que se comunica con todos los Océanos: Índico, el Pacifico sur, el Austral[7] y el Atlántico sur. Con lo que esto implica observado estratégicamente. Claro que, en el caso del mercado común del Asia Pacifico –RCEP-  es claro que EEUU, no logró sostener sus objetivos, pues este concluyó su conformación inicial entre diciembre de 2020 -y- enero de 2021. Incluyendo de un modo aun no explícito a la estratégica nación de la India[8] y también uno de los promotores de la misma Vietnam. Por otro lado, en el caso de la CELAC, las relaciones económicas y diplomáticas también avanzan con China y Rusia.

 

Es por este motivo, que la Organización del Atlántico Norte (OTAN), controlada por los actores e intereses transnacionales globalistas, se ha trasladado a toda Eurasia e incluso han reforzado, o este es su objetivo, su presencia en relación a Australia, Japón y Corea del Sur. Todo un arco que tiene el objetivo de sostener los intereses y la posición que plantea la independencia de Taiwán respecto de la nación China. Cambiando su posición y rompiendo todos los acuerdos realizados con el gobierno nacional en Beijing –Pekín-, que se expresó en el lema “Una sola China”. Un lema que se correspondía con los intereses de las transnacionales globalistas en los tiempos que Pekín aceptaba la subordinación al proyecto Globalista, como taller industrial con mano de obra barata. Y “aceptaba” también, que la sede del poder central esté en la City Financiera de HK. Como venía sucediendo desde la derrota en la llamada Guerra del Opio contra el Imperio Británico en 1842 e imposición del Tratado de Nanking.

 

Esta situación se mantuvo hasta que la Crisis de la llamada Caída de las Torres Gemelas en 2001, la crisis de la llamada Caída del Lehman Brothers en 2008, la del Brexit de 2016-2018 y otras, mostraron la profundidad de la crisis de poder entre fracciones del unipolarismo financiero transnacional. Entre la fracción transnacional unipolar globalista que avanzaba ganando poder y subordinando a los otros actores unipolares financieros y las distintas fracciones del Unipolarismo continental transnacional en declive: el norteamericano con centro en Texas-Florida, el del RU, el de la UE (Alemania-Francia-Italia-España-etc.) y el del Japón. Para dar cuenta de la situación de los distintos actores transnacionales continentalistas, que observamos históricamente desde 1950-1991, posteriores a la perestroika soviética o caída del mundo bipolar de la pos segunda guerra mundial.

 

Pero, también es importante tener presente, que ya en Bandung (Indonesia) en abril de1955 se lanzó el plan de Tercera Posición estratégica, con la constitución y puesta en marcha del MNOAL[9], el Movimiento de países NO Alineados, y la Tercera posición frente al bipolarismo. Con el interés de mantenerse al margen de las superpotencias y obtener vías para alcanzar el bienestar de sus pueblos y la paz mundial con opciones que no necesariamente siguieran la lógica bipolar de la época, por lo que en Bandung[10] surgió el concepto de "Tercer Mundo". La tercera posición mundial estratégica es importante tenerla presente, para poder entender luego, cuál es la historia cercana que converge con el planteo del proyecto Multipolar Pluriversal en Fortaleza-Brasil en 2014[11], la nueva arquitectura financiera multipolar y los movimientos nacionales que aportan a su despliegue.

 

La Rusia postsoviética sigue siendo el problema

 

Rusia sigue siendo la principal amenaza según el “vocero” de la OTAN Globalista, Jens Stoltenberg, quien sostiene que la OTAN no se limitará a “hacer espejo con” o "reflejar" a Rusia: de facto gastará más dinero e intentará rodearla con múltiples formaciones de batalla (Ucrania-Polonia-Noruega-Lituania-Estonia-Finlandia y Taiwán-Corea del Sur-Japón), porque "ahora hemos implementado los mayores refuerzos de nuestra defensa colectiva desde el fin de la Guerra Fría" en 1991.

 

Claro que está por verse, cómo logra la OTAN sortear el retraso técnico-económico militar, puesto de manifiesto desde 2015 en adelante, tanto en el escenario Siria-Irak-Irán-Líbano como en el de Egipto-Libia-Yemen. Incluso, en los últimos desarrollos técnico-militares que, al ser puestos a prueba en marzo-junio de 2021 en el área marítima circundante de Hawái, resultaron “defectuosos” o “no satisfactorios”.

 

Cuando la diferencia técnico militar es cualitativa, la cantidad de billones de dólares podría poner en marcha el proceso de investigación y desarrollo para el salto de calidad, pero no puede garantizar que éste se produzca en tiempo, forma y modo. Menos aun cuando se trata no solo de alcanzar el umbral técnico militar multipolar de Rusia-China-India, sino de superarlo cualitativamente.

 

Además, teniendo presente que la dimensión geoestratégica poblacional en la batalla estaría controlada por el multipolarismo. China (1440) e India (1390) reúnen al 37% de la población mundial y Asia en su conjunto al 60%. África el 17%, Europa el 10% y, Latinoamérica y Caribe el 8%. Solo EEUU se encuentra entre los 10 países con mayor población, en el lejano tercer lugar con 330 millones de personas. Unos 300 millones compuestos por una heterogeneidad étnica, social, religiosa y económica muy compleja y activa. De los 10 países más poblados, solo EEUU se encuentra incluido, ningún otro país del G7 forma parte.

 

Por otro lado, Alemania-Francia-Italia, observando desde los lazos económicos comerciales, ya son parte del dinámico mercado de la China multipolar, pues se transformó en el principal mercado de destino de sus exportaciones de bienes de alto valor agregado, en una relación preferencial con Pekín. Por lo tanto, esto explicaría las conductas diplomáticas de estos países en la reunión del G7 a la hora de las definiciones. Y la posterior propuesta de reunión de la UE con Putin planteada por Alemania y Francia. España, junto con Italia y Austria, fue de los países que apoyó la iniciativa para dar lugar a una instancia igual a la que se realizó con Biden. Propuesta que fue boicoteada por los países comprometidos con la OTAN Globalista: Polonia y los países Bálticos[12]: Estonia, Letonia y Lituania.

 

Es muy importante distinguir que en cada país del G7 se manifiesta también claramente la misma crisis inter-oligárquica, que observamos en EEUU. Una crisis que enfrenta a los intereses transnacionales globalistas contra los intereses continentalistas y los nacionalismos oligárquicos de cada nación que la compone (UE, Japón, Inglaterra-GB, Canadá). Sin poder entender esta nueva realidad en el Unipolarismo transnacional financiero, clara desde 2012-2016 y explicita con el estallido del Brexit 2016-2021, no podrá observarse claramente la marcha de la UE hacia el Este con Alemania-Francia-Italia- a la cabeza. Hacia la vía oriental multipolar pluriversal. Tanto desde lo económico-político estratégico como desde lo cultural-religioso estratégico.

 

Por ello es que, tal vez, el comunicado oficial de la OTAN es inflexible: “la única forma de gasto militar es para arriba”. Que refiere a que el presupuesto total de “defensa” de los 30 miembros de la OTAN crecerá un 4,1% en 2021, alcanzando la asombrosa cifra de 1,049 billones de dólares (726 millones de dólares de los EE.UU. y 323 millones de dólares de una variedad de aliados).

 

Claro está que, en el plano técnico militar, desde Rusia están todas esas armas hipersónicas que “desconciertan a los generales de la OTAN”. Esos ejercicios a gran escala cerca de las fronteras de los miembros europeos de la OTAN e incluso de la Isla de Hawái en el océano pacifico norte, y la integración con Bielorrusia político estratégica y militar.

 

En cuanto a las amenazas de China (Mar de China Meridional, Taiwán, el Indo-Pacífico en general), el G7 tenía que idear un plan. El Build Back Better World (B3W), para ser considerado como la "alternativa" occidental a la Iniciativa Belt and Road (BRI). El 3 de mayo de 2021, en una reunión preparatoria con vista a la cumbre del G7, el ministro de ‎Exteriores británico, Dominic Raab, y el secretario de Estado, Antony Blinken, daban a entender que Occidente combatiría simultáneamente a Rusia y a China. ‎Pero lo que se vio en el G7 fue algo muy diferente. ‎

 

Las nuevas realidades

 

En 1945, la conferencia de Yalta sentó las bases de una división del mundo en zonas de influencia ‎entre los tres grandes vencedores de la Segunda Guerra Mundial: Estados Unidos, Reino Unido y, ‎sobre todo, la Unión Soviética. ‎La investigación histórica ha demostrado que, aunque en diferentes momentos, lo acordado ‎en Yalta pudo haber volado en pedazos y dar paso al enfrentamiento, los insultos estaban ‎destinados más bien a consolidar la unidad dentro de cada bando. ‎

 

Estados Unidos ha pretendido, desde 1950, ser la única hiperpotencia capaz de organizar ‎el mundo, lo cual no ha logrado. China y Rusia han tratado de redistribuir las cartas. Tampoco lo han logrado, pero han avanzado y continúan avanzando ‎en ese sentido. En el periodo de 1991-2021 –desde la Operación Tormenta del Desierto ‎hasta el «rediseño del Medio Oriente ampliado»–, la ambición de Estados Unidos acabó ‎naufragando en Siria. Estados Unidos aún no ha admitido su derrota. Las fuerzas ‎armadas de la Federación Rusa disponen actualmente de armas mucho más avanzadas y las de la ‎República Popular China cuentan con personal mucho más calificado. Todo lo cual “obliga” a Washington en la dirección de ‎tomar en cuenta la realidad y aceptar un acuerdo, sin lo cual podría terminar perdiéndolo todo.

 

Los aliados de Estados Unidos en el G7 no han entendido aun la importancia de la catástrofe militar que ‎sufrieron en Siria. Persisten aun en presentar ese importante ‎conflicto –en el cual participaron más países que en la Segunda Guerra Mundial– como una ‎‎guerra civil que estalló en un pequeño y lejano país. Así que será particularmente difícil ‎para ellos plegarse a los constantes retrocesos de Washington. ‎

 

La política exterior rusa no se basa en una nebulosa ‎teoría “geopolítica” sino en la proyección de su fuerte personalidad como país. Rusia está más ‎dispuesta a pasar por alto sus intereses que a renegar de sí misma. ‎En tanto que, el objetivo de China es, ante todo, recuperar su zona de influencia regional y comerciar ‎con el resto del mundo. China sabe esperar, pero no hacer concesiones. En Washington, el Pentágono creó un grupo de trabajo encargado de reflexionar sobre las ‎opciones posibles ante China, adversario al que Estados Unidos teme más que a Rusia ya que ‎todo lo que Pekín logre recuperar en su zona regional de influencia será en detrimento de las ‎posiciones de Washington en Asia.

 

Por su parte, la Casa Blanca formó un grupo de trabajo -‎reservado- que debe plantear las nuevas órdenes posibles. Este grupo goza de un poder de decisión comparable al del Grupo de Desarrollo de la Política ‎Energética Nacional (National Energy Policy Development Group), creado y dirigido por Dick Cheney en el periodo clave de la Caída de la URSS 1989-1993, bajo la administración de ‎George Bush.  Acerca del grupo de trabajo creado en la Casa Blanca, este representa ‎objetivos políticos o intereses financieros. Pero está claro que el mundo internacional de las ‎finanzas está influyendo tanto en la OTAN como en la Casa Blanca. Su objetivo no es modificar ‎las alianzas sino más bien disponer de la información necesaria para poder adaptarse ‎discretamente a los cambios y conservar su posición predominante. ‎

 

La ‎administración globalista Biden evaluó y ya optó por el objetivo de lograr reinstaurar un escenario de bipolarismo. Bajo el comando globalista, pero en un contexto de una interna financiera oligárquica muy potente. Claro que este escenario requiere hacer retroceder los engranajes del tiempo a 1929-1950. La crisis financiera mundial está, la guerra militar de gran envergadura es imposible por la paridad nuclear disuasoria. Incluso el duopolio que caracterizó los tiempos de la ‎guerra fría pos 1950 ya ha sido redefinido, y EEUU ya no cuenta con el monopolio de las capacidades estratégicas industriales y tecnológicas, ya que las corporaciones más avanzadas en este campo abandonaron el territorio de EEUU.  

 

Pero en la evaluación de Washington, esta es la única posibilidad no sólo de evitar una guerra contra una ‎alianza ruso-china sino de mantener una parte importante de la geografía del poder existente en el 2021. Por ello la reunión del G2, G7 y de OTAN tiene su significado y objetivos, pero en posición de defensa estratégica, incluso de lo que ya perdió, lo cual es ya un sinsentido o es solo la necesidad hacia adentro de la puja entre fracciones oligárquicas. Porque el mundo no se rige por la concepción del poder de 1930-1999. El Globalismo unipolar supone la negación de la Nación incluso de la norteamericana, por ello la complejidad de la crisis en EEUU. El multipolarismo supone la negación de construir sociedad a partir de intereses particulares en conflicto y con ello la negación del unipolarismo financiero en sus dos modalidades (Globalismo y continentalismo) pero, a su vez, tiene el reto de una síntesis, de crear en la relación comunidad y pueblo el espacio para el pleno desarrollo como persona sin subordinar lo primero a intereses privados[13].

 

El principal obstáculo que enfrenta Estados Unidos es de orden ‎mental derivado de su posición real en el tablero. Desde 2001, los Globalistas están convencidos que la crisis, inestabilidad y fragmentación de las naciones los favorece. Por eso ‎alimentan, promueven y utilizan a los yihadistas mercenarios de y en todas partes del mundo, e.d. siguen la doctrina ‎Rumsfeld-Cebrowski.

 

La Derrota Globalista en Siria

 

Después de haber sufrido una humillante derrota en Siria, Estados Unidos fue ‎a la reunión de Ginebra para aceptar las condiciones del vencedor. El encuentro del 16 de junio ‎de 2021 entre Joe Biden y Vladimir Putin podría significar el fin de las hostilidades. El Globalismo en las potencias de Europa ‎occidental tendrá que pagar la factura mientras China se ve confirmada en su ‎estatus de socio de Rusia. ‎A raíz de la victoria en Siria frente a Estados Unidos y sus aliados, ‎Putin podría considerar que impuso sus condiciones al presidente Joe Biden en Ginebra, en tanto representante de los vencidos.

La Tercera Guerra Mundial (III-GM) que inició la OTAN, bajo “mando” Globalista en Siria, con la participación de 119 países, terminó ‎con la victoria de Siria, Irán y Rusia; y con la derrota militar de la OTAN, con los 116 países occidentales y aliados de ‎Estados Unidos que fueron parte de la OTAN en ese conflicto. Pero la OTAN aún no ha sido vencida, porque aún no abandonó la voluntad y decisión de disputar el poder global. Esto es claro en su decisión de constituir un nuevo bipolarismo, de fracturar el mundo y organizar a las naciones y pueblos en Globalistas vs Anti-Globalistas, Democracia vs Fascismo. Cuando es claro que el Globalismo Unipolar Financiero es quien se comporta de modo fascista: militarizando el mundo, las naciones y los pueblos.

 

La III-Guerra-Mundial no escaló extendiéndose territorialmente porque fue contenida dentro de los límites de la estrategia multipolar en la región (Siria-Irán-Líbano-Irak-Israel) por las acciones de los actores multipolares. Para los vencidos -el Globalismo Unipolar principalmente- ha llegado el momento de ‎reconocerlo y de pagar por los daños humanos y materiales que provocaron con ‎sus actos. Pero, nuevamente los EEUU no vivieron esa guerra en territorio propio. Tampoco ‎sufrieron en carne propia las consecuencias de batallas en las que participaron ‎fundamentalmente a través de “intermediarios” –las empresas financieras contratistas transnacionales de «yihadistas» mercenarios de todo el mundo-, como el imperio Romano hizo también en su tiempo y como preludio de su “Caída”. ‎

Las potencias occidentales, a pesar de haber sido derrotadas, han conservado ‎casi intacto su poderío. Pero este poderío se encuentra manifiestamente retrasado en sus capacidades técnico militares respecto de los actores multipolares. Por ello, han recurrido a los ejércitos mercenarios reclutados por empresas capitalistas con esta razón social. Pero Estados Unidos sigue estando, junto con Reino Unido y Francia, al frente de una poderosa fuerza de disuasión nuclear. ‎Pero la disuasión Nuclear de destrucción masiva se encuentra empatada y paralizada por las mismas condiciones de empate nuclear técnico militar.

 

Luego, en el terreno de las capacidades económicas, civil y militar, el multipolarismo ya ha sobrepasado a la economía unipolar financiera que se encuentra paralizada desde 2008, y permanece en un circuito cerrado de emisión billonaria de dólares, de papel-dinero sin respaldo. Emisión estatal-pública billonaria sin respaldo, para las grandes transnacionales que recompran sus propias acciones y acciones de corporaciones de segunda línea, excluyendo más y más a toda la sociedad en los ya obsoletos países centrales de la era global. Estamos ante una clase dominante objetivamente obsoleta en la historia de la humanidad, por su papel cada vez más improductivo y especulativo en el ámbito económico, aislado en lo político y cada vez más retrasado en lo técnico-militar.

 

El G7 en la era de la "desamericanización" del mundo

 

El G7 es una criatura de la era pasada, por ello ya no se puede esperar más que su influencia y poder vaya en declive y también, alguna “irracionalidad”. La razón fundamental es que el centro de gravedad económico y político del mundo se ha desplazado hacia el Este. Cuando se creó el G7 en la década de 1970, los siete países occidentales eran de hecho, los siete principales actores de la economía mundial. Sin embargo, se han producido grandes cambios en el mundo desde la década de 1970, y la gloria pasada principalmente de Estados Unidos se ha ido desvaneciendo.

 

Mecanismos como el G20 han surgido en los últimos años, inicialmente desde 1997-99-2001 y luego en su salto de calidad en 2008-2010. En el marco de las crisis financieras y pujas de poder entre oligarquías financieras agudizadas, entre el globalismo unipolar transnacional ascendente y el continentalismo unipolar transnacional en declive. Pero con la complejidad que este último supo integrar al localismo oligárquico con retórica nacionalista de Trump. El despliegue de este conflicto de intereses y sus enfrentamientos cada vez más agudos es lo que ha debilitado crecientemente la capacidad de proyectar poder y, por tanto, la influencia de Estados Unidos.

 

De uno u otro modo, la oligarquía globalista unipolar se ha enfrentado desde 1999-2001, con todas y cada una de las naciones, con las oligarquías locales y también con sus expresiones Continentalistas (ej.: UE). Estados Unidos y los países europeos tienen puntos de vista muy diferentes hacia China, particularmente la UE del pos-Brexit, donde Alemania-Francia promueven un dialogo cada vez más “constructivo” con Rusia y China. Por ello observamos que, independientemente de las reuniones diplomáticas de alto nivel, los países europeos encabezados por Alemania-Francia no apoyan convertir al G7 en un bloque "democrático" contra China.

 

Ha habido una disminución en la competitividad de los Estados Unidos y la gobernanza occidental con el despliegue de la globalización y transnacionalización de la economía mundial. Estados Unidos, y sus transnacionales, observa que sus rivales lo están superando no solo en lo económico. Es por eso que ha comenzado a tomar decisiones y realizar movidas políticas distintas de la verdadera competencia, con el objetivo de obstaculizar a sus oponentes y la iniciativa multipolar que estos promueven. Esto muestra que el resultado final es ya y será una "des-americanización" sistemática en todo el mundo. A la larga, no será la China multipolar quien se aísle del mundo, sino Estados Unidos quien se aislará del mundo y de manera aún más acelerada al tratar de obstaculizar la clara tendencia histórica hacia el multipolarismo.

 

El G7 no tiene derecho ni debe excluir a los países en desarrollo u otras plataformas de gobernanza multilateral. Las estructuras políticas y de seguridad globales, y el orden económico y financiero internacional establecido por Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial y mantenido hasta el día de hoy, se han vuelto cada vez más insostenibles. Y un nuevo orden mundial está emergiendo. Algo es concreto, Estados Unidos y sus transnacionales, ya no “tienen” aquella potencia que una vez tuvieron para derribar el edificio del orden internacional y plantear uno nuevo como sí lo realizaron en el periodo de 1940-1999.

 

Como decíamos, el "resultado final será una sistemática desamericanización en el mundo": en el largo plazo "no será China la que estará aislada en el mundo, sino que será EEUU el que se aislará del mundo". EEUU es hoy un país que, controlado por los intereses globalistas (demócratas globalistas más los neoconservadores republicanos de Mitt Macconnell), ha destruido el “edificio del orden internacional" y sufre a la vez la potencial desintegración nacional. El globalismo desarrolló un conflicto con las fuerzas continentalistas en cada uno de los países del G7 y la alternativa de optar por el multipolarismo creó otra división entre ellos.

 

Las glorias pasadas de estos siete países se han desvanecido, primero por la acción des-localizadora de las transnacionales globales, cuyo proyecto de Estado global los ha debilitado estructuralmente y hoy sufre derrota tras derrota en sus enfrentamientos con el multipolarismo. La pregunta que surge es si en EEUU, los distintos actores del poder, percibirán a tiempo la necesidad de integrarse al proyecto multipolar o si optaran por arriesgarse a ser una república de segunda, aislada del mundo real. En este escenario, consideramos que EEUU podría precipitarse hacia su desintegración como Nación, recorriendo el camino hacia su propia ‘perestroika’.

 

 

Bibliografía:

 

  • Wim Dierckxsens y Walter Formento, Prospectiva Geopolítica para el 2020. Capitalismo Unipolar o Poscapitalismo Multipolar. Ed., 2019. 1ª. Ed, Fedun, 2019. Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Argentina. ISBN: 978-987-3640-24-7
  • Wim Dierckxsens y Walter Formento, Nuevo Imperio Global u Otra Civilización Emergente. Inteligencia Artificial y Guerra de Big Data. Año: 2019. 1ª. Ed, DEI, 2019 octubre. San Jose de Costa Rica. ISBN: 978-9977-83-189-3
  • Wim Dierckxsens y Walter Formento y (coords.), La Crisis Mundial. Trump, Brexit, BRICS, Francisco. Continentalismos, Globalismos y Pluriversalismos: Año: 2018. 1ª. ed, Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Ed. Fabro, 2018 mayo. Ed Flacso Guatemala, 2a Edición 2018. ISBN: 978-987-713-121-5
  • Wim Dierckxsens, Walter Formento, Andrés Piqueras, Rémy Herrera, Paulo Nakatani, El Capital Frente a su Declive. Fin de la unipolaridad global: ¿transición al postcapitalismo? Autores: Año: 2018. 1ª. ed —San José, Costa Rica: Editorial DEI, 2018. Ed Flacso Guatemala, 2ª. Edición 2018. ISBN 978-9977-83-187-9

 

 

[1] El concepto de Sur Global refiere a las Naciones que son periferias-emergentes de las Cities Financieras de las Potencias Centrales. Pero también a los Pueblos que son periferias de las Cities Financieras (Londres-Nueva York-San Francisco-Paris-Milán-etc.) en los países centrales. https://elordenmundial.com/un-sistema-mundo-dividido-en-centro-y-periferia /

[3] Josep Borrell Fontelles es un político español. Es miembro del Partido Socialista Obrero Español y sirvió como ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación del Gobierno de España entre junio de 2018 y noviembre de 2019. Actualmente como Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.

[5] CELAC promueve la integración y desarrollo de los países latinoamericanos y caribeños. Está integrada por los 32 países soberanos que integran América Latina y el Caribe (Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dominica, Ecuador, El Salvador, Granada, Guatemala, Guyana, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela).

[6] Población 622 196 181 (2014), PIB (PPA) Total, Per cápita Puesto 4.º 6,7 billones de dólares.

[8] Cuando está, en un momento posterior, tiene que soportar un repentino brote masivo de contagios de Covid-19 por efecto de la variante Covid 19 Delta-británica https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2021/06/22/60d186cee4d4d8c67b8b45e5.html

[9] La Conferencia de Bandung fue una reunión realizada en Indonesia, en abril de 1955, en la que participaron varias naciones asiáticas y africanas. Fue organizada por Gamal Abdel Nasser, Presidente de Egipto, Jawaharlal Nehru, de India y Sukarno, jefe de estado de Indonesia y su principal promotor quien además fungió como anfitrión. Contó además con el apoyo inicial de los líderes de Pakistán, Birmania y Ceilán. En la Conferencia estuvieron representadas todas las creencias, etnias y religiones de Asia y África: unos 1.400 millones de personas, el 60% de la humanidad en aquella época. https://www.ecured.cu/Conferencia_de_Bandung

[10] Los Diez Principios de Bandung, que establecían:

    1. Respeto por los derechos fundamentales del hombre y para los fines y principios de la Carta de las Naciones Unidas.

    2. Respeto para la soberanía y la integridad territorial de todas las naciones.

    3. Reconocimiento de la igualdad de todas las razas y de todas las naciones, grandes y pequeñas.

    4. Abstención de intervenciones o interferencia en los asuntos internos de otros países.

    5. Respeto al derecho de toda nación a defenderse por sí sola o en colaboración con otros Estados, en conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.

     6. Abstención de participar en acuerdos de defensa colectiva con vistas a favorecer los intereses particulares de una de las grandes potencias y Abstención por parte de todo país a ejercitar presión sobre otros países.

     7. Abstención de actos o de amenaza de agresión y del uso de la fuerza en los cotejos de la integridad territorial o de independencia política de cualquier país.

     8. Composición de todas las vertientes internacionales con medios pacíficos, como tratados, conciliaciones, arbitraje o composición judicial, así como también con otros medios pacíficos, según la libre selección de las partes en conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.

     9. Promoción del interés y de la cooperación recíproca.

     10. Respeto por la justicia y las obligaciones internacionales.

[11] Los BRICS. El surgimiento de un proyecto de nueva arquitectura financiera y de un nuevo mundo multipolar (2009-2014). Sebastián Schulz, http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/ library?a=d&c=tesis&d=Jte1226

[12]  La UE rechaza reunirse con Putin, Los bálticos y Polonia vetan la iniciativa de Merkel y Macron https://www.lavanguardia.com/internacional/20210625/7555704/ue-rechaza-reunirse-putin.html

[13] ¿Hacia una Nueva Civilización Multipolar? Existen condiciones objetivas para que la humanidad en conjunto recorre el camino hacia una civilización donde se concentra en el trabajo para la colectividad y por la colectividad y que se logre reducir la explotación a expresiones mínimas. Wim Dierckxsens, Walter Formento, 02/03/2021. https://www.alainet.org/es/articulo/211181

 

 

https://www.alainet.org/fr/node/212894
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