Juan Gelman ¡Realidad: poesía eres tú!
17/01/2014
- Opinión
Quito, mayo de 1995. Humilde, de mirada tristona y el alma herida, Juan Gelman lleva el exilio dentro, la emoción, la magia y la voluntad de seguir transformando la palabra, caminando hacia días de más colores, días en los que la poesía además de golpear, acaricie.
Y conversar con Juan es como hablar con los recuerdos, es como hablar con la vida de los recuerdos. Y los recuerdos vienen como almitas surgidas de la raíz misma de la dolor, como quien no quiere olvidar los pedacitos de recuerdos que lleva a cuestas y, se acostumbró a quererlos y derramarlos una y otra vez entre la gente para que no haya olvido...
El exilio es como una obsesión en él. Se fue exiliado, volvió y era un exiliado en su propio país, se volvió a ir... Creo que desde su niñez es un eterno exiliado...
“Si -dice. Esos exilios que nombrás no son los únicos, entre los primeros está el de alejarse de la infancia, que para muchos es un refugio, un lugar donde protegerse. En mi caso fue así, en la cercanía con la vieja y el viejo, con los asombros y descubrimientos. Pero todo se va, y al volvernos adúlteros y adultos dejamos lejos ese bello lugar, ese país. Pero también hay infancias muy duras, que serían algo así como dolorosos países, incluyo en esto la infancia de los que no dejan de ser nunca niños, la de los que no tienen acceso a la educación, la de los niños delincuentes, la de los dejados de la mano de Dios. Y dentro de ese exilio interior, está el otro, el que sigo viviendo... Ahora en México estoy bien, me quieren, la gente es muy buena. Vos sabés que regresé a la Argentina cuando me levantaron la proscripción, pero me fui porque era muy jodido ser extranjero en su propio país... ser un exiliado dentro de fronteras”.
Impunidad a los violadores de derechos humanos, y un presidente como Carlos Menem... ¿Tiene alternativa un país como ese?
“Menem es muy gracioso, y ridículo, vos sabés bien lo que es -comenta. Fijate que le preguntaron cuál era su libro de cabecera y dijo que las obras completas de Sócrates ¿Qué podés esperar de un presidente que dice eso?
Cuando se piensa en el peregrinar de Juan es necesario preguntarle si el tango se quedó en ese país o sigue viajando con él. “Yo fui milonguero desde los 15 años -responde. Borges dice que el tango es una manera de caminar. No lo voy a contradecir, pero me parece que el tango es una manera de conversar. Por eso creo que la milonga es un diálogo bailable. Los padeceres que el tango relata van más allá de la perdida de una mujer o algún amor. El tango siempre está en mis poemas. En Citas y comentarios tengo alusiones a místicos como el profeta Isaías, San Juan, el rey David, Santa Teresa, y entre ellos están varios autores de tangos, que en cierta forma, también están rodeados de misticismo”.
¿Y dónde está la mística de la poesía de Juan? ¿O mejor dicho, dónde está la obsesión de su poesía?
“Son varios los temas que me obsesionan. No es nada nuevo pero cada uno de nosotros escribe sobre un puñado de obsesiones: la infancia, el amor, la mujer, la muerte, el otoño y la revolución parecen ser las mías. Aunque sigo creyendo que el único tema de la poesía es la poesía misma y por eso es que ella puede hablar de cualquier tema, todo le atañe. Basta con leer a Gustavo Adolfo Bécquer para recordar aquello de ‘poesía eres tú’, refiriéndose a la mujer. Pero eso se puede aplicar a la realidad misma: ‘realidad, poesía eres tú’, entendiendo por realidad todo lo que quiso o pudo ser, y no es”.
Y una de esas realidades es el exilio... “La poesía siempre propone preguntas y no necesariamente formuladas entre signos de interrogación -comenta. Cómo nos marcan las palabras y cómo nos dejan siempre una herida sin remedio: el silencio... La poesía también padece de los encuentros desafortunados y también los desencuentros. Siempre estamos escribiendo para enterarnos de lo que queremos decir”.
De una manera o de otra, y de formas diversas, aparece lo político en el poema. El exilio fue importante para nuevas reflexiones. “Si fuimos realmente derrotados, esto conduce a una reflexión, en algo que no es del todo voluntario: la poesía. La poesía no es un asunto de voluntad. Cuando lo es resulta un desastre. En mis últimos dos libros me dediqué mucho a la poesía en prosa, y ahora estoy sacando uno que es bien loco, está escrito en sefardí (obviamente con traducciones) y con una construcción muy loca pero llena de vida. Yo sigo vinculado a la cotidianidad, la cotidianidad me sigue dando mucho material... Mis obsesiones se prolongan en poemas y tal vez terminan algún día en libros, pero si la obsesión no llega, no puedo escribir. El inconsciente grita mucho y es para mí la manera que tiene de expresar la realidad, de explorarla y cuestionarla, y a la vez crear otra”.
Y hablando de realidades. Juan está viviendo en México donde este año se ha dado un proceso intensivo. Estuvo en Chiapas realizando notas para Página 12, y asumió esa lucha como suya. “El de Chiapas es un proceso que nada tiene que ver con los procesos guerrilleros que se han dado en América Latina -asegura. Fijate que cuando tuvieron que responder a la propuesta del gobierno consultaron a todas las comunidades, en la asamblea participaron todos y por votación fueron las comunidades las que rechazaron el acuerdo. Es una forma de democracia increíble. Otra cosa que dice mucho: Marcos es sub comandante, los comandantes son indígenas. Durante el diálogo Marcos debía escuchar lo que decía la comandante Ramona que era indígena y tenía el mandato de las comunidades”.
La realidad social de esa zona es tremenda. Una zona que da el 60 por ciento de la energía eléctrica del país, por su caudal de ríos, no tiene luz. Las comunidades indígenas no tienen luz... “Y eso es poco si le sumás la falta de hospitales, la falta de servicios y la pobreza generalizada tendrás un panorama terrible. Y además está el racismo: un día iba en un ómnibus y entre los pasajeros viajaba un indígena, de repente subió un mestizo y lo bajó a patadas diciendo que no quería viajar en el mismo transporte que iba un indígena, hacete un poco la idea de cómo son la cosas... El gobierno mexicano no puede dejar de abrir un diálogo con los zapatistas porque es la única manera de que haya una paz de verdad...”
Tomando prestadas las palabras de Jorge Enrique Adoum se puede decir que "Gelman es el mayor poeta vivo de habla hispana". Es el que supo quebrar los versos y los transformó en sueños, quebró las palabras y creó otro diccionario, quebró la cotidianidad y la hizo magia, quebró las estructuras y las liberó...
- Kintto Lucas es periodista uruguayo-ecuatoriano, director del Observatorio Latinoamericano de Medios de CIESPAL. http://kintto.blogspot.com/
https://www.alainet.org/fr/node/82401
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