La información vertida a los medios de comunicación, por el Sr. Roberto Herrera Cáceres, coordinador de la Iniciativa de Transparencia en la Industria Extractiva (EITI), en relación a las negociaciones entabladas por la empresa petrolera estadounidense CHEVRON, para "investigar la existencia de petróleo y gas natural en una zona contigua a donde la firma BG Group obtuvo una concesión"; confirma la noticia vertida en octubre del año pasado por el Colegio de Ingenieros Mecánicos y químicos de Honduras (CIMEQH).
CHEVRON aparentemente pretende obtener una concesión sobre 38 mil kilómetros cuadrados, en una zona contigua a los 35 mil kilómetros donde el grupo BG inicia las labores de exploración y perforación petrolera.
Parte del bloque petrolero otorgado a BG se sobrepone con el Sistema de Arrecifal Mesoamericano (SAM), el banco coralino más extenso del continente, el cual abarca alrededor de 25 áreas protegidas. El SAM se encuentra en la actualidad bajo la amenaza de las compañías petroleras que solicitan permisos de exploración y posible futura explotación, al mismo tiempo los corales padecen las consecuencias del cambio climático.
La ominosa reputación de CHEVRON en relación a las violaciones a los derechos humanos en varios confines del planeta, nos hace temer que en Honduras se repetirán los agravios de la compañía a las poblaciones locales. Además la tendencia autoritaria del gobierno hondureño, incrementada después del golpe de estado del año 2009, sumado al desconocimiento del derecho a la consulta que poseemos los pueblos indígenas, y el entreguismo de los organismos encargados de emitir las licencias ambientales, conducirá a una catástrofe ambiental y social.
Masacres en comunidades y persecución judicial a activistas
En el año 1998, tras la toma de una plataforma petrolera en el delta del Niger, personal del ejército nigeriano y personal de seguridad de CHEVRON, se vieron implicados en el asesinato de dos activistas. El caso fue llevado a una corte estadounidense, invocando el Acta Tort. El caso fue conocido como Boworo vs Chevron, y fue desestimado por una corte en San Francisco en el año 2008.
Chevron-Texaco operó durante 26 años en la Provincia de Sucumbíos, Ecuador, generando una contaminación que abarcó 450 mil de hectáreas y afectó a más de 30 mil personas. El juicio se dilató durante 17 años y el pasado 13 de noviembre la Corte Nacional de Justicia del Ecuador ratificó las sentencias de primera (14-2-2011) y segunda instancia (3-1-2012), reafirmando la obligación de la empresa a pagar los daños y perjuicios ocasionados.
Chevron rehusó aceptar las sentencias emitidas por las Cortes del Ecuador e inició un proceso en contra de 50 personas involucradas en el caso ante la justicia ecuatoriana, indicando la existencia de una conspiración para defraudar a la compañía petrolera contaminante.
Según el Electronic Frontier Foundation (EFF) la petrolera Chevron se le concedió en octubre del 2012 una orden judicial por parte de la Corte de Distrito del Norte de California para acceder a las cuentas de correos electrónico de más de 100 activistas, periodistas y abogados relacionados con el caso del ecocidio en Sucumbíos.
La actitud asumida por Chevron, secundada por la justicia estadounidense, sienta un precedente nefasto para aquellas organizaciones e individuos dedicados a la protección del medio ambiente y la defensa de los derechos humanos.
La administración de Rafael Correa en el Ecuador denunció el hackeo de su correo; mientras la empresa petrolera Chevron trató de entregar a la corte de justicia de Estados Unidos más de 20 correos electrónicos del presidente; y del procurador general, Diego García Carrión.
Chevron además de la manipulación jurídica y el espionaje ilegal, ha estado implicada en desastres ambientales como el de Richmond, California, donde se reportaron alrededor de 304 accidentes; incluyendo múltiples violaciones al Acta del Aire Puro de los Estados Unidos.
Derrames de petróleo en Angola hasta en Brasil; han sido notificados como parte del desastre ambiental causado por Chevron. Entre los más notorios se encuentra el accidente en la plataforma KS Endeavor, explosión acontecida el 16 de enero de 2012, en un pozo gasífero localizado frente a la costa de Nigeria, la cual ardió durante 46 días.
La aldea de pescadores Koluama, localizada a seis millas de la plataforma K S Endeavor, reportó después de la explosión percibir vapores deletéreos provenientes desde la plataforma, y haber encontrado cientos de delfines muertos en las playas ademas de una ballena. El poeta y activista nigeriano Nnimmo Bassey, director ejecutivo de Amigos de la Tierra indicó que "Si una ballena muere, significa varios miles de especies más pequeñas se han visto afectados ". La Asociación de Jóvenes de Koluama procedió a demandar a Chevron por los daños causados a la comunidad, sin embargo la compañía petrolera ofreció una cifra ridícula de dinero como compensación, rechazada por los habitantes de Koluoma.
La incorporación de Chevron a la exploración y posible explotación de hidrocarburos en Honduras, se convierte en una amenaza para los pueblos Garífuna y Miskito que habitamos a lo largo de la costa norte de Honduras. La ausencia de respeto al derecho a la consulta-consentimiento, previo libre e informado, la violencia generalizada que existe en país, la sistemática compra de supuestos líderes, además de la enorme debilidad en materia de aplicación de justicia; se convierte en el escenario perfecto para incurrir en una destrucción ambiental en el caribe hondureño y en violaciones a los derechos humanos.
Sambo Creek, Atlántida, 21 de enero del 2014
Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH