América Latina

Suramérica, cambio de gobierno chileno e incertidumbres

Alejo Vargas Velásquez

14/03/2014

Opinión

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Esta semana asumió en Chile su segundo mandato la Presidenta Michelle Bachelet con una gran expectativa interna; temas como los de fortalecer la educación pública, la reforma de la Constitución heredada de la dictadura de Pinochet y la equidad social, están en la agenda de los grupos que apoyaron su candidatura, pero igualmente con un entorno regional en cambio. Este año se eligen nuevos Presidentes en Brasil, Costa Rica, Colombia, Panamá, República Dominicana, Bolivia, Uruguay y El Salvador –allí se acaba de elegir en segunda vuelta a Salvador Sánchez Cerén líder del FMLN en una elección muy apretada, lo que ha originado cuestionamientos a la transparencia por parte de su rival del partido ARENA, lo que no es novedoso en Latinoamérica, donde se dio algo similar el año pasado en Venezuela con Henrique Capriles frente al triunfo de Nicolás Maduro, o en México por Manuel López Obrador cuando perdió en elección apretada frente a Felipe Calderón en 2006-.

En Suramérica se ha sentido el vacío del liderazgo brasileño del Presidente Lula da Silva, lo que se ha reflejado en un letargo de organismos como UNASUR o el Consejo de Defensa Suramericano, iniciativas lideradas por la diplomacia brasileña; en el gobierno de la Presidente Dilma Rousseff se ha bajado el perfil de Brasil en estos escenarios y el cambio se ha notado. Esto ha llevado a algunos a decir, probablemente pensando más con el deseo, que en la región comenzaban a delinearse dos grupos con afinidades, el del Atlántico, en el cual el pivote sería Brasil y el MERCOSUR junto con varios de los gobiernos de centro-izquierda y el del Pacifico alrededor de la Alianza del Pacífico. La OEA bastante desdibujada y cuestionada. La CELAC realizó una exitosa cumbre en Cuba, pero no hay que olvidar que este organismo, por ahora, igual que su antecesor el Grupo de Río, es antes que nada un escenario de diálogo político entre los Presidentes de la región. Igualmente hay una situación que preocupa a los países de la región y es la tensión interna que se está viviendo en Venezuela por cuanto la evolución de la misma va a tener repercusiones importantes en toda la región, pero justamente falta un líder, como lo fue el Presidente Lula en la crisis de Bolivia, que pueda llevar a la región a jugar un rol protagónico en contribuir a encontrar soluciones.

En ese contexto la posesión de la Presidenta chilena Bachelet genera expectativa por cuanto es una líder importante y porque aparentemente podría jugar un rol protagónico en el escenario regional. Como lo dijo su canciller, Heraldo Muñoz en un escrito en El País de Madrid, la política exterior chilena será ‘Convergencia en la diversidad’ y la orientación estará en tender lazos con los diversos gobiernos y procesos de integración regionales, lo afirmado a propósito del bloque del Pacífico es significativo de esta prioridad: “Chile valora la Alianza del Pacífico como esquema de integración económica y plataforma comercial de proyección colectiva a la región de Asia Pacífico; pero no compartirá pretensión alguna de concebir dicha Alianza como un bloque ideológico excluyente o antagónico con otros proyectos de integración”. Por el contrario, se afirma que una prioridad será tender lazos de acercamiento con MERCOSUR, en lo cual seguramente encontrará coincidencias con Colombia, a pesar de ser el principal aliado norteamericano en la región.

Es probable que al final del año tengamos un panorama más claro, una vez concluya la seguidilla de elecciones, pero lo que sí es seguro es que Estados Unidos no será, como lo fue en el pasado, un jugador definitivo frente a la región, por cuanto sus prioridades siguen estando en otras regiones del globo –Siria, Afganistán y ahora la crisis de Ucrania-Crimea-.

Los suramericanos deberemos encontrar caminos de superación de las tensiones en la región.

- Alejo Vargas Velásquez, Profesor Universidad Nacional, Colombia.

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