La "subversión" de Cuba y Venezuela
06/01/2004
- Opinión
El gobierno Bush tiene razón en preocuparse con respecto a
lo que Cuba y Venezuela puedan hacer para desestabilizar
aun más la capacidad de influencia de su país en América
Latina. Solo que lo que él llama la "subversión" –
revelando su nostálgica visión de la "guerra fría"- es otra
cosa, más peligrosa que cualquier ayuda económica,
entrenamiento de guerrilleros o propaganda ideológica. Son
cosas para las cuales los ojos miopes del cow-boy tejano
tienen dificultad de ver.
Cuando el continente vive su peor crisis social desde los
años 30 del siglo pasado, como consecuencia de la
aplicación de las políticas que su gobierno y los
organismos internacionales en los que Washington tiene
hegemonía recomendaban como las mejores para América
Latina, el gobierno Bush tiene razón en preocuparse.
Argentina, señalada como el mejor alumno de esas políticas
con Carlos Menem, sufre el peor retroceso de su historia,
del cual solo podrá recuperarse si mantiene un ritmo
continuo de crecimiento por diez años. Menem fue derrotado
por la votación del pueblo argentino.
México fue el aliado privilegiado de Washington, ingresó al
Tratado de Libre Comercio de América del Norte, como
ejemplo de que la integración subordinada consolidada sería
el mejor camino para los países del continente. México
retrocedió todo lo que había andado y mucho más con la
recesión norteamericana y Fox fue derrotado por la
votación del pueblo mexicano en junio de 2003.
Sánchez de Losada fue reelecto en Bolivia teniendo al
embajador de Estados Unidos como su principal asesor
electoral, prometiendo retomar su políticas neoliberales.
Su gobierno no duró un año, fracasó estrepitosamente y el
pueblo boliviano lo derrotó y lo depuso en las calles y
campos del país.
Alejando Toledo en Perú, Jorge Battle en Uruguay, agotan
rápidamente sus gobiernos, quedando a la espera del fin de
sus mandatos y de ser derrotados en las urnas por los
pueblos de sus países.
El gobierno chileno firmó uno de los tratados más
vergonzosos que jamás se hayan suscrito en nuestro
continente con el gobierno de Estados Unidos, un preanuncio
de lo que sería el ALCA y que permite a los capitales
norteamericanos circular por Chile como si estuviesen en
Michigan o California – o, peor, porque algunos estados de
Estados Unidos tienen legislaciones que mínimamente los
protegen de algunos excesos, toda vez que el gobierno de
Ricardo Lagos se entregó atado de pies y manos a los
capitales norteamericanos, renunciando a la soberanía que
aún le quedaba al país.
El ALCA es derrotado dentro y fuera de Estados Unidos, como
reveló la reunión de Miami, con un consenso
generalizadamente contrario a los designios norteamericanos
de abrir de par en par todas las fronteras del continente
para sus capitales.
Mientras tanto, Cuba y Venezuela firman y ponen en práctica
un tipo bien distinto de intercambio, en el que cada país
provee al otro lo que posee: Venezuela da petróleo a Cuba
y a cambio recibe medicamentos, técnicos en alfabetización,
en medicina social, en deportes. Esto convencionalmente se
suele llamar "comercio justo", en el que cada país da lo
que dispone y recibe lo que necesita, independientemente de
los precios del mercado internacional.
Más allá de ese "mal ejemplo", lo dos países privilegian lo
social, destinando el grueso de sus recursos para
universalizar el derecho a la educación, la salud, la
vivienda, el saneamiento básico, la información, la
cultura, al tiempo que otros gobiernos del continente
continúan aplicando las orientaciones del Fondo Monetario
Internacional (FMI) y privilegian el ajuste fiscal.
Son intolerables para Washington los ejemplos dados por
Cuba y Venezuela. Cuando acusa al principal líder
boliviano, Evo Morales, de estar abastecido por Cuba y
Venezuela, en su cabeza mercantilizada, siempre está
presente el argumento de aprovisionamiento de dinero,
cuando se trata, en verdad de aprovisionamiento de modelos
no mercantiles de construcción de sociedades de intercambio
entre los países.
Justas las preocupaciones del gobierno Bush. Que ponga sus
barbas en remojo, porque estos años no son nada propicios
para su ideología belicista y su concepción mercantil de
las relaciones económicas. Cuba y Venezuela son apenas una
punta de un iceberg que resurge como resistencia
latinoamericana a la hegemonía imperial y neoliberal de los
Estados Unidos.
https://www.alainet.org/pt/node/109044
Del mismo autor
- Hay que derrotar políticamente a los militares brasileños 07/04/2022
- China y Trump se fortalecen 04/03/2022
- Pandemia e Ucrânia aceleram decadência da hegemonia norte-americana no mundo 28/02/2022
- Pandemia y Ucrania aceleran la decadencia de la hegemonía norteamericana en el mundo 28/02/2022
- La anti-política generó la fuerza de extrema derecha 22/02/2022
- Las responsabilidades del PT 10/02/2022
- Estados Unidos, más aislado que nunca en América Latina 03/02/2022
- Memoria y olvido en Brasil 27/01/2022
- 2022: tiempos decisivos para Brasil y Colombia 05/01/2022
- Brasil: una historia hecha de pactos de élite 18/12/2021