Jesús de Nazaret: el Cordero rebelde
07/06/2004
- Opinión
"He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del
mundo..." Juan 1:29
En miles de iglesias alrededor del mundo Jesús de Nazaret
es presentado como un personaje que sufre injustamente en
una cruz y que durante su vida predicó la resignación y
la obediencia a los poderosos. Su doctrina se utiliza
para justificar la existencia de ricos y pobres en la
sociedad y desde las iglesias se recomienda no
involucrarse en política.
Esta visión predominante, refleja el secuestro que los
poderosos han hecho a lo largo de los siglos del mensaje
subversivo de Jesús de Nazaret, y ha originado dos
respuestas por parte de los sectores oprimidos: la
primera es de rechazo categórico de una doctrina que
justifica el infierno capitalista en la tierra a cambio
de un paraíso celestial. La mayor parte de marxistas
caminan por esta vereda.
La religión es el opio de los pueblos nos dicen. Y no es
casual, la historia de las revoluciones proletarias y
populares triunfantes del siglo pasado, la rusa, china,
cubana, etc., enfrentaron la oposición de las iglesias.
En el caso de la revolución nicaragüense, la iglesia se
dividió pero un importante sector se colocó al lado de la
reacción. con Monseñor Obando a la cabeza.
En el caso salvadoreño, la derecha ha logrado recuperar
su hegemonía, fuertemente cuestionada en los años
setentas del siglo pasado con la incorporación de
sacerdotes al movimiento revolucionario y el crecimiento
de comunidades eclesiales de base. En marzo de 1980 la
derecha asesina a Monseñor Romero. Hoy el arzobispo Saenz
Lacalle bendice junto con el pastor evangélico Tobi, a un
nuevo presidente de derecha, resultado de elecciones
ilegitimas e ilegales. La iglesia de la mano de los
poderosos.
La segunda respuesta ha sido un esfuerzo -siempre
presente-por recuperar y actualizar el mensaje
revolucionario de Jesús a partir de la lucha de las
comunidades por la justicia y la paz. La Teología de la
Liberación latinoamericana recorre esta senda. Es un
esfuerzo para que la iglesia acompañe las luchas de
liberación de los pueblos oprimidos. En nuestro país, las
figura del padre Rutilio Grande, de Monseñor Romero, de
los jesuitas asesinados por los militares, son
emblemáticas de esta posición.
Jesús es el Cordero rebelde y subversivo
Enfrentamos el desafío de proclamar al Cordero rebelde.
Se trata de arrebatarle la Biblia, que pertenece a los
oprimidos, a la derecha neoliberal que hoy nos presenta
megaiglesias que difunden los valores del individualismo
y la prosperidad, pero que en la práctica se convierten
en retratos del coliseo romano, donde antes miles de
espectadores presenciaban el espectáculo de fieras y
gladiadores.
Los aficionados a estos espectáculos religiosos y sus
organizadores, llamados pastores, observan como los
poderosos devoran a los pueblos en Irak, Afganistán y
Palestina, mientras ellos cantan himnos y aplauden.
Cerrar los ojos ante los que sufren es pecado de lesa
humanidad aunque se haga entonando cánticos y orando
dentro de templos.
Las ideas del proyecto por las que Jesús de Nazaret
entregó la vida y resucitó, fueron distorsionadas en un
largo proceso histórico, que comenzó con el matrimonio de
la iglesia y el imperio en el siglo cuarto de nuestra
era, se expresó en las cruzadas medievales contra los
musulmanes, en la conquista española de nuestros pueblos
indígenas, en el holocausto nazi contra el pueblo judío y
continúa hoy con la aparición y difusión de iglesias
electrónicas al servicio de los poderosos, de la
globalización neoliberal.
Nos corresponde como Comunidades de Fe y Vida, fieles al
legado de Jesús de Nazaret, recuperar la memoria
subversiva y rebelde de este judío universal que se
identificó con los débiles y denunció a los poderosos.
Jesús es el Cordero Pascual que nos libera del pecado de
la opresión. Jesús es el Cordero rebelde y subversivo.
Jesús es el Cordero que denuncia las injusticias de este
mundo globalizado.
Existe una continuidad histórica entre las tradiciones
revolucionarias de las comunidades rebeldes que
desafiaron al faraón de Egipto y que conducidos por
Moisés atravesaron el desierto en búsqueda de la tierra
prometida; con el ministerio de liberación que realizó el
Movimiento Popular de Jesús de Nazaret, por lo cual fue
crucificado por los imperialistas romanos, y con las
luchas que hoy realizan nuestros pueblos latinoamericanos
y caribeños contra el ALCA, contra el Plan Puebla Panamá,
contra los tratados comerciales que hipotecan nuestra
soberanía e independencia, en defensa de la Revolución
Cubana.
Un momento internacional peligroso y lleno de desafíos
Vivimos un momento muy peligroso, los poderosos del
planeta impulsan una estrategia basada en la guerra para
imponer una nueva arquitectura mundial de opresión, que
le permita acumular mayores ganancias para sus empresas
transnacionales. Los bloques imperialistas se están de
nuevo disputando los mercados del mundo. Desean
apoderarse del petróleo y del agua del planeta. Es por
esto que los Estados Unidos y sus aliados atacan
militarmente a los pueblos de Irak y Afganistán y
amenazan a Cuba, a Corea del Norte y a Iran. Incluso en
nuestro país se ha instalado una base militar en Comalapa
para contribuir a este diseño expansionista y participar
en el Plan Colombia.
A la par de estas amenazas, también observamos el
crecimiento de un poderoso movimiento a favor de la paz
mundial, centenares de millones de personas marchan en
toda las capitales del mundo, exigiendo un nuevo orden
mundial, pronunciándose contra la guerra y contra las
fabulosas ganancias de las corporaciones transnacionales.
Se realiza en Mumbai, India, el IV Foro Mundial. En
nuestra convicción de fe, el Espíritu de Dios acompaña a
estas protestas por la vida y contra un sistema
depredador como es el capitalista. Por estas rutas camina
el espíritu de la justicia y la paz.
El Salvador:480 años de lucha de nuestras comunidades en
resistencia
Hace 480 años, el 8 de junio de 1524 en la población de
Acajutla, al occidente de El Salvador, se desarrolló el
primer combate entre nuestras comunidades indígenas al
mando de Atonal y los invasores ibéricos, dirigidos por
Pedro de Alvarado. Nuestras comunidades indígenas
derrotaron a las tropas imperialistas españolas en ese
enfrentamiento, que es simbólico de las luchas que por
casi cinco siglos hemos efectuado como pueblo, como
comunidades en resistencia, para lograr nuestra
liberación. Estas han sido también luchas, en nuestra
visión, acompañadas por el Cordero rebelde. Amén.
San Salvador, 8 de junio de 2004
https://www.alainet.org/pt/node/110098
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