Ante el creciente redoblar de los tamboriles
El controvertido mercado interno
01/08/2004
- Opinión
¿Queda algún otro camino para que se resuelvan problemas básicos
de la economía uruguaya que actuar en la reactivación del
mercado interno? Hay economistas con diversas opiniones, incluso
afiliados al llamado "progresismo" que tienen visiones
distintas, parecidas a las de quienes estiman que el país tiene
futuro siempre que se mejore el perfil exportador aunque, como
se ha demostrado, ese proceso vinculado a productos básicos solo
produzca un crecimiento nominal, sin que sus frutos se trasladan
a la gente. Por lo tanto, no le sirven al país.
El presidente Jorge Batlle y todo su equipo económico son fieles
defensores de ese mecanismo, pese a que esté claramente
demostrado que el aumento de las ventas al exterior de los
rubros básicos de la producción (carne y lana), de poco sirve al
conjunto de los uruguayos que necesitan de otro mecanismo, por
lo menos complementario. Muy distinta sería la cosa si se
exportaran bienes manufacturados, que creciera por ello la
producción industrial, para lo cual se requeriría mayor cantidad
de mano de obra empleada e inversión en la compra de materias
primas. Así crecería el consumo en servicios y combustibles y,
por supuesto, se produciría una distribución más justa de los
ingresos, afirmándose a sí la otra pana que sostiene a la
industria nacional que es la asentada en el mercado interno.
Pero para ello, obviamente, se deben sortear muchos escollos,
entre ellos los que surgen de las deficiencias del sistema
financiero que sigue manejando tasas de interés totalmente
alejadas de la realidad.
La experiencia chilena – para manejar un ejemplo que gusta a
muchos sectores – se basa en la exportación masiva de materias
primas y manufacturas de todo tipo, sirve para dar cuenta de un
proceso ejemplar, en el cual el mercado interno es fundamental
para el sostenimiento de las empresas industriales. No existen
en el país trasandino industrias que trabajen esencialmente para
la exportación. En general, las mismas están fuertemente
asentadas en el mercado interno y, con esa base firme, se han
ido extendiendo al mercado externo con un éxito, calificado de
descollante. Chile es exportador importante en varios rubros e
incluso algunos, como el de frutas, en que demuestra como para
vender en el exigente mercado externo un producto natural, es
necesaria una manipulación previa que da trabajo a miles de
trabajadores.
La contramano uruguaya
En Uruguay, lamentablemente, se ha seguido el camino contrario.
Creció la venta de carne al mercado externo, ingresando muchos
millones de dólares por este proceso, sin que prácticamente
creciera el trabajo nacional, por lo que la redistribución de
esos ingresos es prácticamente nula. ¿Qué otra manera existe
para redistribuir la riqueza que multiplicando el trabajo y
haciendo que los hoy desocupados cambien de condición? Claro,
como bien dice el doctor Tabaré Vázquez, existe en el país una
situación tal que se hace necesaria una política de emergencia
nacional, que sirva para paliar la situación de los casi 700 mil
uruguayos que viven por debajo de la fatídica línea de la
pobreza. De inmediato hay que dar de comer a la gente, abrigo a
quienes viven en el desamparo del "cantegril", bajo chapas y
cartones, o están en situación de calle.
Sin embargo, es sustancial también, para corregir la distorsión
provocada por las políticas económicas aplicadas por los
gobiernos blancos y colorados, intentar corregir esa
marginalidad de manera inmediata, porque el "asistencialismo",
el "hambre cero", es claramente una política de corto plazo y
con defectos que crea, obviamente, situaciones indeseadas.
Veamos lo que ocurre en países vecinos, donde, todavía, no se
pudo cambiar el fondo de la situación pese a lo que, con la
política salarial y los subsidios dados a los sectores
desplazados, se ha logrado también un crecimiento que, todavía,
no ha pasado, como aquí, de ser nominal.
Hay que entender que en países como los nuestros, en los que la
economía se ha contraído de manera abrupta, con abismales caídas
del Producto Bruto Interno (PBI), no existen muchos caminos para
redistribuir la riqueza que obtenga el país que a través del
trabajo, cuya multiplicación los uruguayos podemos impulsar a
través de una paulatina mejoría del mercado interno.
Y, para ello, no existen otros métodos que mejorar la
capacidad de compra de quienes hoy reciben ingresos formales,
aquellos trabajadores que están en relación de dependencia,
jubilados y pensionistas, sino también a esa otra masa
asalariada, con una relación laboral irregular, pero que de
alguna manera todavía no se ha desagregado del resto de la
sociedad.
¿Cómo hacerlo? La respuesta es clara y los caminos no son
muchos. Debemos comprender, por ello, que en estos atisbos de
sonidos de tamboril que se escuchan desde el Edificio Libertad,
golpeteo que se volverá frenético, se expresa en algunas de las
medidas adoptadas como la desaparición del adicional al Impuesto
a las Retribuciones Personales (IRP) y la caída del COFIS para
algunas tarifas. Con ello se logra algo de lo que hablamos en
otra parte de esta nota.
Algunos economistas, luego de sesudos análisis, estimaban
que la segunda disposición, la más reciente, por la cual
desaparece el adicional del IRP, favorece a los sueldos más
altos. Sostienen que ello determinará que el beneficio no se
trasladará de la misma forma al mercado interno que una rebaja
del IVA a los productos de la canasta familiar o una reducción
del IRP que pagan los sueldos menores a los 15 salarios mínimos.
Un olvido, el perfil social
Claro, si el gobierno hubiera adoptado una medida de estas
características y con ese contenido, tendríamos que reconocer un
inteligente perfil social de las mismas, lo que es mucho pedir
para Jorge Batlle y sus boys... Sin embargo, es innegable, que
las resoluciones anunciadas que se aplican a partir del primer
día de este mes – más allá de su discutible perfil -
repercutirán positivamente en una mejoría del conjunto de la
economía, la que se estampará, obviamente, en los próximos
índices.
Claro – como se pregunta el senador Danilo Astori en el
programa Bitácora TV- ¿por qué razón se resolvieron estas
medidas a solo tres meses de las elecciones? La respuesta es
evidente, pues el cambio del perfil de la política económica
indica que el gobierno trata de crear un "veranillo" a fines del
crudo invierno, con el fin de mejorar la performance electoral
del desvaído Partido Colorado, que parece estar viviendo una
crisis terminal.
También, la decisión anunciada por el ministro Alfie en uno
de los almuerzos de la Asociación de Dirigentes de Marketing
(ADM), demuestra una enorme improvisación. Se rebaja el COFIS a
las tarifas publicas, medida que anula en el bolsillo de la
gente parte del aumento de las mismas, que fuera aprobado solo
hace algunos días dentro de los cronogramas firmados con el
Fondo Monetario Internacional. ¿La eliminación del COFIS no
podría haberse resuelto unos días antes para evitarse el
gobierno el desgaste de los incrementos que, obviamente, les
cayeron muy mal a los usuarios de esos servicios?
En resumen: que se haya puesto algo de dinero en los
bolsillos de la gente, por la eliminación del adicional del IRP
y del COFIS a las tarifas públicas, es una medida positiva. Son
alrededor de 150 millones de dólares que comenzarán a movilizar
al mercado interno, sin convertirse obviamente en una panacea,
que mostrará como todas las medidas pro cíclicas que se
aplicaron desde 1998 a la fecha fueron un error garrafal y
sirvieron también para que el país se derrumbara en una de las
mayores crisis de su historia.
Se dirá, que la desaparición de los impuestos a los sueldos
y a las tarifas, son también medidas pro cíclicas, porque se
adoptan cuando la economía esta creciendo. Cuando el país está
mal – se razona – se aumentan los impuestos y cuando se comienza
a mejorar, se reducen y eliminan los mismos, quedando a la
espera de reiniciar un círculo vicioso.
Son otras de las contradicciones de un gobierno, afiliado a un
modelo de "manual", impulsado por el FMI y el Banco Mundial,
absolutamente inviable y que tuvo entre sus ingredientes las dos
características señaladas anteriormente (creer posible el
desarrollo del país por el camino exportador de materias primas
sin industrializar y el desprecio por el mercado interno, motor
incuestionable de progreso y redistribución de la riqueza) que
se expresan por una salida a la crisis por el angosto camino de
las exportaciones de productos primarios, sin importar nunca la
situación de la gente.
Claro, a tres meses de las elecciones, la perspectiva cambió. Le
importa a Batlle recuperar el tiempo perdido, modificar algunas
opiniones con el fin de amortiguar la caída del Partido
Colorado.
Estos tamboriles comenzaron su repique a destiempo. No creemos
que logren su objetivo de alegrar al carnaval electoral.
https://www.alainet.org/pt/node/110306?language=en
Del mismo autor
- Uruguay: vuelven fantasmas del pasado 12/10/2016
- El desafío del calentamiento global 05/11/2012
- La homogeneidad no es democracia 16/09/2012
- ¿Existe todavía el MERCOSUR?: Competitividad vs. Proteccionismo 19/09/2011
- La necesidad de que haya soluciones de izquierda 07/04/2011
- Las razones del “golpe” dividen nuevamente a los uruguayos 21/09/2010
- Clientelismo y burocracia en Naciones Unidas 04/06/2010
- En el fin de otra formula de la explotación capitalista 06/01/2010
- Los problemas son de nosotros y las culpas son ajenas 19/05/2009
- Una crispación uruguaya de espaldas al mundo 02/04/2009