Leer un video (I) - Un islote
19/08/2004
- Opinión
Con la protección de la lluvia, Sombraluz camina en espiral,
dibujando con sus pasos un caracol. ¿Entra? ¿Sale? Saber. Parece
que habla o escribe a quien no está. Veamos...
Se acabó la fiesta. Se van los musiqueros, aunque todavía hay un
poco de bulla. Mañana el día será como es de por sí en este mes:
el sol a ratos, como si se asomara cada tanto, nomás para ver
qué hacemos; y las nubes y la lluvia tapándonos de improviso,
como haciendo "bolita" sobre el mundo. Pero para que el sol
ascienda con su pijama de nubes todavía falta, y falta también
para éstas expriman sus nostalgias y suspiros sobre las sombras
y luces de abajo. Se apaga la fiesta de a poquito, como
relevándose, como si el ruido (el bla bla de la música en el
lodo) diera el "quién vive" y el silencio dijera, callando, "yo
soy". También de a poquito se encienden los grillos. Así que
espera todavía, deja tu cintura en mi brazo un momento más. Mira
el desorden de estrellas dispersas, el cielo lavándose el rostro
moreno de sombra, la luna guiñando luz entre las nubes.
¿Escuchas? Ya sólo el aserrín-aserrán de la noche, alguna gota
de lluvia llegando con evidente retraso a los techos de lámina,
un perro simulando el eco de su ladrido en la complicidad de
otros. Ven, caminemos de nuevo, hagamos de la mirada un
testimonio. Enciende la mente, ve lo que se ve y lo que no se
ve. ¡Atención! Ya aparecen las primeras letras...
Se supone que debería aparecer una pantalla, algo de imagen y
audio, y un control remoto. Se supone, pero no... En lugar de la
pantalla y el control remoto, aparece una cartulina donde se
lee:
EL SISTEMA ZAPATISTA DE TELEVISIÓN 1NTERGALÁCTICA PRESENTA...
¡UN VIDEO MUUUUY ESPECIAAAAL!
Sombraluz cambia de cartulina por otra en la que se lee, ahora
en letras cursivas:
LAUSENCIA DE AUDIO E IMAGEN EN ESTE VIDEO NO ES POR FALTA DE
TECNOLOGÍA, SINO POR LO QUE SE LLAMA "TECNOLOGÍA DE LA
RESISTENCIA.
Mmh, así que un video sin imágenes ni audio... A partir de este
momento, el "video alternativo" será presentado en sucesivas
cartulinas, con letras de diferentes tipos, tamaños y colores.
Acomódese usted, donde pueda y como pueda, y lea...
Érase una vez que se era... un país llamado México.
Probablemente las futuras generaciones de mexicanos ya no lo
sabrán (gracias a una criminal reforma en el sistema educativo
secundario), pero la leyenda cultural fundacional que da origen
a la Nación Mexicana no tiene nada qué ver con el mestizaje.
Tampoco se relaciona con la brutal conquista hispana, ni con las
guerras invasoras, abiertas o embozadas, de los distintos
nombres de la estupidez imperial a lo largo de la historia:
Estados Unidos de Norteamérica, Francia, Inglaterra, Alemania.
Mucho menos se asocia con el necio decreto (cada cambio
gubernamental) del fín de la historia en un nombre: Agustín De
Iturbide, Antonio López De Santa Ana, Maximiliano De Hasburgo,
Carlos Salinas De Gortari (o la nominación que reciba el "me
llamo como me llamo pero me conocen como la culminación de los
tiempos ") . No, el referente histórico, cultural y simbólico de
esta nación, tiene qué ver con lo indígena: sobre un islote, un
águila devora a una serpiente y un nopal le sirve de pedestal.
Esta imagen será escudo, bandera, sinónimo, espejo colectivo, y
ancla cultural de los mexicanos desde el siglo XIX hasta este
amanecer del siglo XXI. Según la leyenda, los mexicas fundan
Tenochtitlán en el lugar donde encuentran esa señal. El dios
Huizilopochtii (también llamado "cielo azul" y representado por
un sol) habría derrotado a Copil. El corazón del vencido es
sembrado y se convierte en nopal. Los mexicas, procedentes de
Aztlán ("El Lugar de las Garzas"), serán conocidos entonces como
"aztecas" y éste nombre será, con el paso del tiempo, sinónimo
de "mexicanos".
Así que hoy, cuando el vigésimo primer siglo tartamudea sus
primeros años, en medio del caos, los símbolos nos recuerdan que
México se funda sobre un islote. Y, sobre un islote, como ha
sido a lo largo de toda su historia como Nación, la mexicana
enfrenta ahora un nuevo intento de destrucción, ahora con la
coartada de la "modernidad". Y, como en toda guerra, el poderoso
ataca primero los dos objetivos principales: la verdad... y el
calendario.
Un rápido repaso por las principales imágenes de la "vida
nacional" presentadas por los medios de comunicación
(particularmente por la televisión) provoca una sensación de
caos, anacronía y sinrazón. El calendario vigente marca la mitad
del año de 2004, pero la programación a ratos parece estar a
mitad del siglo XIX, y a ratos a mitad el año 2006.
LA DIFERENCIA ENTRE IZQUIERDA Y DERECHA ESTÁ EN QUE UNOS SALEN
EN VIDEO Y OTROS NO.
Algunos saldos del asunto "Ahumada": no sólo se corroboraron las
cualidades histriónícas de dirigentes del Partido de la
Revolución Democrática (PRD), su provincialísmo haciendo fila
para subirse al avión privado del corruptor de mayores, su
decadencia artesanal (priístas y panistas se burlaban de las
ligas, las bolsas -las de plástico y las del saco- y el
portafolios, como si no hubieran, dicen, las finanzas
cibernéticas y las cuentas bancarias en las Islas Caimán) y el
método infalible de tapar un escándalo con otro mayor (el
complot - a todas luces cierto- como lavamanos mediático).
A Ahumada debemos también el exhibir a un gobierno, el federal,
prefiriendo el escándalo mediático en lugar de la vía jurídica;
establecer la verdadera estatura política (de enanos) del "dúo
dinámico" (Creel y Derbez); y mostrar la fragilidad del Estado
Mexicano al llevar a su gobierno a una crisis internacional con
el gobierno de Cuba.
Y lo más importante: el caso Ahumada fue sólo un botón de la
larga muestra con la que la clase política destruye el
calendario: el 2006 será el año más largo de la historia, empezó
en Enero del 2004. No fue el afán de justicia o la búsqueda de
la verdad lo que motivó la salida a la luz pública de los
tejemanejes de Carlos Ahumada, "videoasta de vocación"
(Monsivais dixit). El motivo fue golpear la imagen pública de
López Obrador.
Porque si de corruptelas se trata, las exhibidas y ocultadas por
el Partido Revolucionario Institucional (PRI) no se quedarían
atrás en el "ratíng". En el llamado PEMEXGATE abundan las
pruebas jurídicas pero falta el video. En la guerra sucia de
Díaz Ordaz - Echeverría - López Portillo - De la Madrid -
Salinas de Gortari - Zedillo hay evidencias incriminatorias,
pero la justicia prescribió antes del horario triple A. En los
fraudes electorales hay certezas, pero no hay cupo en el
banquillo de los acusados. En la corrupción hecha gobierno hay
seguridades legales, pero no se pueden emplear como slogan
electoral.
Y el Partido Acción Nacional disputa su lugar en la
programación. Lo de Vamos México, la Lotería Nacional y el
desvío de fondos públicos a Provida, fueron, nos aclaran
presurosos, un problema de relaciones públicas y "mala prensa".
Muy a su pesar, los tres principales partidos políticos de
México se disputan el protagonismo en el escándalo, con la misma
enjundia con que antes se disputaban los votos. Parece que nadie
hace el favor de informarles, pero la crisis del Estado Mexicano
es también, y sobre todo, la crisis de la clase política. Si el
período electoral del 2006 se adelantó al 2004 no es por
urgencias nacionales, es porque el verbo "madrugar" se conjuga
no sólo en desmañanadas conferencias de prensa.
LA DIFERENCIA ENTRE EL PASADO Y EL FUTURO ESTÁ EN QUE EL PRIMERO
YA FUE AL CONFESIONARIO.
Sí la lucha por el Poder en veces nos pone años adelante, la
derecha realmente existente hace su tarea y nos ubica décadas y
siglos atrás.
Campeona de la doble moral, la derecha pretende imponer a la
sociedad mexicana un sistema de valores basado en el sectarismo
en lugar de la inclusión, en la filosofía de telenovela en lugar
del conocimiento científico, en la intolerancia en lugar del
respeto a lo diferente, en el racismo en lugar de los valores
humanos, en la limosna en lugar de la justjicia, en el closet en
lugar de la libertad manifiesta, en la hipocresía en lugar de la
honestidad. En suma: la edad media, pero con Internet y
televisión de alta definición
Si alguien piensa que la derecha sólo tiene como ámbito de
quehacer el cultural, y que ahí no ha hecho sino cosechar
derrotas (cualquier evento o acto que sea vetado por la derecha
confesional tiene el éxito asegurado), o que sólo se encuentra
en el PAN y en las jerarquías retrógradas de la Iglesia
Católica, no deja de ser ingenuo... e irresponsable.
De Los Legionarios de Cristo al Yunque, pasando por el Opus Dei
Pro Vida, la derecha no se conforma con conquistar "mentes y
corazones". Conquista espacios de poder, recluta y adiestra
grupos paramilitares, y dirige (a veces con cinismo y a veces
deforma encubierta) sectores políticos, empresariales,
mediáticos y sociales.
En suma, la derecha crece, se reproduce y no muere.
Y no sólo. La derecha revive, con la complicidad de ese
oportunista ilustrado que es el rector de la UNAM (y
precandidato a la presidencia de la república), Juan Ramón De la
Fuente, los grupos porriles universitarios.
En el reciente asesinato del joven estudiante de la UNAM, Noel
Pavel González González, la mano ensangrentada del grupo
derechista "Yunque " sólo se esconde por la complicidad de la
Procuraduría de Justicia del Distrito Federal (de filiación
perredista y supuestamente de izquierda), que, además de salir
todos los días en radio, televisión y periódicos, reparte
"suicidios" como si fueran boletines de prensa.
Junto a Pavel y su familia, esperan también Digna Ochoa y sus
cercanos. Con amargura enfrentan lo que muchos callan: la
alquimia que presenta mentiras como verdades jurídicas.
Viendo las acciones de los gobernantes, uno puede ver que si
antes la lucha entre los partidos era por "el centro ", ahora se
disputan la derecha sin recato alguno.
Claro que, además de las tendencias a la corrupción y al
autoritarismo, los políticos comparten otra cosa: el culto a los
medios.
LA DIFERENCIA ENTRE DEMOCRACIA YRATINGESTÁEN... EN... EN... ¿HAY
DIFERENCIA?
Los cambios políticos en el México de finales del siglo XX e
inicios del siglo XXI se pueden apreciar en la relación entre
gobierno y medios de comunicación. Si en la época "dorada" del
priismo (la "pre modernidad", dicen algunos) el entonces partido
único gobernaba, además, A los medios, la "modernidad" trajo
algunos cambios y fue preciso gobernar CON los medios. En poco
tiempo, la importancia de la comunicación creció y el poder
político pasó a ser gobernado POR los medios. Y ahora, con la
"post modernidad", los medios SON quienes gobiernan, y los
políticos son sólo el elenco que se sujeta no sólo a las reglas
del espectáculo, también a los temas que les son marcados por la
televisión, la radio y la prensa escrita (en ese orden y en ese
horario).
Una 'obviedad: la agenda nacional (qué es lo importante y lo
urgente en la Nación, cómo se debe exponer, cómo se debe
resolver, con qué método, con cual jerarquía y en qué tiempo, en
fin, la agenda de los principales problemas nacionales), ya no
se decide en los círculos exclusivos de la clase política (que
es dónde se hacia), ni mucho menos abajo, en la población (que
es donde no se ha hecho y debería hacerse), sino en las
direcciones de las grandes empresas de comunicación.
Si antes la prensa televisada, radial y escrita se hallaba
mayoritariamente sujeta a los grilletes de un sistema político
autoritario, ahora, por las luchas sociales y por mérito propio
del gremio periodístico, existe una libertad relativa (atacada
de tal forma que la de periodista debería ser calificada ya como
una profesión "de alto riesgo") para abordar temas que antes ni
pensarlo, y para hacerlo con creatividad, ingenio, espíritu
critico y profundidad (aunque no es frecuente). Porque hay que
saludar al periodismo comprometido (que lo hay) que no duda en
enfrentarse al poder al dar una noticia, hacer un reportaje o
elaborar una crónica.
Sin embargo este periodismo comprometido, al elevar su
importancia y su autoridad moral, atrajo la mirada del Poder.
Con cortejos más o menos sofisticados, los politices buscaron
cautivarlo. Pero, a diferencia de los políticos, los periodistas
no son tontos, y pronto se dieron cuenta de que los políticos no
tenían ni idea de lo que pasaba en realidad. Hubo así quienes se
mantuvieron y se mantienen frente al poder, y otros que se
pusieron y se ponen en el poder. Son estos últimos los que se
autoerigen en "voceros de la sociedad",
La "opinión pública" es el disfraz con que algunos los medios de
comunicación presentan sus criterios particulares y de grupo
como si fueran de toda la población. Paulatinamente, los
noticieros y las "mesas de comentaristas " han ido supliendo a
la democracia (gobierno del pueblo, para el pueblo y por el
pueblo), incluyendo la electoral. Pronto los puestos de elección
popular se decidirán por llamadas del auditorio y no por votos
(en lugar de la torta, el refresco y la gorra o la camiseta del
acarreo premodemo, se imprimirá ¡ 40 veces! su boleto para
participar en la rifa de una visita guiada al circo de San
Lázaro).
No se trata de un acto perverso, buen número de periodistas,
columnistas políticos y comentaristas son gente honesta, con
visión crítica y preocupada de veras por los problemas sociales.
Por algo se ganan el respeto de televidentes, radioescuchas y
lectores. Pero los hay que ni periodistas son, y su visión es la
de un grupo pequeño, en situación privilegiada, y que ve el
problema desde fuera... y desde arriba.
En una situación donde el gobierno no gobierna, la importancia
creciente del periodista lo pone a caminar en la delgada línea
que separa la ética del cinismo. Frente al espejo cada quien
sabe quien es quien.
El papel trascendente del periodismo ha sido "secuestrado" por
los monopolios mediáticos. El "rating" de los medios, conseguido
por sus periodistas y no por los anunciantes, es puesto al
servicio del "marketíng" político, marcadamente en períodos
electorales (y ahora todo el calendario es electoral, hasta
cuando no hay elecciones). Así la imagen publicitaria suple a
los principios y programas políticos, se convierte en lo más
relavante y, no pocas veces, "jala" al partido político
completo, el cual se "viste" con la del "más popular" (lo hizo
el PAN con Fox, lo hace el PRD con López Obrador, y el PRI... ..
el PRI... bueno, ya encontrarán a alguno).
Resumiendo: la diferencia entre la "pre modernidad" y la "post
modernidad" está en que en la primera los políticos tenían quien
les hacía los discursos, y en la segunda tienen quien les hace
los spots publicitarios.
Sin embargo, el abrazo de los medios y la clase política puede
ser mortal... para los medios. Embriagados por la interlocución
privilegiada que tienen con el poder político, los periodistas
lo toman como destinatario único y olvidan su quehacer social.
No tardará el tiempo en que los noticieros sólo sean vistos,
escuchados o leídos por otros periodistas (lamento informarles
que los políticos no ven, ni leen ni escuchan las noticias,
tienen un encargado o encargada que les hace un resumen). Como
los políticos prescinden de los gobernados, los medios
prescindirán del auditorio. Y unos y otros se felicitarán y,
viéndose en el espejo del otro, se dirán "¡Qué importantes
somos!".
LA DIFERENCIA ENTRE UN MEDIO DE COMUNICACIÓN PROGRESISTA Y UNO
FASCISTA ESTÁ EN CÓMO HABLAN DE YO, MI, ME, CONMIGO...
La Marcha contra la Delincuencia, llamada por muchos "histórica"
(aunque sólo retuvo unos días el honor, porque la renuncia de
Durazo la mandó, como decimos nosotros los periodistas, "a
interiores"), provocó un especie de debate (en realidad fue un
intenso intercambio de calificativos) sobre el papel de los
medios de comunicación.
Después de amenazar con la insurrección popular por el a todas
luces injusto, arbitrario e ilegal proceso de desafuero en
contra de López Obrador, el PRD y sectores afines se llamaron a
la indignación por la convocatoria a la llamada "Marcha del
Silencio ". Y más cuando la movilización fue en éxito en lo que
se refiere a participación... de la clase acomodada. Tanto
tiempo cortejando a ese sector (Guiliani, los "segundos pisos",
el Centro Histórico de la Ciudad de México, el auge urbanístico
en Santa Fe, el "Houston" del occidente del DF) y resulta que el
muy ingrato, se moviliza para protestar por la inseguridad.
La marcha se realiza y la derecha, siempre alerta para
capitalizar lo que la izquierda abandona, se monta en ella
(infructuosamente, como se vio después). Los medios de
comunicación se suman. De hecho, la inmensa mayoría de los
asistentes acuden convocados por la televisión, la radio y la
prensa escrita. Hay medios que lo hacen porque entienden que es
un "tour de forcé" contra López Obrador y quieren "domarlo", y
hay otros que lo hacen simplemente por coherencia, y toman como
destinatario a los gobiernos federales, estatales y municipales.
Buena parte de los asistentes pertenecía a los sectores
pudientes de la sociedad mexicana (las calles aledañas a Reforma
y en el Centro Histórico llenas de autos con choferes y
guardaespaldas aburriéndose en la espera, decenas de autobuses
de escuelas particulares estacionados, restaurantes de lujo
repletos antes, durante y después de la marcha; como me díjo
alguien: "era como un centro comercial, pero a lo bestia").
Claro que también hubo esa tradición muy mexicana que se llama
acarreo y "pase de lista" (las grandes tiendas departamentales
de los centros comerciales "exhortaron" a sus empleados a que
asistieran). Pero en cuanto a demandas distó mucho de ser una
movilización de derecha. No se movilizaron en contra de
expropiaciones a empresas privadas, o en contra de impuestos a
artículos de lujo, o en contra de leyes que obligaran a las
empresas a pagar salarios justos, o en contra del apoyo con
petróleo al gobierno de Cuba, para tumbar a un gobierno
"rojiÍlo". Se manifestaron porque padecen la criminalidad. No
era precisamente el populacho pero ¿entonces qué?, ¿que los
asalten, secuestren y que los maten por bonitos (as)?
Durante años el PRD le ha temido a las calles. Toda movilización
que no fuera de apoyo a su partido o a sus dirigentes era vista
con recelo. La satanización del movimiento estudiantil de la
UNAM en 1999 (porque no lo dirigía), y años y años desmantelando
organizaciones sociales, y resulta que la calle la toman esos a
quienes tanto se ha tratado de halagar: los que tienen y pueden.
Por su lado, los medios fueron los primeros sorprendidos por el
éxito de la marcha. Televisa sólo atinó a hacer una mesa redonda
con el tema "¿Y después de la marcha qué?", y a pedirle a los
tres cochinitos (Fernández de Cevallos, Jackson y Ortega) que se
comprometieran a hacer acuerdos para resolver el problema de la
inseguridad, ¡A estas alturas del partido esperar algo de esas
personas! Es como creer en ovnis...
No son pocas las veces que los medios han confrontado al
gobierno de la Ciudad de México. La difusión de los videos del
caso Ahumada y los reportajes sobre el tema de la inseguridad
son algunos ejemplos. La Marcha del Silencio sirvió para
exacerbar los ánimos. De ahí a calificar a algunos medios,
particularmente a Televisa, como "la mano negra del fascismo "
había sólo un paso ...yse dio de inmediato.
Sin embargo, una lectura atenta de algunos medios sirve para
dimensionar: "Crónica", el periódico "preferido" de López
Obrador, tiene cuando menos dos sexenios insistiendo en lo que
ahora demanda el PRD: que no se litigue en los medios de
comunicación sino en los tribunales. "Reforma", otro diario muy
"apreciado" por AMLO, ha documentado la corrupción de todo el
espectro político, no sólo del PRD. "El Universal" mantiene una
planta digna de reporteros y comentaristas. "La Jornada" no
abandona su compromiso popular (que ya va para 20 años) y es el
medio más consultado por la audiencia cibernética. Televisa, en
los días siguientes a la marcha, en sus noticieros siguió y
abundó en las denuncias de López Obrador en contra de las ventas
de Banamex y Bancomer. Semanas después reporteros de Televisa
investigaron la desviación de recursos, destinados originalmente
al combate contra el SIDA, a la organización derechista
"Provida", y documentaron la práctica de abortos clandestinos en
clínicas de esa organización que, supuestamente, es antiaborto.
Y hay más casos que espacio.
En otro extremo. Televisa hizo una cobertura chabacana y cursi
de la boda de la periodista Leticia con un miembro de la realeza
hispana (perdón, no recuerdo el nombre, tal vez en la
letrina...), con medios que no dedicó a los atentados del 11 de
marzo. O se hizo eco del cuento engañabobos de los "ovnis",
supuestamente avistados por la Fuerza Aérea Mexicana. Además en
uno de sus especiales dedicado a los franeleros, encabezó esa
moda peligrosa que es la criminalización de la pobreza. Ahí se
presentaron a los franeleros, limpiaparabrisas, y vendedores de
crucero, como si la mayoría o todos fueran secuestradores y
asaltantes. Claro que, como acuse de recibo, el señor Ebrard
(que, sí no me equivoco, es jefe de la policía de la "Ciudad de
la Esperanza") dedica ahora sus esfuerzos a perseguir y
penalizar la pobreza. Se pasa entonces de combatir la
delincuencia a combatir a los pobres... y otra vez para halagar
a un sector.
Asi que parece que ni una cosa ni otra. Ni Televisa, y otros
medios electrónicos e impresos, son la avanzada del fascismo en
México, como denuncia el PRD, Ni tampoco Televisa y otros medios
electrónicos e impresos, son la "vanguardia de la
democratización" mediática y social, como se autodenominan
locutores, comentaristas y editorialistas. De la misma forma, el
gobierno de López Obrador se debate entre al apoyo a los que
menos tienen, programas sociales e iniciativas culturales
elogiables, por un lado, y, por el otro, el autoritarismo y la
persecución a la pobreza con operativos policíacos cuyas
imágenes remiten a las de Irak ocupado por las tropas inglesas y
norteamericanas.
No, unos y otros se están acomodando, definiéndose.
No sólo en machacar en que pobreza es sinónimo de delincuencia,
es donde se encuentran medios y políticos. Día a día se suceden
escándalos políticos y financieros que no tienen ninguna sanción
penal, y todo se reduce a una condena moral. Ya no se discute si
algo estuvo mal hecho moralmenle, sino si es ilegal o no. El
sistema jurídico mexicano, junio con todo el Estado, se haya
inmerso en un lago de podredumbre donde se avalan, con leyes y
jueces, crímenes de lesa humanidad. Desapariciones forzadas y
represión (como las protagonizadas, entre otros, por
Echeverría), fraudes (como los de la latería Nacional), desvíos
de recursos (como los del PAN a Próvida), robos disfrazados de
acuerdos legislativos (como el perpetrado contra los
trabajadores del Seguro Social), y lo que se acumule en la
programación de hoy, todo se permite por el "imperio de la ley",
pero se cultiva, con irresponsabilidad, el rencor social.
Mientras todo esto ocurre, detrás de la agenda mediática se
avanza en otra agenda, la de la destrucción del Estado
Mexicano...
¿UNA PROGRAMACIÓN DIFERENTE?
Fuera de esta programación hay individuos, colectivos, grupos,
pueblos que entienden que detrás de esa supuesta "agenda
nacional" está otra, la real, que consiste, grosso modo, en la
destrucción de México como Nación. Ellos y ellas saben que el
desmantelamiento frenético e implacable del Estado Nacional,
conducido por una clase política falta de oficio y de vergüenza
(y acompañada en no pocos casos por algunos medios de
comunicación y por el sistema jurídico en pleno), llevará a un
caos y a una pesadilla que ni en la programación estelar de
terror y suspenso podrían igualar.
Como si naufragara en el mar neoliberal, la Nación Mexicana se
hunde cada vez más, y se parece cada día menos a sí misma y más
a nada. El país cuya historia fundacional se remite a un islote
en medio de una laguna, se ahoga en aguas que no son suyas.
Pero hay mexicanos y mexicanas que resisten. No sin
dificultades, con los tropiezos y sinsabores que da el deber,
van construyendo pequeños espacios, islotes encima de los cuales
se sueña, se lucha, se trabaja. Islotes donde, mañana, México
será México, tal vez un poco mejor, tal vez un poco más bueno,
pero México.
De uno de estos islotes de resistencia, no el mejor ni el único,
de la autonomía en las comunidades indígenas zapatistas habremos
de hablar. Hablaremos de los caracoles y las Juntas de Buen
Gobierno, de nuestras fallas, errores y de lo alcanzado, sin más
imagen que la mirada que acoja nuestra palabra, y sin más audio
que el que nos otorguen el oído y el corazón de quienes, sin
estar acá. son con nosotros...
(Continuará...)
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Suocomandante Insurgente Marcos.
México, Agosto del 2004 20 y 10.
https://www.alainet.org/pt/node/110392
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