El ex ministro de Economía del Ecuador, Rafael Correa, afirmó en Buenos Aires que la deuda externa ilegítima “se definirá con la gente de buena voluntad del primer mundo que está cada vez más organizada para reclamarle a sus gobiernos que cambien”. El dirigente ecuatoriano propuso “ponerle indignación y transformar en acción” los reclamos por la cancelación de la deuda externa ilegal y sugirió crear un “Tribunal Internacional de Deuda”. La deuda externa ilegítima es, según explicó, “la que va contra la ley” y se toma a escondidas de los ciudadanos o va en contra del interés público. Rafael Correa, 42, Doctor en Economía, participó en Buenos Aires de la Consulta Internacional sobre Deuda Externa Ilegal cuyas deliberaciones tuvieron lugar aquí entre el 20 y el 23 de septiembre, junto a colegas, políticos, teólogos y legisladores europeos y latinoamericanos convocados por la Federación Luterana Mundial (FLM), con sede en Ginebra, Suiza, y 66 millones de fieles en 140 iglesias nacionales por todo el mundo. Correa enfrentó al Banco Mundial (BM) a costa de su puesto, al que renunció por desacuerdos con el presidente Alfredo Palacio en agosto último. Su experiencia como ministro se prolongó por 106 días. Había asumido el cargo luego de la caída del ex presidente Lucio Gutiérrez y renunció el 4 de agosto, cuando salió a respaldar al presidente de la estatal PetroEcuador quien había rescindido un contrato a una petrolera extranjera. Consultado sobre la condonación parcial de deuda de países pobres de Africa y América latina como Haití y Bolivia, expresó que “hay un error metodológico”, porque se beneficia a los “países pobres y no a los pobres de los países”. Al respecto señaló que “en Ecuador hay gente más pobre que en Haití”, pero que también hay otras personas que son más ricos que millonarios europeos. Admitió como “muy difícil” que las organizaciones del tercer mundo tengan la “fuerza para lograr un orden más justo”, sin el aporte de ciudadanos y ONG’s de Europa y Estados Unidos. Propuso crear un “Tribunal Internacional de Deuda, un tercero imparcial”, que determine qué parte de la deuda es ilegítima y cuánto y cómo pueden pagar los países pero “no con un criterio financiero sino de (sic) sostenibilidad”. “Hay que pagar pero que no se comprometan las metas del milenio”, sostuvo, al tiempo que lamentó que “no existe la arquitectura financiera internacional” imparcial para definir la ilegalidad de la deuda, beneficio que sí gozan los ciudadanos de los países del primer mundo a nivel personal con la denominada “Ley de Bancarrota” por la cual un juez decide cuánto debe pagar un deudor sin afectar los derechos básicos para vivir. Insistió con la “integración regional” para lograr la “refinanciación de la deuda legítima en plazos adecuados sin comprometer el crecimiento”. Indicó que “el BID y el BM “quieren cobrar 800 millones por un lado y me dan 350 por otro en lugar de refinanciar” y agregó que “Si en América latina juntamos las reservas tendríamos capacidad de autofinanciarnos y eso es una forma de liberación nacional”. La consulta, denominada “Deuda Externa Ilegítima. De la Denuncia Profética a la Incidencia Política y Jurídica”, se realizó en el Instituto Universitario ISEDET, en Camacúa 282, ciudad de Buenos Aires, con la participación de líderes de organizaciones eclesiales y ecuménicas, teólogos, y dirigentes de ONGs que reclaman la cancelación de la deuda externa ilegítima. Las acciones conjuntas que analizaron estarán dirigidas a las áreas de la economía, las políticas públicas, la judicialización de la deuda a nivel nacional e internacional y el impulso de un pedido de opinión consultiva ante un tribunal internacional. El “Programa de Incidencia sobre Deuda Externa Ilegítima”, que depende de la Oficina para América latina de la FLM, es la organizadora de la consulta. Este programa tiene por objetivos la concientización y capacitación a nivel de las bases, la investigación y la promoción de la aceptación del concepto de deuda ilegítima u odiosa en todas las instancias involucradas en el tema de la deuda externa.