En la historia son famosas las alianzas históricas entre países y continentes que se sienten unidos por las mismas ideas, ideales y objetivos. En Europa siempre ha existido una alianza histórica entre Francia y Polonia, por ejemplo. O entre los países escandinavos en relación al resto de Europa. También Italia buscó una alianza estratégica con Alemania y Japón durante la segunda guerra mundial. España finalmente lo hizo con la Comunidad Europea. Pero los que se han llevado la flor en este tipo de alianzas han sido los ingleses con sus ex -colonias como EE.UU., Australia, Canadá, Sudáfrica e inclusive India. Inglaterra durante los siglos XIX y XX sedujo también a las oligarquías de todo el tercer mundo, comenzando por la chilena. Ese fue el famoso mundo del llamado commonwelt que practicaba el comercio libre entre ellos bajo la batuta de la reina y del llamado Reino Unido. Pero que es imperialista con los débiles pueblos del tercer mundo como lo fue con Bolivia y Paraguay. También socialistas de Europa del este construyeron el CAME o comercio de ayuda mutua entre todos los llamados países socialistas hasta 1989. China de por sí fue y es una grandiosa alianza interna. Lo mismo India e Indonesia. Todos avanzaron pero no consolidaron un sistema mundial por diversas causas. Los imperialistas por imperialistas y los llamados socialistas por burócratas. La globalización actual no es justa con el 70% de la humanidad y sus índices de miseria así lo indican En América Latina se están formando unidades que aspiran a la solidez como el MERCOSUR, CAN y otras. Pero por debajo subyacen las identidades más profundas como la relación entre Bolivia y Venezuela construida por Bolívar hace ya 180 años. ¿Cuál es fondo de esta alianza que ahora con emergencia notable de Venezuela Bolivariana y liderazgo enérgico de su presidente tiende a profundizarse en relación a América Latina y concretamente con Bolivia?. La idea es pues construir nuevas sociedades modernas, socialmente justas y desarrolladas industrial, tecnológica y científicamente. Es lo que se ha dado en denominar construcción del socialismo siglo XXI, que también abarca e interesa a toda América Latina, África y Asia, pero que no excluye a Europa y Norteamérica. Es primera vez que se habla en el siglo XXI de un sistema mundial de países iguales desde que lo hiciera Carlos Marx. Y esa es justamente la esencia filosófica de la unión entre Venezuela Bolivariana con los bolivianos y el actual gobierno. Es esta diferencia de amplitud que abarca a todo el mundo y humanidad lo que diferencia a la obra rediviva de Simón Bolívar en esta etapa de la historia y al engranaje esencial de este proyecto mundial que es Venezuela y Bolivia. El liderazgo venezolano está maduro en gran medida en la comprensión de esta obra de alcance total y mundial pero en Bolivia la comprensión es todavía parcial, excepto en la intuición de las masas pobres que olfatean que en este proyecto está la base para hacer de Bolivia un país desarrollado, justo y moderno. No solamente para los bolivianos sino también para todos los países del mundo. El liderazgo en este sentido es parcial en las fuerzas de la izquierda en Bolivia y del mismo gobierno, excepto del presidente que llegó a mencionar a la humanidad. Por eso hace falta explicar en mayor detalle la obra del Libertador Simón Bolívar y su objetivo actual y trascendente donde Bolívar supo poner acción oportuna en su momento como con la liberación de los esclavos y el congreso anfictiónico de Panamá en 1826. No es simple casualidad que Bolívar haya estado en Potosí, Oruro y Chuquisaca. No es casual que Bolívar haya escrito una constitución social para la nueva Bolivia. En el fondo de sus planes Bolívar estaba poniendo las bases para que Bolivia y los bolivianos algún día nos diéramos cuenta de nuestra función en la historia y de las aspiraciones de una gran estrategia social, filosófica y política, es decir el plan de Bolívar de construir un sistema mundial basado en justicia plena, libertad, honestidad y modernidad humana, científica y tecnológica. En estos ámbitos no existe límites a la inteligencia humana y social. La Bolivia despreciada por el sistema capitalista mundial está en condiciones ahora con el actual gobierno de aspirar a un liderazgo mundial, así como ya lo desempeña Cuba y la misma Venezuela Bolivariana. El liderazgo viene por propio peso y trascendencia, es decir por los objetivos que se tiene y se defiende. Si los objetivos son eliminar el atraso cultural y miseria del mundo pobre, entonces es algo que interesa al 70% de la humanidad. Si el objetivo es la integración económica y social, igualmente interesa a todos. Para este objetivo se necesita inventar nuevos sistemas económicos y sociales que en conjunto serían la base para construir nuevas sociedades sociales y justas. Los núcleos endógenos de desarrollo, las comunidades indígenas en acción, el desarrollo rural integrado, la producción de alimentos en base a la biotecnología, ahorro de insumos, investigación de semillas y genética, productividad y nuevas fuentes de energía, comercio entre iguales y con medidas alternativas como trueque e intercambio de productos y servicios. Son elementos que harían andar el nuevo carro de la integración mundial entre países pobres y en desarrollo y otros que ya no lo son tanto. Bolivia con la firma del TCP o tratado de comercio de los pueblos ha dado un paso adelante significativo que debe continuar con la creación de polos de desarrollo integrales en cada provincia y en cada cantón. La revolución industrial, energética y tecnológica en cada municipio productivo y descentralizado debe ser una realidad con la puesta en marcha de parques industriales y científicos. El aporte de técnicos y científicos de Venezuela y Cuba podrá ser de vital importancia para elevar el nivel científico, tecnológico y de investigación de la Bolivia profunda. La Constituyente debe analizar estos planteamientos y darles forma. Se trata de un programa mucho más allá del planteado por el gobierno actual en su campaña, precisamente porque el triunfo electoral fue del pueblo bolivariano y no solamente de algunos sectores o etnias. Será en el camino de la liberación cultural, económica y social donde la Patria deba encontrar y formar los líderes de esta etapa. Así como en su momento se formaron los líderes de Cuba y Venezuela Bolivariana. En todo caso el proceso en América Latina acaba de comenzar y se constituye en un desafío permanente. El futuro es para todos y de optimismo y ya no de pesimismo y opresión.