La población indígena guatemalteca ante un Estado racista
12/09/2006
- Opinión
Ante la visita del excelentísimo presidente de Bolivia, señor Evo Morales, es importante reflexionar acerca de la problemática que sufre la población indígena guatemalteca.
El racismo en Guatemala se ha venido configurando a nuevas modalidades que mantienen a la población indígena guatemalteca en estados de miseria, hambre y exclusión. La nueva modalidad del racismo implica el presunto abordaje de estos problemas, pero sin la fortaleza e interés real por buscar las causas que las originan. Este nuevo racismo explota el folclor y enaltece liderazgos para suprimirlos y mantenerlos bajo su dominio.
A pesar que el Acuerdo de Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas, AIDPI, marca una línea de trabajo para abordar las problemáticas de esta población, se evidencia que los indicadores de desarrollo se mantienen estancados y en algunos casos se han profundizado.
El 50.1% de la población indígena es pobre y el 27.2% es extremadamente pobre; más del 70% de los niños indígenas padecen desnutrición crónica; mientras que la mujer indígena en el campo sufre un analfabetismo del 69% y apenas alcanza el primer año de escolaridad. Esta situación ha prevalecido durante décadas y la década de la paz se constituye en otra década perdida para los pueblos indígenas guatemaltecos.
Es fundamental abordar la integralidad del AIDPI especialmente cuando el cumplimiento del mismo se caracteriza por tímidas políticas y limitadas acciones para erradicar la discriminación; insuficiente presupuesto; dificultades para concretar el acceso a la justicia estatal; falta de agilización en la implementación de la reforma educativa; la no aprobación de leyes referentes a la educación bilingüe; la tipificación del acoso sexual; el reconocimiento y utilización del traje y el idioma; la asignación de frecuencias de radio y certeza jurídica y recuperación de tierras comunales y de pueblos indígenas; ausencia de políticas públicas que garanticen el acceso a los servicios de educación, salud y vivienda a los indígenas; entre otros aspectos no menos importantes.
Hacemos un llamado a toda la población guatemalteca para que abordemos juntos la problemática del racismo, por la construcción de una nación multiétnica, pluricultural y multilingüe.
¡Tierra, Tortilla y Trabajo!
¡Hambre y Pobreza al Carajo!
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