Consejo Suramericano de Defensa
29/04/2008
- Opinión
El ministro de Defensa brasilero Nelson Jobim estuvo en Bogotá dentro de una gira por la región con miras a promover la propuesta del Consejo Suramericano de Defensa. Esta es una iniciativa del Presidente Lula de Brasil formulada a comienzos de Marzo del presente año; Lula afirmó lo siguiente: "Brasil necesita proponer aquÍ en el continente la creación de un Consejo de Defensa Suramericano y que Brasil esté en el Consejo de Seguridad (de la ONU) en nombre de ese Consejo (Suramericano), en nombre del continente". Como se sabe uno de los ejes estratégicos de la política exterior brasileña, desde hace varios años es impulsar una reforma del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y lograr que Brasil, junto con otras potencias de nivel medio –Alemania, India, Sudáfrica, Japón- puedan ser parte de los miembros permanentes de este organismo, dentro de una política democratizadora que refleje la actual realidad internacional.
Pero hay que resaltar que la propuesta del Consejo Suramericano de Defensa se sitúa dentro de iniciativas ya propuestas de avanzar en procesos de integración en el campo de la seguridad y la defensa. Inicialmente se propuso la idea de crear unas Fuerzas Armadas Suramericanas, iniciativa poco viable por ahora. Desde Venezuela se propuso crear unas Fuerzas Armadas del ALBA, lo cual no deja de ser una iniciativa con cariz propagandístico pero sin viabilidad, porque cualquier propuesta de integración en el campo de la seguridad debe partir de reconocer el carácter profesional de las Fuerzas Armadas en los distintos países.
La Agencia Brasil señaló sin embargo que "la idea es que el Consejo establezca una política de defensa común en Suramérica y unifique la posición de la región en los foros internacionales", pero el ministro Jobim declaró que "el Consejo es una concepción política, necesitamos formatearlo y no tendrá decisiones obligatorias como en los organismos multinacionales" y añade "el Consejo es una atribución para una coordinación de las actividades de cada país"; si bien no le agrada que se hable de una ‘OTAN del Sur’, pero sí señala que “queremos integrar las cuestiones de defensa en una política sudamericana”.
Se espera presentar la propuesta formalmente a los jefes de Estado, el 23 de mayo, en la Cumbre Extraordinaria de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur), cuando se reúnan en Brasil para avanzar en la conformación del organismo de integración regional. Los promotores de la idea, los brasileros, esperan que a partir de allí se pueda conformar un grupo de trabajo con delegados de los diferentes países que busquen darle forma y concreción al Consejo antes de concluir el presente año y teniendo en consideración los diferentes ámbitos de seguridad con sus particularidades: el amazónico, el andino, el caribe y el del cono sur.
Es interesante destacar que la propia secretaria de Estado norteamericano, Condoleezza Rice, en reciente visita a Brasil planteó que si bien USA no era parte de esta iniciativa la consideraba positiva y que podría ser útil el Consejo de Defensa Sudamericano para prevenir y resolver crisis regionales.
El Consejo podría avanzar a mediano plazo en buscar políticas regionales de seguridad y defensa, estimular más intercambio de personal militar y civil –especialista en el campo-, eventualmente análisis conjuntos de coyuntura internacional y de situaciones regionales.
No hay duda que esta iniciativa del Consejo de Seguridad Suramericano podría contribuir a distensionar las relaciones entre los diferentes países de la región –más allá de las diferencias en sus orientaciones de política-, a promover lo que se conoce como ‘medidas de confianza mutua’ tales como transparencia en los presupuestos militares, elaborar libros blancos de seguridad y defensa que les permitan a todos los países conocer claramente las políticas públicas en este campo y eventualmente participar en misiones de consolidación de la paz
Alejo Vargas Velásquez
Profesor Universidad Nacional
Pero hay que resaltar que la propuesta del Consejo Suramericano de Defensa se sitúa dentro de iniciativas ya propuestas de avanzar en procesos de integración en el campo de la seguridad y la defensa. Inicialmente se propuso la idea de crear unas Fuerzas Armadas Suramericanas, iniciativa poco viable por ahora. Desde Venezuela se propuso crear unas Fuerzas Armadas del ALBA, lo cual no deja de ser una iniciativa con cariz propagandístico pero sin viabilidad, porque cualquier propuesta de integración en el campo de la seguridad debe partir de reconocer el carácter profesional de las Fuerzas Armadas en los distintos países.
La Agencia Brasil señaló sin embargo que "la idea es que el Consejo establezca una política de defensa común en Suramérica y unifique la posición de la región en los foros internacionales", pero el ministro Jobim declaró que "el Consejo es una concepción política, necesitamos formatearlo y no tendrá decisiones obligatorias como en los organismos multinacionales" y añade "el Consejo es una atribución para una coordinación de las actividades de cada país"; si bien no le agrada que se hable de una ‘OTAN del Sur’, pero sí señala que “queremos integrar las cuestiones de defensa en una política sudamericana”.
Se espera presentar la propuesta formalmente a los jefes de Estado, el 23 de mayo, en la Cumbre Extraordinaria de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur), cuando se reúnan en Brasil para avanzar en la conformación del organismo de integración regional. Los promotores de la idea, los brasileros, esperan que a partir de allí se pueda conformar un grupo de trabajo con delegados de los diferentes países que busquen darle forma y concreción al Consejo antes de concluir el presente año y teniendo en consideración los diferentes ámbitos de seguridad con sus particularidades: el amazónico, el andino, el caribe y el del cono sur.
Es interesante destacar que la propia secretaria de Estado norteamericano, Condoleezza Rice, en reciente visita a Brasil planteó que si bien USA no era parte de esta iniciativa la consideraba positiva y que podría ser útil el Consejo de Defensa Sudamericano para prevenir y resolver crisis regionales.
El Consejo podría avanzar a mediano plazo en buscar políticas regionales de seguridad y defensa, estimular más intercambio de personal militar y civil –especialista en el campo-, eventualmente análisis conjuntos de coyuntura internacional y de situaciones regionales.
No hay duda que esta iniciativa del Consejo de Seguridad Suramericano podría contribuir a distensionar las relaciones entre los diferentes países de la región –más allá de las diferencias en sus orientaciones de política-, a promover lo que se conoce como ‘medidas de confianza mutua’ tales como transparencia en los presupuestos militares, elaborar libros blancos de seguridad y defensa que les permitan a todos los países conocer claramente las políticas públicas en este campo y eventualmente participar en misiones de consolidación de la paz
Alejo Vargas Velásquez
Profesor Universidad Nacional
https://www.alainet.org/pt/node/127264?language=es
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