Repitiendo la historia
- Opinión
El presidente Barak Obama, en una primera gira por los países que privilegia la agenda de Washington, hizo un recorrido que lo llevó desde Londres hasta Beirut, pasando por Francia, Alemania y Turquía. Es difícil proyectar una gira distinta si George Bush siguiera en
Por supuesto, no se trata de incidir en la coincidencia de los factores de gobierno en el país del norte. Aquello es sabido desde hace mucho tiempo. Lo demostró
El tema central es la crisis económica desatada los manejos dolosos de la banca privada que han llevado, en Estados Unidos, a marcar cifras de desempleo por encima de los 20 millones de personas. No cuentan los millones de subempleados y, mucho menos, los otros tantos y tantos que simplemente fueron borrados de las listas porque, para todo efecto práctico, dejaron de ser ciudadanos norteame
Para el poder norteame
Pues bien. Obama se asegura, en el primer tramo de su recorrido, que los más fieles aliados de
Pero, para agregar aliados, no tuvo inconveniente alguno en visitar Ankara y resolver, al desgaire, un viejo tema de genocidio. Con un solo discurso cerró esas viejas heridas y prometió un apoyo decidido para que Turquía ingrese a
La cereza del pastel tan bien elaborado, tenía que ser Irak. Aquel devastado país, aquella sociedad desestructurada, aquel pueblo asesinado, sigue siendo el trofeo que muestra Washington como trofeo de guerra. Porque se trata de una guerra, incluyendo la crisis económica. Una guerra contra los países empobrecidos a quienes buscan doblegar para que paguen la deuda que provocaron sus grandes empresarios.
Pero, ninguna de estas proezas tendrá resultado. Hace más de 140 años, Carlos Marx hizo este boceto del colapso capitalista: “Los dueños del capital estimularán a la clase obrera que compre más y más bienes costosos, casas y tecnología, hasta que su deuda se haga insoportable. La deuda no pagada conducirá a la quiebra de los bancos, los que tendrán que ser nacionalizados y el Estado tomará el camino que eventualmente conducirá al comunismo”.
No se trata de que Barak Obama o sus pares de
Cualquiera fuese el camino inmediato que sigan los dueños del poder económico en el mundo, nosotros, las sociedades de los países empobrecidos, tenemos que buscar nuestro propio camino y decirles, por primera vez, NO a su intención de volcar sobre nuestros recursos, la salvación de su sistema. Esta vez deben resolver sus problemas con sus propios medios, sin contar con nosotros.
- Antonio Peredo Leigue es periodista, senador del Movimiento al Socialismo (MAS) de Bolivia.
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