El otro golpe:

EE.UU. descarrila negociaciones sobre cambio climático

12/10/2009
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
El pasado 11 de octubre en Bangkok, finalizó la reunión auspiciada por las Naciones Unidas sobre cambio climático, en un ambiente de recriminación (1) entre países pobres y ricos, incrementándose la brecha existente en relación a las cuotas de emisiones y el apoyo económico destinado a la mitigación de los efectos del cambio climático en los países más pobres.
 
La ausencia de compromisos por parte de los Estados Unidos en cuanto a sus cuotas de emisiones, han puesto en peligro los acuerdos que puedan salir de la futura reunión de la COP 15 en Copenhague.
 
China en compañía del G77, lideró las acusaciones dirigidas hacia los países ricos, a los que señalaron de sabotear las negociaciones referentes a los acuerdos necesarios para poder lograr frenar el aumento de la temperatura del planeta y su paulatina muerte (2).
 
El malestar de China y de otros 130 países se incrementó ante la revelación efectuada por Carol Browner, asesora en materia de energía de Barack Obama, que ella no esperaba durante este año el Senado de los Estados Unidos aprobara la Ley referente al cambio climático.
 
La Ley Waxman Markey (3), es el nombre común para la Ley de De Energía Limpia y Acta de Seguridad del 2009 (American Clean Energy and Security Act of 2009), la cual logró ser aprobada por la Cámara de Representantes el pasado 26 de junio. No obstante esa pírrica victoria (219-212) los legisladores de ese país se encuentran enfrascados en una guerra interna sobre las reformas en materia de salud, situación que aleja un posible acuerdo en el Senado sobre la discutida Acta de energía Limpia.
 
Los países industrializados han ofrecido recortes del 15 al 23% debajo de los niveles del año 1990 para el año 2020, muy lejos de 25 al 40% exigidos por los científicos y las organizaciones ambientales.
 
Algunos de los países en vías de de desarrollo, incluidos la India, China, México e Indonesia han indicado que están preparados para hacer recortes significativos de sus emisiones. Noruega - quinto exportador mundial de petróleo - es el único país industrializado que ha ofrecido aumentar sus recortes a un 30% para el año 2020.
 
El pasado 22 de septiembre, Barack Obama ante el pleno de las Naciones Unidas pidió que los países en Desarrollo reduzcan las emanaciones de contaminantes. Al mismo tiempo el secretario general de las naciones unidas Ban Ki Moon, señaló que sería moralmente inaceptable un nuevo fracaso para combatir el calentamiento global.
 
La parsimonia de los Estados Unidos en cuanto a asumir compromisos concretos, hace pensar que existe una agenda oculta, la cual aparentemente es el Plan B, que vienen promocionado algunos mercaderes de la ciencia: la geoingeniería como solución al descalabro creado por un siglo de adición a los derivados de los hidrocarburos.
 
El Secretario de Energía de los E.U. Steven Chu ha expresado su apoyo por
soluciones tecnológicas para el cambio climático y mecanismos de geoingeniería. Desde pintar los techos de las casas de las ciudades de color blanco (5), hasta la ionización de los océanos, explosiones artificiales de volcanes y el uso de aerosoles en la estratosfera.
 
El grupo ETC en su reporte denominado "El clima nuevo del Emperador: la geoingeniería como cuento de hadas del siglo XXI"(6), señala como las revistas Nature y Science se han prestado para campañas mediáticas sustentando la legitimidad de la geoingeniería.
 
La corriente predominante dentro de lo países industrializados es invocar los mecanismos de la economía de mercado para confrontar la problemática, que ha sido causada por el mismo capitalismo a partir de la revolución industrial. Entre uno de los ejemplos más patéticos se encuentra los Mecanismos de Desarrollo Limpio, el cual se ilustra por el acceso a estos fondos por de las granjas porcinas Carrol en México, lugar que fue señalada como posible epicentro de la epidemia de gripe porcina( AH1N1) en ese país.
 
 La investigadora Silvia Ribeiro (7) señala que "Una forma de este perverso mercado es el llamado “Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL)”, que existe dentro de la Convención de Cambio Climático, el cual se basa en compensar a las empresas por “evitar” la hipotética emisión futura de más gases de efecto invernadero. La mayoría de los proyectos dentro del MDL favorecen a empresas tremendamente contaminantes y dañinas al medio ambiente".
 
Los efectos del cambio climático en la actualidad está dando lugar a una enorme masa de desplazados ambientales, desde el pueblo Turkana de Kenia hasta los pobladores de las pequeñas islas del pacífico sur ven desaparecer sus hábitats. En el caso de nuestro pueblo garìfuna, al igual que los demás pueblos indígenas que habitamos el litoral caribe mesoamericano, nos encontramos en el ojo del huracán y desgraciadamente pasaremos tarde que temprano a conformar parte de la masa de desplazados.
 
La posición asumida por la derecha fundamentalista estadounidense de inducir al fracaso un posible nuevo protocolo de Kyoto, no es nada nuevo. Dick Cheney desde su American Enterprise Institute ha venido financiando desde hace años el descrédito a las investigaciones sobre cambio climático, logrando cosechar al respecto un analfabetismo galopante dentro de la sociedad norteamericana.
 
Esa misma derecha recalcitrante que se regodea en desacreditar el cambio climático como si fuera un producto de la ficción de algunos científicos, son los mismos que estimularon el golpe de estado en Honduras, con el propósito de socavar cualquier cambio social en Latinoamérica, para ellos la muerte paulatina del planeta es un negocio lucrativo, al igual que lo hemos sido las colonias bananeras.
 
Notas
 
 
 
 
 
 
 
__________________
Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH
La Ceiba, Honduras
 
https://www.alainet.org/pt/node/136981
Subscrever America Latina en Movimiento - RSS