Worldwatch juega pelota
22/10/2009
- Opinión
"La sociedad civil está actualmente llevando a cabo un excitante, esperanzador, inclusivo y horizontal diálogo sobre soberanía alimentaria, justicia climática y el futuro del agro, que está rompiendo con viejos paradigmas y ofrece propuestas que rompen de manera radical con las nociones convencionales de la civilización industrial. Pero tristemente, Worldwatch parece haber decidido no tomarse riesgos, prefiriendo juntarse con grupos como EAP y jugar pelota con grandes fundaciones como la Gates."
El Instituto Worldwatch es una organización ambientalista poco usual. Con sede en Wáshington DC y fundada por Lester Brown, un hombre descrito por el diario Washington Post como “uno de los pensadores más influyentes del mundo”, Worldwatch fue el primer tanque de pensamiento (“think-tank”) ambiental. Desde su fundación en 1974 ha publicado informes extremadamente minuciosos y bien documentados sobre asuntos ambientales de interés global, desde el agotamiento de las pescaderías y el voraz consumo de recursos naturales por parte de China hasta economía verde y energías renovables.
La organización además ha tomado algunas posturas valientes y con buen fundamento ético, por ejemplo denunciando los efectos negativos de tecnologías de punta, como la energía nuclear y la ingeniería genética, y el impacto del militarismo sobre el ambiente- temas que muchos grupos ambientalistas del llamado “mainstream” no se atreven a abordar. Con respecto a la agricultura orgánica y la producción local de alimentos, su investigación en años recientes ha sido de primerísima calidad. Uno de sus investigadores, Brian Halweil, escribió un excelente libro sobre el movimiento internacional de alimentos locales, titulado “Eat Here”, que merece la misma difusión y reconocimiento que los escritos de Michael Pollan y Carlo Petrini.
Pero ambientalistas progresistas han tenido sentimientos mixtos acerca de Worldwatch debido a su acercamiento tecnocrático a los problemas ambientales globales, su apoyo entusiasta al modelo agrícola de la revolución verde, y su visión de mundo Malthusiana. En la década de 1980, Worldwatch tuvo un largo debate con Frances Moore Lappé y su recién fundada organización Food First. El subtítulo del importísimo libro “Food First” (Comer es Primero), co-escrito por Lappé, J. Collins y C. Fowler, lo decía todo: “Más allá del Mito de la Escasez”. La tésis central del libro, que la apocalíptica ecuación “población versus recursos naturales” propuesta por Thomas Malthus en el siglo 19 (Y revivida por Paul Ehrlich en el siglo 20) está errada, y que el hambre existe en lugares donde los recursos naturales y los alimentos abundan, la puso en confrontación directa con la visión de mundo convencional de los grupos ambientalistas “mainstream” y las fundaciones que les financian. Los financiadores de Worldwatch, que incluyen el Rockefeller Brother Fund, sin duda estuvieron complacidos con la defensa que la organización hizo de la revolución verde y el Malthusianismo.
https://www.alainet.org/pt/node/137247
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